jueves, marzo 27, 2008

Entrevista a Cristina Xalma, economista especializada en Cuba

Sólo el aumento de la producción logrará que en Cuba se supere ladualidad monetaria”

Por Pascual Serrano

Recientemente los estudiantes cubanos de la Universidad de Informáticaplanteaban al presidente del Parlamento, Ricardo Alarcón, variaspreguntas referentes a la doble moneda en ese país. Como es sabido, enCuba coexisten dos monedas, el peso cubano y el peso convertible, ésteúltimo equivalente al dólar y con un valor de 25 pesos cubanos. Lamayoría de los cubanos cobra la totalidad de su sueldo en pesoscubanos, mientras que numerosos productos sólo se encuentran en elmercado en peso convertible. Para intentar comprender esa situaciónentrevistamos a la economista Cristina Xalma, doctora en EconomíaInternacional y Desarrollo Económico por la Universidad de Barcelona.Está especializada en economía cubana, país en el que ha vividodurante largos periodos. Hace un año escribió el libro Cuba: ¿Haciadónde? Transformación política, económica y social en los noventa.Escenarios de futuro.
Pascual Serrano: A pesar de que la existencia de la doble moneda enCuba tiene ya varios años, muchos cubanos, y por supuesto, los nocubanos, no entienden por qué es así. ¿Por qué la economía se muevepor un lado en un peso cubano, moneda en la que cobra la mayoría, ypor otro en el peso convertible, moneda en que la se venden muchosotros productos?
Cristina Xalma: El origen de esta situación está en la grave crisiseconómica que sufre Cuba durante la primera mitad de los noventa. Enese período confluyen dos circunstancias que dan lugar a lacirculación simultánea de dos monedas con muy distinto valor. Por unlado, la crisis provoca la caída de la producción y deja sincontravalor (o respaldo) al peso cubano, que se deprecia y pierde sucapacidad adquisitiva. Por el otro lado, la población empieza arecibir dólares vía remesas y turismo. La fortaleza de la divisaextranjera facilita que el dólar empiece a desplazar al peso cubano enparte de sus funciones (como unidad de cuenta y de cambio). Con eltiempo el Gobierno de Cuba empieza a emitir una moneda propia, el pesoconvertible, cuyo respaldo son las reservas en dólares, quepaulatinamente substituye a la divisa extranjera. Al final, las dosmonedas (el peso cubano débil y el peso convertible fuerte) quedancoexistiendo.
Serrano: ¿Qué podría haber sucedido en la economía cubana si no sehubiese puesto en marcha esa política de doble moneda?
Xalma: En Cuba hubiese sido un descalabro eliminar el peso cubano ydejar que éste fuera absorbido por el dólar y por todo lo que elloimplica. Hay una cuestión importante: no estamos hablando sólo de unadoble moneda. La dualidad no es sólo monetaria. De hecho, cada monedase asocia a instrumentos, parámetros y objetivos distintos: el dólaral mercado, los criterios monetario-financieros y a la maximizacióndel beneficio económico; el peso cubano, de momento, a laplanificación, los criterios materiales y a los logros sociales de laRevolución. Mantener el peso implicaba mantener determinadas formas defuncionamiento, preservar el socialismo y muy especialmente su modelosocial --el sistema salarial, los subsidios y gratuidades, la libretade suministro, el acopio a la producción…--. Aún con suscontradicciones, eliminar el peso cubano hubiera implicado eliminaruna parte de la economía que no se podía eliminar sin haberdesmantelado al mismo tiempo todo el sistema social. Y eso en Cuba nose podía hacer.
Serrano: ¿Quieres decir que si Cuba no hubiese sido un país socialistasimplemente su moneda oficial sería lo que ahora es el pesoconvertible? ¿No había ninguna otra opción diferente?
Xalma: No exactamente. Antes de aceptar la dualidad monetaria sedebatieron dos opciones más: dolarizar plenamente la economía cubana odevaluar drásticamente el peso cubano. Ambas opciones se descartaronporque hubieran generado un coste social superior al de la dualidadmonetaria. La primera porque hubiera implicado acabar adoptando unmodelo económico neoliberal, así como la pérdida de toda autonomía enel control de la política económica nacional. La segunda (y se tomócomo referencia las experiencias de la Europa Oriental, la URSS yAmérica Latina) porque habría erosionado todavía más el poderadquisitivo de la población. De hecho, lo que el Gobierno de Cubaconsideró finalmente fue que, a corto plazo y en el contexto en el quehubo de adoptarse, la dualidad monetaria generaba más beneficios quecostes. Aunque imperfecta, era sin duda la mejor solución para elcorto/medio plazo.
