sábado, julio 21, 2007

La pandemia del dinero

Anne Marie Mergier, Proceso.com.mx , #1602
Nunca como ahora han existido tantos ricos en el mundo: casi 10 millones de personas tienen más de un millón de dólares y otras 96 mil son propietarias de una fortuna de al menos 30 millones de dólares, sostiene el Reporte mundial de la riqueza 2007. Elaborado por expertos de las firmas Merrill Lynch y Capgemini, el informe señala que la mayoría de estos potentados es amante del lujo: mansiones de ensueño, yates y jets privados, colecciones de obras de arte, finísimas joyas, vinos exquisitos... Mientras tanto, 3 mil millones de seres humanos intentan sobrevivir con menos de dos dólares diarios.

PARÍS.- Dan vértigo las cifras y la información presentadas por el Reporte mundial de la riqueza 2007 que publicó el pasado 27 de junio Merrill Lynch, una de las firmas de inversión y consultoría financiera más importantes del orbe.

Con su sede principal en Nueva York, 700 oficinas y 16 mil asesores financieros esparcidos en todo el planeta, Merrill Lynch conoce de sobra el tema: tiene bajo su responsabilidad 1.6 billones de dólares de su clientela internacional.

Sus expertos realizaron este reporte sobre los hombres más adinerados de los cinco continentes junto con sus homólogos del destacado Grupo Capgemini, especializado en administración de empresas y servicios informáticos.

En la última década, los informes anuales de Merrill Lynch-Capgemini se convirtieron en referencia imprescindible.

Mientras organismos especializados de la ONU lanzan gritos de alarma ante el creciente empobrecimiento de amplias capas de la población mundial, los expertos de Merrill Lynch-Capgemini constatan que se va multiplicando el número de multimillonarios y de ultramultimillonarios en el planeta.

Afirman que “esa población de riquísimos” se amplió en 2006 al integrar a otros 700 mil miembros. Su crecimiento fue de 8.3% en relación con el año anterior. En total 9.5 millones de personas cuentan con un patrimonio financiero superior a 1 millón de dólares. El número de ultramillonarios, por su parte, saltó 11.3% de 2005 a 2006. Se calcula que 96 mil 970 personas en el mundo disponen de un patrimonio financiero de al menos 30 millones de dólares.

“En sólo un año la acumulación de riqueza realizada por esa élite creció 16.8% y llegó a la cifra estratosférica de 13.1 billones de dólares (1 billón equivale a 1 millón de millones)”, subrayan los especialistas antes de analizar detalladamente las causas de ese enriquecimiento acelerado.

Entre otros factores destacan tres determinantes: la euforia de las bolsas de valores, las altísimas tasas de crecimiento en países emergentes y el alto nivel del Producto Interno Bruto (PIB) en numerosas naciones.

Es en Estados Unidos donde sigue radicando el número más alto de multimillonarios, el cual creció 9.4% en 2006. Este grupo de privilegiados acumula el patrimonio financiero más alto del mundo.

En Europa también se notó un aumento de la población extremadamente adinerada. Su riqueza alcanzó 10 billones de dólares en 2006, lo que implica un incremento de 7.8% en comparación con 2005.

Según los expertos de Merrill Lynch-Capgemini, Japón, que alberga el más alto número de multimillonarios después de Estados Unidos, dio muestras de cierta anemia en 2006, mientras que la población más adinerada de Singapur, Indonesia, Taiwán, India y China aumentó su riqueza en forma espectacular. Singapur venció todas las marcas: ahí el número de multimillonarios creció 21.2 % entre 2005 y 2006.

También aumentó el número de los más ricos entre los latinoamericanos, sobre todo en Argentina, Brasil, Chile y Perú. Se beneficiaron de un alto crecimiento del PIB, así como de importantes inversiones de China, que también generó una fuerte demanda de materias primas de esos países. La población más adinerada de América Latina aumentó 10.2% y su patrimonio 23.2% durante 2006. El informe no hace referencias específicas a la situación de México.

La élite financiera de Bahrein, Kuwait, Omán, Qatar, Arabia Saudita y de los Emiratos Árabes Unidos sigue poseyendo las mayores fortunas de Medio Oriente, pero es la única que exhibe un balance relativamente negativo: en 2006 su patrimonio creció 11.7%, mientras que en 2005 fue de 19.7%.

