miércoles, marzo 12, 2008

Redundancia (auto) exculpatoria

Julio Hernández López

Lo mismo, pero con corbata

Raudo, Medina Mora “investiga”

Varios renuncian; Iván, no

El apoderado general de la empresa de transportes políticos denominada Ivan-Bucareli convocó ayer súbitamente a una conferencia de prensa para ampliar lo que ya había dicho noches atrás en el noticiario principal de Televisa: que él estaba bien chiquito cuando su papá hacía negocios con Pemex, que sí es cierto que firmó convenio(s) para su empresa siendo funcionario o representante popular pero que no hay ninguna transgresión legal (mucho menos moral, refiriéndose caciquilmente al árbol que da moras) y que todas las acusaciones en su contra forman parte de un compló contra México y contra el futuro luminoso, bienaventurado y ubérrimo (es decir, abundante y fértil, sin relación alguna con el disfrute impune de la ubre presupuestal) que nos espera si aceptamos ser guiados por el gerente general de Pe Mex and Co. (PeMexico), el licenciado Fel&Pe KalD’Ron y su banda infantil encabezada por el tiernamente inocente Juan Camilo.

La extraña premura del Aficionado Político del Año en convocar a una sesión periodística para reiterar exculpaciones a sí mismo hechas en días anteriores, y la inexplicada tardanza en iniciar esa reunión, generaron especulaciones insistentes en el sentido de que el negociante Mouriño pasaría a ocupar en delante la secretaría de gobernación del Real Club Celta de Vigo, del futbol español, y dejaría la cartera actual (es decir, la chamba en el gabinete, no la riqueza acumulada o el portafolio extranjero de inversiones al diez por ciento de comisión). Nada de eso sería cierto pues, fortalecido por las propias exoneraciones con cargo a su propia palabra, más firme que nunca (ese ha sido su problema, la signatura de documentos privados; de allí que se le considere El Señor de las Firmas) y tan inocente como un niño de casi cuarenta años, el licenciado Mouriño aseguró que seguirá en la función pública (es decir, que su expediente será analizado, maquillado y blanqueado por la secretaría que encabeza el oscuro e ineficaz Salvador Vega Casillas, que relevó a otro fabricante de impunidades a la carta, Germán Martínez) y que, ¡hombre, rediez!, clarísimo que seguirá sacrificándose por México ayudando a gobernarlo.

Las motivaciones del funcionario de voz delicada y trémula eran, sin embargo, maldosamente adultas, judicialmente pérfidas. A sabiendas de que en San Lázaro cada vez es más difícil frenar la integración de una comisión legislativa que indague sus múltiples andanzas empresariales, personales y familiares, pletóricas de conflictos de intereses y tráfico de influencias (por decir lo menos), el vivillo Iván quiso fijar como materia única de litigio los contratos específicos que él dio a conocer. Por ello, el coordinador de los diputados panistas, Héctor Larios, se aferraba ayer al estribillo de que la tal comisión no podría ser aprobada porque había divergencias respecto a sus objetivos “y alcances”. Los celestinos del PRI, Manlio Gamboa y Emilio Beltrones, también hacían maniobras de dilación, insistiendo en que en todo caso quien debe conocer y decidir sobre el Expediente Ivancar es el muy confiable, independiente e intachable Eduardo Medina Mora (anoche mismo, ¡oh!, coincidencias de la vida, el expedito Medina Mora inició la farsa de la averiguación previa que desembocará, ¡oh!, gran sorpresa, en la declaración oficial de inocencia del Tesorito de Los Pinos).

Día de renuncias varias. El segmento derechista y oficialista de la Corte cerró el paso a la solicitud de la revista Proceso para que pudiesen conocerse los datos de los documentos públicos llamados boletas electorales. Cinco a seis fue la votación y, con ella, la mayoría numérica de ese órgano del Poder Judicial renunció a la posibilidad de acercarse a la verdad histórica del 2 de julio de 2006. Ahora, el IFE VaZurita queda en condiciones de impulsar la quema de ese material. Otros que declinaron, el mismo día en que Mouriño dijo que no renunciará, son los procuradores de justicia de Puebla (Blanca Laura Villeda, cómplice en el caso contra Lydia Cacho) y del estado de México (Abel Villicaña, verdugo de Atenco y protector de Arturo Montiel). En Querétaro, mientras tanto, fusionaron la comisión estatal de acceso a la información gubernamental con la de derechos humanos, dando así un significativo paso atrás en materia de transparencia oficial, y, en San Lázaro, le quitaron la i final, de Informática, al INEGI (en el contexto de esta discusión, hubo protestas por el caso Mouriño, toma de tribuna y suspensión de la sesión). Bueno, hasta el gobernador de Nueva York estaba en vías de renunciar por haber usado servicios de prostitución, y el comandante de las fuerzas estadunidenses en Medio Oriente, almirante William Fallon, pasó a retiro luego de unas declaraciones contrarias a la política de Bush respecto a Irán. Pero Mouriño, Iván el Trailero, se aferra al cargo y jura y perjura que no renunciará.

Astillas

Llegan reportes de muchos lectores que afirman haber visto en la programación de Televisa el uso de espacios aparentemente neutrales, o de frivolidades normalmente sin cargas políticas explícitas, para promover el proyecto felipista de buscar alianzas foráneas para alcanzar el “tesoro” petrolero de aguas profundas. Televisa-gobierno usa, como estrategia de convencimiento, diálogos supuestamente cómicos y comentarios entre conductores de programas “del hogar” o especializados en asuntos de mujeres. Tal recurso (disfrazar la propaganda gubernamental) significa que la administración calderónica está verdaderamente desesperada por cambiar la percepción masiva del negocio petrolero en curso, y está pagando precios especiales por servicios televisivos especiales, o que los empresarios de la televisión también están metidos en la transa del siglo y por ello apuestan cuanto pueden para que no se les caiga el negocio compartido… Eduardo Godínez informa desde Guadalajara: “tramité mi afiliación al PRD el 29 de agosto de 2007, con tiempo más que suficiente, de acuerdo a lo estipulado en las convocatorias pero, a estas alturas, ¡aún no aparezco en el padrón! Así que, no sólo un padrón inflado, ¡sino que también rasurado! Esos chuchos aprenden bien de su maestro espurio”… ¡Hasta mañana!

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