viernes, enero 04, 2008

Sindicalismo, en crisis


Alberto Híjar

Sin alharacas, los trabajadores se defienden de la complicidad de las autoridades para liquidar contratos colectivos y promover la contratación personal. Furtiva y constantemente, los retiros voluntarios que en realidad son liquidaciones obligadas por los recortes de personal, desmantelan los centros de trabajo. El terror al desempleo obliga la aceptación de lo que sea y los sindicatos optan por las causas generales y abstractas, sin duda tan importantes como la nueva Ley del ISSSTE, a cambio de tratar como trámites administrativos las reducciones de personal y el aumento consiguiente de cargas de trabajo.
No es que los sindicatos sean inútiles de por sí, sino que el charrismo los corrompe con recursos antiguos y recientes, esos sí, todos dentro de la ley, los estatutos, las tomas de nota. El recurso de la perpetuidad de dirigentes inventado por Elba Esther Gordillo, aparecida como secretaria general cuando se opuso a la permanencia de por vida de Carlos Jonguitud Barrios en el sindicato de trabajadores de la educación más grande (por su tamaño) de América, fue renovado y ahí sigue ella al frente del SNTE con un pelele como secretario general.

Hasta el sindicato de telefonistas, una de las cabezas de la Unión Nacional de Trabajadores supuestamente combativa frente al Estado privatizador, llegó el ejemplo de la Gordillo y Hernández Juárez seguirá al frente con un prosecretario a quien irá formando, quizá con el ejemplo de la decena de familiares cercanos que ha nombrado en importantes carteras sindicales. En la UNAM, con el sindicato aliado en la UNT, ocurre algo semejante y sólo se salva del mal ejemplo el Sindicato Mexicano de Electricistas, donde los procesos electorales ocupan la mayor parte del tiempo de los agremiados.
La simulación se impone. El gobierno legaliza en las Cámaras las situaciones de hecho. En los grandes (por su tamaño) sindicatos nacionales, hay disputa de las delegaciones para los congresos nacionales. Se forman planillas, se pelean espacios para la propaganda, se consigue dinero para regalar cositas con el color de la planilla. Una planilla de la sección 83 de trabajadores de la salud rompió con los usos y costumbres, y no regaló sino una discusión sobre la Ley del ISSSTE con la orientación de un experto. Ganó esta delegación opuesta al charrismo y hasta logró, semanas después, una ocupación poco violenta del local de la Sección. Sin embargo, las reglas de la manipulación no cambian en el sindicato mangoneado por décadas por Joel Ayala, ahora al frente de la Federación de Trabajadores al Servicio del Estado. Tiene al frente del SNTS a su sobrino Marco Antonio García Ayala quien, a la par, ocupa una diputación. Muy capaz el muchacho, quien dirige en la Cámara la comisión de Salud para servir bien a su tío, así sea por hacer nada. Se elige a los delegados, les llega la notificación sobre dónde deben presentarse para el Congreso Nacional que durará cuatro días en lugar reservado para impedir presencias no gratas para los charros. En autobús de lujo, son conducidos los satisfechos delegados al vuelo charter y hasta entonces se enteran de su destino inmediato en un hotelazo en la playa donde pueden gozar entre asamblea y asamblea con mesas de trabajo donde todo, hasta los resolutivos finales, están previamente decididos. ¡Ay de aquellos que levanten la mano en la asamblea, sin permiso previo, o pretendan participar en las mesas con propuestas propias! Serán abucheados por grupos de choque que pueden llevar la intimidación hasta las últimas consecuencias, no sin ovacionar hasta el delirio la entrada de Joel Ayala para la ceremonia de clausura.
Puede ser signo de debilidad del ayalismo la pérdida del control absoluto de la sección del Hospital Psiquiátrico donde nació a la lucha sindical. Cuentan también las mantas colocadas en centros emblemáticos de su poder, como el Hospital General Gea González, donde los trabajadores publican su rechazo a la Ley del ISSSTE. Pero en rigor, los usos y costumbres son garantía de permanencia del charrismo.
Otro recurso de sometimiento sindical, tan grave como el ocultamiento de las condiciones de trabajo, es el uso de los tiempos de convocatoria y elección. Por ejemplo, Virginia Barrera, la secretaria de la sección de investigadores del INBA, parte del enorme (por su tamaño) SNTE, objeta al Secretario de Trabajo y Conflictos Ramón Ortega, la convocatoria para elección avisada por teléfono y rechazada como citatorio en la Secretaría de marras. Tendría que hacerse una asamblea al vapor con el difícil gremio de investigadores cargados de individualismo y, ciertamente privilegiados, sobre todo ante las decenas de trabajadores muy humildes sujetos a contratación temporal que anula las prestaciones laborales. Los cuatro centros de investigación del INBA, usualmente deshabilitados por investigadores que tienen que trabajar en casa donde sí tienen computadora y archiveros suficientes, son aún más despoblados por el espíritu navideño y el fin de año. Total, que la Secretaria General de la Delegación de Investigadores declara carecer de "notificación oficial y formalizada" bajo el procedimiento que establecen los Estatutos del SNTE" y se declara en rebeldía. El SNTE la ignorará, la desgastará ante la ausencia de apoyo de la base. Igual hace el SNTS ante la toma y desalojo de secciones charras, a pesar de la lucha que han dado las compañeras de la Sección 83, años anteriores cumpliendo paso a paso el derecho a la revocación de mandato y la convocatoria a nuevas elecciones. La dirección del SNTE procede protegiendo el principio de autoridad hasta dar la razón a los charros, mientras los honrados insurrectos no pueden organizar asambleas combativas ante los desobligados trabajadores, peor aún si se asumen posmodernistas protegidos por el postdeber y el descomprometimiento.
No es que los sindicatos ya no sirvan, sino que el charrismo protegido por la Secretaría del Trabajo, es muy difícil de vencer. Por ahí anda un nuevo sindicato de trabajadores de la salud que consiguió el registro a partir de la afiliación de 200 trabajadores. Para no quedar solo, ya se sumó a la UNT. Dios los agarre confesados.

No hay comentarios.: