Julio Hernández López
A regañadientes, el panismo de San Lázaro ha aceptado que se cree una comisión especial para investigar el origen de la riqueza que Vicente Fox y su esposa (y mánager) han dado en presumir insultantemente en días recientes. Nada estremecedor ha de esperarse de ese tipo de comisiones pues, por tomar un caso ejemplar, tiempo, dinero y esfuerzo se han gastado durante años para tratar de demostrar jurídicamente el saqueo sistemático de la riqueza nacional que ha cometido el cártel de los Bribiesca, sin que a la fecha los pillos y su botín hayan sido siquiera tocados más que por la abundante maledicencia.
Así es que nadie debería extrañarse si al final de las indagaciones sobre los latrocinios de Chente y Me Harta se propone un homenaje nacional de desagravio al copresidente de México y su tierna y generosa mujercita pues, si el candidato de la continuidad se asumió propagandísticamente como el hombre de las manos limpias, lo menos que puede hacer es asegurarse de que al menos formalmente su antecesor e instalador siga te-niendo lavadas las manos con las que construyó la diferencia artificial de 0.56 por ciento. Felipe no puede más que continuar con la farsa de la honestidad de su antecesor, porque él mismo fue oportunamente embarrado, en términos políticos, cuando formalmente era presidente electo, al ser llevado en condiciones de explícita subordinación al rancho (a los ranchos) de las trapacerías para sellar fotografiados pactos de impunidad (por si fuera poco, Germán Martínez, el secretario de la Función Pública, ha dicho que metería las manos al fuego por la honestidad de Vicente Fox.
Su antecesor, Pancho Ba-rrio, prometió peces gordos en sartenes justicieros, pero Germancito del Grupo Íntimo ni a eso llegó, pues de entrada ha excluido al más gordo de los peces de cualquier investigación quemante. ¿Puede seguir como contralor federal alguien que exonera a un sospechoso de corrupción nomás al puro tanteo? Es posible que la respuesta sea negativa. No podrá seguir porque probablemente sea candidato felipista a presidir el comité nacional del PAN. El crimen burocrático paga).
Por ello es que, cuanto le ha sido posible, el panismo ha resistido la presión política y social que exige castigo para la impúdica pareja ex presidencial. Una parte de la estructura blanquiazul está alineada abiertamente con el foxismo, porque Manuel Espino, a su vez, está asociado al guanajuatense cuyo único negocio exitoso en la vida ha sido presidir México. En razón de esa complicidad entre Fox y Espino es que al débil Calderón le han afectado más los disparos del fuego interno que los de las filas contrarias. Pero también el ardoroso calderonismo que fustiga líderes na-cionales mediocres y agachones quiere salvaguardar al ex amigo de Lino Korrodi, porque destapar el arcón de las corruptelas vicentinas y martísticas sería a la vez correr el riesgo de que los entretelones del fraude electoral fueran revelados.
Calderón atiza, en esa lógica, la leña de medios de comunicación controlables (los mismos que ayer y hoy sirven al poderoso en turno) para que chamusquen cuanto sea posible al deslenguado Fox, pero sin que éste pueda sentirse tan desesperado para soltar la sopa electoral: desgastarlo, golpearlo, exhibir el enriquecimiento de él y su esposa y de los muchos familiares de ambos bandos, pero sin que el torniquete apriete tanto para que el torturado acabe ha-blando de más: aquí se trata de un suplicio a la inversa, tormentos periodísticos para que se mantenga callado quien sabe demasiado.
El sainete de los esposos Fox ha salpicado, obviamente, a otros hombres de paz que han sido presidentes de México. Ellos disfrutan, en su retiro, de los beneficios que todo buen mexicano ha de recibir cuando con la patria cumple: aparte de los muchos negocios que al amparo del poder hicieron, y de la aplicación a sus cuentas personales de las multimillonarias partidas presupuestales secretas y otros artificios de ingenio con los que se aseguraron una vida de jeques para ellos y mu-chas generaciones más de sus familias, los angelitos ex presidenciales disfrutan de decenas de vigilantes militares (vaya papel del Estado Mayor Presidencial: convertirse en proveedor de cargadores de bolsas de mandado y cuidadores de parrandas y otros devaneos de sus jefes), de personal administrativo vario y de millones de pesos al año para gastos de diversa índole. Algunos de ellos, como Miguel de la Madrid (quien, aunque casi nadie se dio cuenta, estuvo en la Presidencia entre 1982 y 1988), se han quejado ya de la eventual “injusticia” de que les retiren sus privilegios, luego que el converso Santiago Creel propuso que se investigue a quien fue su jefe y promotor a la sucesión, el antedicho Chente, pero también a otros ex mandatarios presumiblemente igual de abusivos que el panista. Pobrecitos políticos miembros de las minorías privilegiadas que Felipe el Duro tanto critica en sus apasionados discursos de elite: es muy probable que en el gatopardismo reinante acaben como están hoy, recibiendo privilegios y ganancias con sus manecitas limpias, las mismas con que gobernaron este país quebrado por la injusticia y la pobreza (al menos eso ha dicho el futuro ex presidente, Felipe de los Discursos que se quedan sólo en eso).
Astillas
El EZLN ha expedido certificado de autenticidad al EPR… Sin vergüenza, Convergencia anuncia lo previsible: que se separa del Frente Amplio Progresista y competirá en 2009 por su lado. La hebra frentista se rompió por lo dantescamente más Delgado… Y, mientras el góber precioso se pregunta si también él deberá ir poniendo sus barbas de delaciones electorales de 2006 a remojar, ¡hasta mañana, mientras continúa el milagro de la ascensión de precios a causa de un impuesto a la gasolina que ni siquiera ha empezado a cobrarse!
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