Serrano: Hoy se habla de las posibilidades de la desaparición de ladoble moneda o del aumento del valor del peso cubano frente al pesoconvertible, ¿Qué piensas? ¿Es viable? ¿Qué sucedería si mañana seigualase el valor de ambos pesos?
Xalma: Como bien ha señalado el Gobierno, la eliminación de ladualidad monetaria pasa por volver a dotar de todo su contenido y supoder adquisitivo al peso cubano: es decir, pasa por su reevaluación.Y ello sólo se logrará si se recupera la eficiencia de la economía yse crece más. Ahora bien. Por lo dicho anteriormente, un peso cubanoque de nuevo sea fuerte lleva asociado un ajuste del funcionamientodel sistema socialista: hay que ver cómo se ajustarán los precios, lossalarios, las subvenciones, la producción, quién producirá y cómo… Poreso ya se ha señalado que el ajuste deberá ser integral y queimplicará discusiones de concepto: habrá que discutir sobre propiedady sobre asignación e incentivos (dicho de otro modo, sobre la esenciadel socialismo) para que todos los pasos que se den sirvan no paraarriesgar sino para consolidar los logros sociales de la Revolución.Es esto lo que está en juego.
Serrano: Un estudiante cubano le preguntaba a Ricardo Alarcón por quédebía pagar en pesos convertibles por un envase de champú si elcobraba en pesos cubanos. ¿Tú qué le responderías?
Xalma: Le diría que, en mi opinión, el Gobierno cubano esperfectamente consciente de esa contradicción y que estoy convencidade que está trabajando para superarla. Que se necesitan dar pasos enla mejora de la eficiencia y el crecimiento de la economía cubana paralograr que la moneda en la que cobra su salario la mayoría de lapoblación tenga auténtica capacidad adquisitiva. Que se es conscienteque las medidas paliativas son claramente insuficientes. Pero que yase está en el camino correcto.
Serrano: Pero sigo sin entender por que en Cuba por ejemplo un envasede champú cuesta en pesos convertibles lo correspondiente al salariode tres días en peso cubano, que es lo que, creo, no comprendía ese estudiante.
Xalma: Tiene que ver con la forma en que se organiza la producciónpara satisfacer el modelo social del que hablábamos. Intentoexplicarlo. La mayoría de las empresas entregan obligatoriamente partede su producción (en acopio) al Estado, para que éste lo distribuya ala población vía cartilla de racionamiento, sistema de salud,servicios alimentarios u otros. Los gastos de estas empresas, hoy, sonmayoritariamente en divisa. Sin embargo, al mantener este modelo dedistribución, lo que las empresas producen (más o menos el 80%) sevende a precios subvencionados en pesos cubanos. Resultado: cuentasempresariales deficitarias. ¿Cómo se cubre el déficit empresarial?Parcialmente, con subvenciones del Estado. Pero los recursos soninsuficientes. ¿Cuál es la otra opción? Que las empresas vendan partede su producción en espacios en divisa o peso convertible a precioselevados: es decir, exporten, suministren al turismo o a las Tiendasen Divisas que hay por todo el país. Problema: como las empresastienen tantas dificultades para rentabilizar su producción, se generala contradicción de que esas mismas empresas no tienen capacidad parapagar más a sus trabajadores. Consecuentemente, los salarios de lapoblación se mantienen en pesos cubanos y a unos niveles que,claramente, son insuficientes para adquirir los productos quenecesitan comprar (fuera del sistema tradicional) justo en esosespacios en divisas a precios demasiado elevados.
Serrano: También se habla de la falta de producción agrícola en Cuba,¿crees que eso puede tener influencia en la política de las dos monedas?
Xalma: En Cuba preocupa (y con razón) la insuficiente capacidad de laagricultura para dar total cobertura a las necesidades alimenticias dela población, así como la elevada factura que el país paga paraimportar lo que no se produce. Seguramente, parte de lascontradicciones que enfrenta el conjunto del sistema económico cubanose manifiestan plenamente a través de la producción agrícola. Lasexperiencias que se están poniendo en marcha en el ámbito agrícolasirven pues a dos cosas: por un lado, a la resolución del problemainmediato de la alimentación; por el otro lado, al impulso de fórmulasde producción que luego puedan ser trasladables a todo el sistema yque sirvan para que el conjunto de la economía cubana funcione mejor,lo que incluye superar la dualidad monetaria.
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