viernes, marzo 14, 2008

Pemex ya no es de los mexicanos


Por Gilberto Balam Pereira

¿A qué le tiramos?

La petroquímica nacional con el control de los particulares, desde el régimen de Miguel de la Madrid, fue menospreciada y dijo el gobierno que bien podía encargarse de ella el capital extranjero. Las puertas quedaban abiertas, desde entonces, al avasallamiento de la privatización.
Con las reformas que Carlos Salinas hizo a la Ley de Servicio Público de Energía Eléctrica se empezaron a entregar permisos de generación de energía a la iniciativa privada bajo las modalidades de autoabastecimiento, cogeneración, producción independiente, importación y exportación. Entonces se había otorgado 240 autorizaciones, 35 de las cuales eran evidentemente inconstitucionales.
Todos los permisionarios son filiales de empresas extranjeras. Entonces el capital español controlaba el 43% de la generación independiente de energía eléctrica en México, firmas canadienses figuraban con el 6%, estadounidenses 19% y japonesas 12%. Lógicamente México se estaba quedando sólo con el 20%.

La corrupción se exacerba en Pemex

Bill Flanigan, empresario de E.U., trae desde 1986 gran pleito legal con el sindicato de Pemex, desde una Corte de New York, por más de 43 millones de pesos; a esto sumése los intereses. Este empresario cuenta con evidencias de que la empresa paraestatal y su sindicato se convirtieron, a partir del salinismo, en lavaderos de contratos y dinero del narcotráfico, específicamente del cártel del Golfo.
La enorme corrupción que campea en Pemex y el sindicato petrolero, organismos tan supuestamente independientes, son lo mismo. Ramírez Corzo, de fungir como agente de Pemex y del Sindicato en operaciones turbias, entre ellas la negociación de contratos con altos funcionarios y el enlace con supuestos miembros del cártel del Golfo, como José Cruz Contreras y Alfonso Pérez Vásquez, antiguos personeros de Joaquín Hernández Galicia, La Quina, resultó beneficiario de jugosas concesiones; el sindicato petrolero operaba y lo sigue haciendo, como una rama de Pemex , con amplias facultades de negociación. Además, Flanigan tiene otra importante demanda contra Carlos Romero Deschamps, aquél que fue detenido y luego exonerado por canalizar millonarias cantidades de la paraestatal a campañas políticas. Con esto se evoca la responsabilidad de Rogelio Montemayor al canalizar desde la Dirección de Pemex millonarios recursos para la campaña de Francisco Labastida. O sea, que cualquier politiquillo se sentía con el derecho de disponer de recursos nacionales. Al cabo que esta clase política nunca ha identificado a la población como propietaria única de Petróleos Mexicanos.
Pemex y su sindicato, intrínsecamente coludidos, llevaron su monolitismo en paz durante el período de Salinas. No pasó mucho tiempo para que el narcotráfico comenzara a tender sus estrategias de lavado de dinero.
Para entonces, en 2004, el director de la empresa, Raúl Muñoz Leos fue obligado a renunciar por haber costeado una operación de cirugía estética a su esposa, pero también estaba de por medio el haber transferido 700 millones de dólares al sindicato. A estas alturas, ya el sindicato había sido organizado por Pemex como una ruta empresarial para lavar contratos y dinero.
Un documento interno destaca cómo se acalló a los medios, negociando el silencio para cooptar los señalamientos de corrupción hechos al recientemente nombrado Director de PEMEX, una costumbre tan arraigada entre los priístas.
La irregularidades y protección del corrupto Director Ramírez Corzo tenían un giro electoral, giro del que era responsable el Secretario de la Función Pública Eduardo Romero, quien es integrante de un grupo político de amigos que encabeza Francisco Barrio.
La carrera de Ramírez Corzo en Petróleos Mexicanos desde 2000, al amparo de Muñoz Leos, ha estado colmada de intrigantes determinaciones que han precipitado el caos desorganizativo de la paraestatal. Sobre todo por los manejos inconstitucionales de los contratos de servicios múltiples. Desde entonces la privatización era un hecho. Se abrían las puertas a los inversionistas extranjeros en detrimento del capital mexicano. Fueron sólo siete contratos los que se tuvieron bajo el mandato de Ramírez Corso, de los cuales 5 fueron adjudicados a la poderosa empresa española Repsol, la décima empresa petrolera más grande del mundo que anualmente factura más de 40 mil millones de euros. Legisladores de oposición aseguraron que todos estos ilícitos se hicieron bajo el contubernio de la Secretaría de Hacienda dando lugar a los Pidiregas con millonarios presupuestos, son los Proyectos de Inversión de Infraestructura de largo plazo sin aclararse el tipo de proyectos que apoyaría.
La identificación de Ramírez Corso con el capital extranjero data desde que fue asesor de compañías del sector energético en Estado Unidos y Canadá. Y en México ha construido su propia historia de negocios al amparo del poder, al frente de las áreas de Perforación, Exploración y Producción (PEP). Fox lo dejó como Director de la empresa porque consideraba que ya era tiempo de crear su propio Pemexgate.