Cuatro países –las conocidas como BRIC Nations: Brasil, Rusia, India y China– tienen asombrados a los expertos de Merrill Lynch-Capgemini. Entre otros datos señalan que en 2006 la población extremadamente rica creció 7.8% en China, 20.5% en la India, 15.5% en Rusia y 10.1% en Brasil.

“Políticamente correctos”

El informe recalca que los multimillonarios del planeta mueven muy rápidamente sus inversiones de un sector económico a otro y entre regiones. Además, se percibe también una tendencia reciente a invertir más en fondos ligados a bienes raíces, que dan altos beneficios.

El volumen de las transacciones inmobiliarias directas realizadas en el mundo alcanzó el nivel histórico de 682 mil millones de dólares en 2006, cifra que representa un alza de 38% en relación con 2005.

El documento subraya que, paralelamente, un cierto número de propietarios de grandes fortunas optaron por deshacerse de sus inversiones en fondos especulativos, divisas, materias primas o fondos de inversiones privados.

Además, señalan otra tendencia incipiente: Los multimillonarios empiezan a preocuparse por invertir en compañías o productos financieros calificados como “éticos”.

Subrayan: “En 2006 unos 160 inversionistas, administradores de bienes y líderes de corporaciones, que manejan en total 5 billones de dólares, adoptaron los ‘Principios para una inversión responsable’, promovidos por la ONU. Esa iniciativa busca incitar a los inversionistas internacionales a tomar en cuenta normas sociales y ambientales”.

Algunos de esos privilegiados muestran interés en invertir en compañías de crédito y bancos comunitarios, así como en préstamos a microempresas que trabajan con clases sociales desfavorecidas. Se inspiran en el ejemplo exitoso del Grameen Bank, fundado por Muhamad Yunus, quien ganó el Premio Nobel de la Paz el año pasado.

Semejantes preocupaciones no se dan en todas partes de la misma forma. En Estados Unidos, 6% de los multimillonarios y 8% de los ultramillonarios realizaron estas “inversiones éticas”. Los asiáticos se involucraron mucho más: 17% de los multimillonarios y de los ultramillonarios invirtieron en ese sector.

Entre 9% y 10% de los europeos propietarios de grandes fortunas se abocaron a esas inversiones, también calificadas como “socialmente responsables”. Lo mismo hicieron 11% de los multimillonarios y 17% de los ultramillonarios de Medio Oriente.

Los multimillonarios latinoamericanos son los únicos del mundo que se empeñan en despreciar la “ética”: sólo 3% de ellos le dedicaron una mínima parte de sus inversiones.

Los expertos de Merrill Lynch y Capgemini están conscientes de que no es tanto el respeto de valores morales lo que motiva a los multimillonarios, sino su deseo de cuidar su imagen ahora que la opinión pública mundial tiene cada día más influencia.

Otra nueva tendencia la constituyen las inversiones en tecnologías ecológicas. Éstas han sido adoptadas por los multimillonarios y las grandes corporaciones porque ofrecen una doble ventaja: son políticamente correctas y bastante rentables. Acuerdos internacionales como el protocolo de Kyoto, iniciativas gubernamentales y presiones de la opinión pública los hacen interesarse en este mercado emergente.

Las empresas que más atraen a los inversionistas son las que trabajan en los nuevos carburantes, como el etanol, y las dedicadas a investigaciones biológicas que buscan fuentes alternativas de energía. En Estados Unidos, en 2006 se invirtieron 70 mil millones de dólares en ese campo, 43% más que en 2005, por ejemplo.

También la filantropía resulta muy provechosa para la imagen de los multimillonarios, pero tiene que ser bien difundida mediante una estrategia de comunicación. Según datos recopilados por los expertos, en 2006 11% de los multimillonarios del planeta le dedicaron 7% de su fortuna a donaciones filantrópicas, mientras que 17% de los ultramillonarios ofrecieron 10% de la suya. En total donaron 285 mil millones de dólares.

Al igual que las inversiones éticas, las donaciones filantrópicas varían de una región del mundo a otra. Los más “generosos” son los ricos de Estados Unidos: entre 13% y 14% de los multimillonarios y 26% de los ultramillonarios de ese país son filántropos. Les siguen los de Asia y los de las naciones del Pacífico con 14% de sus multimillonarios y 17% de sus ultramillonarios involucrados en obras filantrópicas. Lo mismo hacen 11.8% de los multimillonarios y 7.7% de los ultramillonarios de Medio Oriente.

