viernes, noviembre 30, 2007

Un año desastroso para los mexicanos: "haiga sido como haiga sido"


Por María Teresa Jardí

"Era muy atractivo: Si nos chingamos ahorita a López Obrador", nos quedamos en el poder para siempre, añado yo.
Sí, era muy atractivo, sólo que le daban en la madre --para hablar con el mismo florido lenguaje que utilizan los panista como Manuel Espino y como Germán Martínez cuando quieren chingarse al contrincante político-- a la democracia en México. Y lo hicieron. Nada más falso que la derecha. Chingaron a la democracia los panistas luego de haber pasado setenta años mintiendo al decir que el PAN buscaba la democracia para México y el bien común para los mexicanos.
Nada más llegar el PAN al poder, resultó que el bien común es para enriquecerse, hasta lo inaudito, los que "llegan" y por los que "llegan" elegidos. Y si no que les pregunten a los Bribiesca Sahagún o a la Gordillo o los Patrón Laviada: "haiga sido como haiga sido" y "caiga quién caiga", es decir, todo el que se interponga en su camino a la riqueza, aunque se obtenga entregando a México en manos del narcotráfico y de ponerlo en manos de potencias y de empresas extranjeras, que no pagan ni un peso de impuestos ninguna de ellas y eso sin hablar de los pagos de favores a los avaladores de la usurpación, SIEMPRE, inaceptable.
Y la democracia para el PAN pasa por imponer al elegido por ese partido, aunque se tenga que legalizar el fraude, para llegar: "haiga sido como haiga sido".
Bonito individuo el próximo dirigente impuesto por el dedazo del usurpador desde Los Pinos. Impresentable sujeto el que exhibe el propio Espino en videos por la Internet. Si quieren entrar sólo tiene que poner: www. centrodc.com.mx. Y en declaraciones de prensa --que se recuerdan a propósito de "la radiografía" del sexenio que en el libro La Diferencia, hacen Castañeda y Aguilar-- que aparecen como la nota principal del diario El Centro, que se publica en la capital desde hace unos ocho meses, dirigido por Salvador Camarena. Un especial sobre el Desafuero, el expediente secreto de ese evento que lleva por título de primera plana de ese diario del miércoles 28 de noviembre: "Vamos a chingar al Peje", decía Germán Martínez, según Espino".
Y mientras, "el güero" y Rubencito hunden a Fox, aunque tampoco eso vaya a servir para que se haga justicia, la impunidad es nuestra única certeza. En un intento, supongo, por lavarse aunque sea algo de la mucha mierda que también sobre México esparcieron Castañeda y Aguilar, igual de impresentables que Fox. Y digo supongo, porque no he podido leerlo. A lo mejor ya retiraron el libro de la circulación Fox y Martita. O, al menos, no ha llegado ni a los Sanborn´s de la Roma ni de la Condesa y ni siquiera al Péndulo, en el Distrito Federal, lo que me hace suponer que menos aún se podrá conseguir en Mérida. Ni siquiera entre los vendedores piratas de libros de esas colonias se puede conseguir todavía ese libro.
Claro que a lo mejor sucede como con la película de Mandoki que, curiosamente, es la única película que no se consigue en versión pirata, demostrando cómo se controla el negocio de las películas piratas por parte del gobierno capitalino, al igual que el control de y mala distribución de los libros es de férreo control federal, incluso de los que son basura, visto está, como es, sin duda, el caso del libro en comento. Pero el que estoy empeñada en leer: por el chisme, por morbo, para ver cómo se echan entre ellos mierda los canallas que sumieron a México en el desprestigio que hoy alcanza. Ni modo. Como no veo a Patty Chapoy me quiero dar el lujo de empaparme de la porquería que el libro ya ha demostrado que esparce en las reseñas.
Y no van a creer de lo que me acabó de enterar. Hacienda, tan benévola con los ricos a los que perdona todos los impuestos, cobra impuestos, al grito de ¡Viva la muerte! ¡Muera la cultura!, por los libros que las editoriales guardan en bodega. Qué bonita la Hacienda del usurpador, obligando a mandar a la guillotina libros editados. Sí ¡Viva la muerte. Muera la inteligencia! es cada día más claro el grito del PAN que usurpa el gobierno federal.
Qué honorable dirigente, impuesto por el dedo flamígero del usurpador, quien a voz en cuello rezaba: "Vamos a chingar al Peje", como dice Espino.
La imposición de Germán Martínez como dirigente único y absoluto del PAN es el mejor de los balances sobre el primer año de la usurpación del gobierno federal.
Desastroso año en todos sentidos para los mexicanos: "haiga, como haiga sido".

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