sábado, diciembre 01, 2007

Derecha y fascistas contra Evo Morales; izquierda cómplice

Pedro Echeverría V.
Rebelión

1. El presidente de Bolivia, Evo Morales promulgó ayer una ley para el pago de pensión vitalicia a los ancianos, anunció la expropiación de 180 mil hectáreas de tierras en Chuquisaca en favor de indígenas guaraníes y, adicionalmente, el Congreso aprobó que la Asamblea Constituyente puede deliberar en cualquier parte del país. Estas medidas fueron adoptadas en respuesta a un paro de 24 horas emprendido por seis departamentos del país, impulsado por las fuerzas políticas y cívicas de la oposición de derecha y los sectores de las oligarquías locales que se oponen a las políticas nacionalistas y antineoliberales del gobierno desde su asunción en enero de 2006. Pero por la noche, esas fuerzas anunciaron que tras un cónclave resolvieron “pasar al estado de resistencia civil movilizada ante el quiebre de la democracia”, e iniciar una huelga de hambre general e indefinida en todo el país a partir del próximo lunes 3 de diciembre.

2. Evo Morales, el presidente indio, el que gobierna con y para los pobres y miserables, está siendo brutalmente agredido por los multimillonarios de Santa Cruz y Sucre (al servicio del gobierno yanqui de Bush) Los ricos de esa región de Bolivia, que durante los gobiernos anteriores gozaron de todos los privilegios y adquirieron riquezas explotando a los indígenas, se oponen con todas sus fuerzas y recursos a la renovación de la Constitución porque con ello perderán privilegios. Pero lo más grave es que la izquierda internacional (entre ésta la mexicana) la mayoría socialdemócrata, entretenida el procesos electorales, buscando alianzas para obtener votos y temerosa de hacer “declaraciones que la comprometan”, prefiere hacer como que ignora en espera de cualquier oportunidad para brincar a un cargo político. Los gobiernos de Bolivia, Venezuela y Ecuador requieren mucho apoyo en estos momentos que son agredidos.

3. Mientras la izquierda guarda silencio cómplice, la derecha y los fascistas sí se unen internacionalmente para defender sus intereses. Lo hacen en todas partes cuando buscan invadir o saquear algún país, como se demostró recientemente en Afganistán e Iraq, cuando apoyan a Israel para invadir países árabes o calumniando a Hugo Chávez que lucha por una constitución socialista para Venezuela. ¿Puede olvidarse acaso la gran campaña internacional de medios calumniando al gobierno venezolano que no renovó los permisos de transmisión a una televisora mentirosa de ese país? No recuerdo ningún apoyo de izquierda mundial a Chávez, tampoco ninguna declaración de solidaridad con Evo. En los años sesenta y setenta salimos en las calles de la ciudad de México en apoyo a Cuba y condenando las políticas agresoras del imperialismo yanqui. Pero en aquellos años no había subsidios, diputaciones y privilegios para las izquierdas.

4. Tengo la convicción que si son derrocados o silenciados Hugo Chávez y Evo Morales por las derechas y el imperialismo tendremos que esperar muchos años para que en América se recuperen otra vez las luchas de los pueblos. Los argumentos que se usan contra Chávez (de pelearse con todos los gobernantes) son los mismos que usaron los medios de información contra Fidel Castro en los sesenta para calumniarlo, por órdenes de los gobiernos de Eisenhower, Kennedy y Johnson. No debe olvidarse que el centro de las fuentes de noticias se encuentra en los EEUU y de allí parte el 90 por ciento de lo que se publica en el mundo. Por eso todos los encabezados de periódicos y noticiarios de derecha, incluso de muchos de izquierda, presentan a Chávez como “peleonero” y guardan silencio. o esconden a propósito, los argumentos que demuestran el papel expoliador de los grandes capitalistas y los argumentos de Chávez contra ellos.

5. Mientras en México mucha gente se avergüenza de su origen indígena (a pesar del gran jalón ideológico del movimiento zapatista), en Bolivia alrededor de 50 por ciento de la población, incluyendo a su presidente, asumen con una enorme dignidad a su raza india. Otro porcentaje es mestizo y apenas un poco más de 10 por ciento es blanca criolla. Pero en Bolivia, como en todos los pueblos de América el problema no es de razas sino de clases sociales: menos del 10 por ciento de banqueros, industriales, grandes comerciantes y demás inversionistas controlan el 60 por ciento de la riqueza mientras el otro 90 por ciento de la población indígena, campesina, obrera y clase mediera se conforma con el 40 por ciento de los ingresos. Pero además no es sólo ese interés económico inmediato; el problema es político porque el derrocamiento de Evo Morales podría ser el primer empuje contra Chávez, que es la mira del imperialismo.

6. Así como en México casi toda la televisión, la radio y la prensa son propiedad de poderosos empresarios de derecha que deforman en su beneficio toda la información que difunden, sucede lo mismo a nivel internacional. Grupos monopólicos se han adueñado (desde hace décadas) de todos los medios con los que han impulsado el consumismo y la ideología de la gente. Lo mismo sucede con las escuelas: los gobiernos han impuesto planes, programas, objetivos educativos, ideologías, para mantener a los estudiantes con una ideología de sumisión al capital. Por eso en los últimos meses hemos visto que los estudiantes (quienes por su edad deberían ser revolucionarios, transformadores, partidarios de los intereses de los trabajadores) ahora los vemos caer dócilmente al servicio del capital porque la escuela, en vez de ser crítica, sólo ha cumplido como transmisora de la ideología de la clase capitalista dominante.

7. El pueblo venezolano votará el próximo domingo por el SI, aprobando una nueva Constitución que a todas luces beneficia al pueblo pobre. Esta aprobación, ligada a la que Rafael Correa logró en Ecuador y la que Evo Morales logrará en Bolivia, serán los primeros pasos sólidos para fortalecer las luchas de los pueblos de América. Esto es lo que trata de bloquear con todas sus fuerzas el imperialismo yanqui y las burguesías “nacionales” de los diferentes países a su servicio. Todos los movimientos democráticos y de izquierda del continente y del mundo deberían manifestar su apoyo a los pueblos de Bolivia, Venezuela, Ecuador y demás en este momento crucial en que el gobierno gringo y las burguesías dependientes de cada país están echando todo para frenar la lucha antiimperialista y socialista en el mundo. La izquierda no puede convertirse en cómplice de esas fuerzas del capital guardando silencio por temor y oportunismo.

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