martes, abril 29, 2008

Secesionistas bolivianos, por un país de blancos para explotar indios

Carlos Fernández-Vega

A punto de estallar el caldero, Bolivia se aproxima al encontronazo secesionista que la gran oligarquía ha preparado para el próximo domingo, mediante un “referéndum” que promueve la “fundación” de una “segunda república”, conservando para sí la gran tajada de los recursos naturales pertenecientes a todos los bolivianos.

Modelo texano (1836) o estrategia panameña (1903), made in USA, lo cierto es que los barones bolivianos persiguen la “fundación” de una “segunda república apartada del atraso y la miseria” de la “primera”, que profesa “un execrable centralismo colonial de Estado que explota a sus colonias internas, se apropia de nuestros excedentes económicos y nos impone la cultura del subdesarrollo, su cultura”.

Con 30 por ciento de la población de su lado, “orgullosamente mestiza” y a favor de “nosotros mismos”, porque “no estamos de acuerdo con el país miserable que nos quieren imponer” (según sus propias estimaciones y calificativos), la oligarquía de aquel país sudamericano pretende robarse, por medio del secesionismo, el 70 por ciento del territorio boliviano, o lo que es lo mismo, de la porción más rica del pastel.

Los “orgullosamente mestizos”, promotores de la llamada “nación Camba”, no son otros que los grandes capitales, nacionales y foráneos, que esquilman a los bolivianos desde tiempo inmemorial, asentados en el Departamento de Santa Cruz y que ahora se dicen representados por, entre otros, el Comité Cívico pro Santa Cruz, las cámaras Agropecuaria del Oriente y de Industria, Comercio, Servicios y Turismo de Santa Cruz, las federaciones de Empresarios y de Ganaderos de Santa Cruz, y la neo nazi Unión Juvenil Cruceñista, especialista en atacar a la población indígena.

Pues bien, ante la cercanía del “referéndum”, desde el país sudamericano, cortesía de Bolpress, nos envían un inventario de “notables mestizos” –del que ayer en este espacio dimos algunas señales– que operan a favor de la “segunda república”, calificado como “comando autonomista”:

Branco Marinkovic: tiene raíces croatas y dirige Industrias Oleaginosas Limitada junto a sus tres hermanos. Partidario de conformar la “media luna” empresarial y de firmar el TLC con Estados Unidos. Una de sus funciones es defender los intereses de la Cámara Boliviana de Hidrocarburos, el gremio petrolero afiliado a la Federación de Empresarios Privados de Santa Cruz.

Svonko Matkovic, industrial de origen croata, quien fue presidente de Cordecruz y prefecto por ADN. Durante su gestión oficial fue involucrado en un escándalo de obras fantasma. Su meta: guerra abierta contra las ONGs Tierra, SNV, Alas y otras que trabajan con indígenas.

Antonio Tonín Franco: joven terrateniente con propiedades que bordean las 80 mil hectáreas. Ex presidente de la Federación de Ganaderos de Santa Cruz fue acusado de utilizar la institución para beneficio personal, cambiar estatutos para propiciar su reelección e imponer obligaciones arbitrarias a las asociaciones. Vinculado al Banco Ganadero, el sector especulativo de la burguesía cruceña y uno de los más duros respecto a los movimientos campesinos. Ha propuesto meter a la cárcel a los responsables de ONGs que apoyan a los movimientos indígenas.

José Céspedes: empresario que comenzó en los años 70 cultivando algodón y soya. Ahora se dedica a la ganadería en tierras colindantes con el Departamento del Beni, perteneciente a la “media luna”. Es uno de los operadores políticos del movimiento empresarial. Director suplente del Banco Ganadero.

Carlos Dabdoub: de origen árabe y miembro de una familia tradicional cruceña ligada al MNR. Fue vicepresidente y dos veces presidente del Comité Pro Santa Cruz.

Rubén Costas: aunque no es representante directo de los sectores burgueses, lidera a la clase media próspera como un mediano empresario vinculado al comercio. La institución que dirige fue tradicional defensora de las petroleras privadas desde la época de la Bolivian Gulf (1969).

Jorge Landívar: fue ministro de informaciones durante el gobierno Jorge Quiroga. Se queja de que Evo le quitó a Sánchez de Lozada el negocio con las petroleras. Es hermano de Roberto Landívar, preso por una estafa millonaria en el Banco Bidesa.

Oswaldo Pato Monasterios: uno de los principales accionistas del Banco Ganadero, criador de ganado Nelore a gran escala, propietario de más de 10 mil hectáreas de tierra. Dueño de un canal de televisión en Santa Cruz (Unitel).

Ivo Mateo Kuljis: de los más importantes accionistas del Banco Económico, que opera con bienes inmuebles urbanos y de ciudades intermedias. Además es empresario ganadero dedicado al sector del comercio a través de las cadenas de supermercados Hipermaxi, de capital chileno. También propietario de un canal del TV.

Willmar Steelzer: ex presidente del Comité Cívico, ex diputado y ex concejal por ADN. Domina junto a los Paz, Barbery, Chávez, Nieme y Monasterios el norte de Santa Cruz, especialmente en las provincias Obispo Santiesteban y Guarayos.

Luis Saavedra Bruno y Andrés Petricevic: detentan el 27 por ciento de las acciones del Banco de la Unión. El restante 73 por ciento pertenecería a Nafibo, que en noviembre de 2003 capitalizó la entidad con 14 millones de dólares del Estado para sacarla de apuros (Fobaproa cruceño). Petricevic fue ministro de Gonzalo Sánchez de Lozada y protagonista de un escándalo de fraccionamiento de tierras con la finalidad de evadir el pago de impuestos. El caso, conocido como Las Chimbas, aún se ventila en el Tribunal Agrario.

Faltan los de acento anglosajón, pero esos despachan en la Casa Blanca. De cualquier suerte, como se observa, en la fundación de la “segunda república” sólo participan distinguidísimas personas en pos de un “país” de blancos para explotar indios.

Las rebanadas del pastel

Dice el inquilino de Los Pinos que su “política social” sí es “novedosa”. Tendría que darse una vuelta por los archivos para enterarse de que es exactamente igual de asistencialista, paternalista y clientelar que las de sus tres antecesores.

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