Se concreta la privatización extranjera de PEMEX

La transición de lo mexicano a lo extranjero se inicia desde el momento en que la derecha aprueba los Contratos de Servicios Múltiples, es la privatización de la empresa. Así quedó demostrado en el Acta No. 85 de la sesión del Consejo de Administración de la subsidiaria PEP (Perforación, Exploración, Producción). Con este acuerdo se abrió la licitación y otorgó a empresas extranjeras los polémicos contratos para explorar y explotar pozos petroleros por un período de 15 a 20 años. No hay ninguna línea de operación que no esté siendo explotada por particulares. Por de pronto, en el noroeste del país, en la Cuenca de Burgos están ya sólidamente posicionadas las petroleras española Repsol, la argentina Techint-Tecpetrol, la brasileña Petrobras, la japonesa Teikoku Oil y la Estadounidense Lewis Energy. El Pelele Fecal propone la instalación de refinerías a condición de que sean operadas en su totalidad por inversionistas extranjeros, lo cual es anticonstitucional. Se sabe también que desde el inicio del TLCAN muchas de las compañías petroleras están adquiriendo gasolineras mediante prestanombres, quienes tienen tratos directos con Pemex.

La aparición de Mouriño

En 1966 Fecal es seducido por la personalidad del español en Campeche, a quien perfila como el personaje más influyente del nuevo gobierno. Allí también conoció a Nava Vásquez, quien al parecer también lo sedujo. El actual diputado federal Jorge Nordhousen aseguró que Calderón estaba comprando conciencias a través de su operador Mouriño, quien en una de sus declaraciones tuvo el empacho de decir haber gestionado como servidor público millonarios contratos de Petróleos Mexicanos para Ivancar, S.A. de C.V., por cierto, empresa familiar del mismo gachupín, una de las 80 empresas del Grupo Energético del Sureste (GES). Está claro que en el negocio de los contratos privatizadores, no sólo es responsable Mouriño sino hasta el mismo Calderón. Y éste sigue con su estrategia de otorgar más contratos, sobre todo a las petroleras de Burgos, sin importarle si es lícito o no, si es constitucional o no. “Haiga sido como haiga sido, no hay porqué pedir permiso a los legisladores para estos negocios que engrandecen a la Patria. Desde la Presidencia impondré mi proyecto energético”.
De acuerdo con el Comité Nacional de Estudios de Energía, A.C., la propuesta de Calderón es solventar, avalar y legitimar la inconstitucionalidad de los contratos y procesos de ilicitación en que ha intervenido el ilegítimo conjuntamente con Mouriño. Este no será sancionado por la PGR porque se trata de la misma gente del ilegítimo. Tampoco será enjuiciado porque tiene las bendiciones de esa carroña que es el PRIAN. Los alcahuetes de la derecha, los medios, también lo apoyan. Por lo que, a mi parecer, Mouriño no se irá de la Secretaría de Gobernación ni será tirado a un basurero de España y menos comerá bote, porque tendría que compartirlo con Fecal y otros más. Acuérdense de los Amigos de Fox, de Vamos México, de Echeverría, de los Bribiesca, de los Patrón Laviada, de El Teclas y muchísimos más que navegan en la impunidad y el cinismo. Y qué, y qué. Es el status jurídico que prevalece. Y si esta es la realidad de PEMEX, ex-patrimonio de los mexicanos, ¿no será hora ya de expropiar lo que es propiedad de la nación tal como lo hizo históricamente el Gral. Lázaro Cárdenas? Con el apoyo de todo el pueblo recuperó lo que a nosotros pertenecía, a pesar de algunos traidores vendepatrias como los hay ahora en las tristemente célebres figuras de Beltrones y Gamboa Patrón. No es desvergüenza de éstos, Sr. Barttlet, es no tener madre, que si la tuvieran también la venderían.

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