Mucho más avaros y egoístas son los europeos: sólo 4.6% de los más ricos ejercen la filantropía. Pero los superadinerados de América Latina son aún peores: solo 3% manifiesta una cierta generosidad.

Ayudar a mejorar la salud y la educación e impulsar el desarrollo de los más desfavorecidos, así como luchar contra el deterioro ambiental o el sida son algunas metas de los grandes filántropos. Al lado de los más conocidos como Bill y Melinda Gates o la estrella de rock Bono, vocalista del grupo U2, los expertos citan el caso del matemático Shing-Tung Yau, egresado de la Universidad de Harvard, que logró involucrar a varios ultramillonarios chinos en la creación de institutos de matemáticas avanzadas.

Los expertos insisten en que la filantropía es rentable: da prestigio, abre muchas puertas, facilita los negocios y permite pagar muchísimo menos impuestos, pero –señalan– todavía es practicada por una minoría de los adinerados.

Lujo

Apasionante es el capítulo de Reporte mundial de la riqueza dedicado al comercio de productos de lujo. Empieza con una observación: crece de manera exponencial la demanda de esos productos, cuyos precios se disparan.

Estos consisten en “bienes de colección” como vinos, monedas y objetos antiguos, así como en automóviles, yates, aviones, joyas, objetos de arte e inversiones en el campo deportivo: equipos de deportistas profesionales, caballos de carrera o veleros de competición.

Los expertos de Merrill Lynch y Capgemini calculan que en 2006 los multimillonarios gastaron 26% de sus fortunas en esas “inversiones pasionales”. Jamás se habían comprado tantos yates y autos de lujo, sin hablar de los aviones privados.

La empresa estadunidense Boeing vendió el año pasado 11 jets extremadamente sofisticados. En realidad, subrayan los expertos, ya no son aviones sino mansiones volantes, y cada uno costó 150 millones de dólares. La mayoría de los 11 compradores son oriundos de Medio Oriente, pero en la lista de espera de Boeing hay ultramillonarios estadunidenses, europeos, rusos y asiáticos.

El mercado del arte atrae a 20% de los “inversionistas pasionales”. Una minoría tiene buenos conocimientos en la materia, mientras que la mayoría compra obras artísticas por su rentabilidad. Ese creciente “entusiasmo” es general y se manifiesta tanto en los países desarrollados como en las llamadas potencias emergentes.

“Es muy fuerte en las BRIC nations, donde los coleccionistas buscan obras de arte y antigüedades que reflejan su identidad cultural. Un número creciente de coleccionistas occidentales compra también creaciones artísticas de esos cuatro países, así como de artistas de Polonia y Cuba”, resaltan los especialistas.

El desarrollo fulgurante del mercado de arte llevó a las grandes casas de subasta como Christie’s y Sotheby’s a abrir nuevas sucursales. La primera inauguró recientemente una en Dubai, la segunda tiene una en Moscú y otra en Beijing.

Los multimillonarios europeos y latinoamericanos tienden a invertir más dinero en obras de arte que los estadunidenses y los asiáticos. En cambio las joyas, que figuran en el tercer lugar de preferencia entre las “inversiones pasionales”, atraen sobre todo a multimillonarios de Medio Oriente. Se estima que en esa región 18% de las “inversiones pasionales” se aplican en joyas. En octubre de 2006 un potentado compró en 1 millón 800 mil dólares un anillo adornado con un diamante de 22.76 quilates. El documento no precisa su nacionalidad.

Además, estos ricos de élite dedican 6% de sus “gastos pasionales” al sector deportivo y 14% a la compra de objetos antiguos, monedas y vinos exquisitos, como los de marcas francesas Mouton-Rothschild, Laffite-Rothschild, Le Pin, Château Margaux o Château Petrus.

Los expertos de Merrill Lynch y Capgemini recalcan, ligeramente inquietos, que los multimillonarios están en busca de asesores especializados en bienes de lujo. Insisten en que ese mercado emergente se va a desarrollar aún más con el creciente surgimiento de nuevos propietarios de grandes fortunas. Temen, sin embargo, una eventual sobrevaloración del lujo en el mediano plazo.

Así, mientras una élite de alrededor de 10 millones de personas seguirá rompiéndose la cabeza buscando la forma de gastar sus fortunas, alrededor de 3 mil millones de seres humanos intentarán sobrevivir con menos de dos dólares diarios.

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