jueves, enero 03, 2008

Un Partido a la medida
El gobierno federal está comprando conciencias a través de su operador Juan Camilo
Mouriño tiene un poder discrecional para repartir del botín, aunque los designados no den el perfil

El "pelele" y El "mojado", ambos vendepatrias.

MÉXICO, D.F., 2 de enero (apro).- La estrategia de Felipe Calderón para tomar el control del Partido Acción Nacional (PAN), que se materializó con la candidatura única de Germán Martínez y su convalidación como presidente, fue al más alto nivel y diseñada directamente en la residencia oficial de Los Pinos.El operador fue Juan Camilo Mouriño, jefe de la Oficina de la Presidencia y mano derecha de Calderón, quien se lo anticipó a Manuel Espino, el odiado rival de la facción oficialista que utilizó la nómina gubernamental para comprar votos y lograr el Control del Consejo Nacional, el órgano del PAN que elige al presidente de ese partido.La estrategia se instrumentó después de que el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) impuso por su voluntad a Calderón en la Presidencia de la República, y fue el propio Mouriño el que se lo hizo saber a Espino, en una reunión en la que estuvo de testigo Enrique Navarro, secretario de Fortalecimiento Interno del Comité Ejecutivo Nacional (CEN) del PAN.“Nosotros vamos por la mayoría del Consejo Nacional. Es muy sencillo: A los que no estén con nosotros, los vamos a convencer, ofreciéndoles puestos en el gobierno”, les dijo Mouriño a Espino y a Navarro. Y así fue.Desde que Calderón tomó posesión, el 1 de diciembre del 2006, numerosos panistas que habían apoyado a Espino para presidir el PAN, en marzo del 2005, cambiaron su fidelidad.Dos casos son paradigmáticos: Uno, el expriista Ulises Ramírez, experto en clientelismo político y acarreo, quien durante la campaña presidencial era, al mismo tiempo, coordinador de la campaña de Calderón en el Estado de México, candidato a senador y alcalde de Tlalnepantla, con licencia y goce de sueldo. El otro es el presidente del PAN en Veracruz, Alejando Vázquez Cuevas, quien cambió su apoyo a Calderón después de que obtuvo un cúmulo de canonjías en el gobierno federal, entre otras, la delegación de la Secretaría del Trabajo en el estado para su hermano Alfonso, quien fue grabado embolsándose fajos de billetes, como el experredista René Bejarano.Ambos personajes fueron, también, los que instrumentaron la silbatina a Espino en la Asamblea Nacional del PAN celebrada en León, Guanajuato, el 2 de junio del año pasado, cuando se eligió al Consejo Nacional y se materializó una mayoría afín a Calderón.Aunque no era una mayoría aplastante, en los meses siguientes se intensificaron los ofrecimientos de puestos de trabajo en el gobierno federal, un fenómeno que había denunciado el propio Espino y otros panistas desde antes de la Asamblea Nacional.Uno de los que públicamente acusó a Mouriño de comprar votos de panistas fue el diputado federal Jorge Nordhausen, quien también fue depuesto de la presidencia del PAN en Campeche, por decisión del operador de Calderón. “El gobierno federal está comprando conciencias a través de su operador Juan Camilo”, acusó Nordhausen, quien aseguró que Mouriño --español de nacimiento y avecindado en Campeche-- celebró una reunión en su casa, el viernes 27 de abril, previo a la celebración del Consejo Estatal, para “comprar voluntades” entre panistas del estado encabezadas por la presidenta estatal del PAN, Nelly Márquez.“Sus palabras textuales fueron: ‘Tengo 40 subdelegaciones, con sueldos de 20 mil a 45 mil pesos mensuales, pero nosotros vamos a ganar el Consejo Estatal y el Consejo Nacional’”, aseguró Nordhausen, quien acusó: “Mouriño tiene un poder discrecional para repartir del botín, aunque los designados no den el perfil.”Por ejemplo, dijo, el delegado de la Secretaría de Medio Ambiente, Recursos Naturales y Pesca (Semarnat), Iván González López, es pediatra, pero, además, apoyó a los candidatos perredistas en las elecciones federales. “Es un acto totalmente incongruente de parte de Mouriño. ¡Incongruencia total, porque no tiene el perfil que se requiere y, además, apoyó al PRD; todos los carmelitas lo sabemos!”--¿Y por qué lo nombró?--Solamente porque él opera los intereses de Juan Camilo.
Otro caso, añade, es el del nuevo delegado de la Procuraduría Agraria, Juan Manuel González Navarrete: “¡Desplazó a un panista que tenía diez años trabajando en el sector y él es un técnico en computación, pero es operador de Mouriño!”En la delegación del Registro Agrario Nacional, añadió, Mouriño nombró a Socorro Gamboa Vela: “¡Es una maestra de kínder! ¡Por favor! Ella también es operadora política a favor de sus intereses. Son votos cautivos.”En la subgerencia corporativa de Desarrollo Social de Petróleos Mexicanos (Pemex) también intervino Mouriño al designar a Hiram Manzanero Carrillo, afirmó Nordhausen: “¡Pero es maestro de karate! ¡Qué nos pasa!”Nordhausen expuso: “Estos actos de incongruencia tienen muy molestos a los campechanos, pero sobre todo a los panistas, como yo, que queremos regresar a la mística que teníamos y ahora resulta que los altos funcionarios compran conciencias. ¡Mira cómo operaron la rechifla a Manuel Espino!”--Con estas declaraciones lo pueden expulsar del PAN, ahora que lo controle Calderón.--¡Ya qué más da! Pero no creo. Después de lo que pasó en León, ¿a poco van a expulsar a todos los que le chiflaron al jefe nacional? Eso no es el PAN. Son algunos individuos infiltrados que traen credencial y que, con fines perversos, operaron eso. Pero esa no es la cultura del PAN.--Es el PAN de hoy.--Con infiltrados, con fines perversos personales o de grupo, y encima de los intereses nacionales o por lo menos del partido.A la vuelta de los meses, sólo se registró un único candidato a la presidencia del PAN, Germán Martínez, quien sirvió a Calderón como secretario de la Función Pública durante nueve meses y le entregó, explícitamente, el PAN a su jefe.Inequívoca la ingerencia de Calderón en la trama para imponerlo Martínez inauguró una nueva era del poder político en México con una supuesta “cercanía responsable” con el gobierno y su defensa “sin complejos”.Martínez no escatimó retórica para ensalzar a su jefe --“uno de los mejores frutos que ha dado la siembra de Acción Nacional”-- y, obsequioso, le expresó: “¡Este es su partido, presidente Felipe Calderón!”La retórica se tradujo en hechos: Un amplio elenco de allegados a Calderón --entre amigos, empleados y hasta familiares-- se integró al CEN, como había sido el plan desde aun antes de la toma de posesión, hace poco más de un año. La presencia de Calderón en el CEN del PAN es nítida: El secretario general, Guillermo Anaya Llamas, es su compadre; Mariana Gómez del Campo, presidenta del PAN en el Distrito Federal, es su sobrina; tres secretarios particulares también entraron: César Nava, el actual; Jordi Herrera, subsecretario de Energía, y Rogelio Carvajal, diputado federal.Otros empleados de Calderón en el CEN son los siguientes: Francisco Javier Salazar Díez de Sollano, director de la Comisión Reguladora de Energía (CRE) e hijo de Francisco Salazar Sáenz, exsecretario del Trabajo con Fox; Felipe Duarte Olvera, secretario técnico del gabinete económico; María del Rocío Gaytán, directora del Instituto Nacional de las Mujeres (Inmujeres); María Dolores del Río, directora del Instituto de Educación de los Adultos (INEA), y Gloria Luna Ruiz, delegada de la Secretaría de Desarrollo Social (Sedesol) en Chiapas y coordinadora de la precampaña presidencial en ese estado.Será secretario general adjunto del CEN Jorge Manzanera Quintana, operador electoral desde Los Pinos y subordinado de Juan Camilo Mouriño, jefe de la Oficina de la Presidencia, quien sumó a Nelly Márquez Zapata, expresidenta interina del PAN en Campeche y actual diputada local. Del CEN forman parte, también, Gabriela Ruiz del Rincón, tesorera del PAN involucrada en el escándalo de los Amigos de Fox; María Elena Álvarez de Vicencio; Alejandra Fernández Garza, expresidenta del PAN en Nuevo León, otro de cuyos integrantes de ese estado es Seferino Almaguer, alcalde San Pedro.Allegados a Calderón y Martínez son los diputados federales Moisés Alcalde Virgen, del Estado de México, y Obdulio Ávila, del Distrito Federal; los senadores José González Morfin, de Michoacán; Ricardo García Cervantes, de Coahuila, y Enrique Madero, de Chihuahua, así como el exlegislador Javier Corral Jurado y el secretario general de Gobierno de Baja California, Francisco Blake.

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