lunes, mayo 26, 2008

Del “Quince uñas” al rojillo de Fidel Herrera

Conjeturas
Alvaro Cepeda Neri

Aparece en la pantalla televisiva. El reportero se acerca y le hace una pregunta sobre la creciente inseguridad veracruzana. Endurece el rostro. Se le ennegrece más por la reacción biliosa. Hace una mueca de reprimida violencia. Hace como que no va a detenerse, se regresa enfurecido y encara a una reportera, contra la que arremete con su furioso timbre de voz. Es el (des)gobernador Fidel Herrera Beltrán, casi siempre con bufanda y abrigo... ¡en plena primavera jarocha! Los veracruzanos lo miran y se ríen de quien ha hecho de su nombre la fidelidad al abuso del poder para imponer el despotismo pintado de rojo: edificios, helicóptero, chamarras, pantalones y camisas: la herencia de Madrazo, Montiel y... de Antonio López de Santa Anna.

El “Quince uñas” (Leopoldo Zamaro Plowes: Quince uñas y Casanova, aventureros) era fanático del color rojo, como ahora Fidel. Se ganó este mote por la pierna que le amputaron (que en burda comedia ordenó enterrar y que tras su derrota final sus enemigos la desenterraron para arrastrarla y darla como carroña a los perros) y como le faltaba un dedo de la mano izquierda, en realidad sería el “Catorce uñas”. Fidel financia con donativos del erario veracruzano (en lugar de mejorar a la policía) al equipo “Tiburones”. Santa Anna también usaba el dinero público para sus apuestas en la alfombra roja y sus huidas a “Manga de clavo”, su hacienda (como ahora las tienen Luis Pazos y Fidel Herrera).
Harta de la denegación de justicia, la señora Martha Cuevas, cuyo hijo fue secuestrado hace casi un año, contrató uno de esos anuncios espectaculares, para ver si así Herrera, con su Ministerio Público y sus policías (a los que pronto vestirá con uniformes rojos), le hace un poco de caso y cumple con su obligación de dar cuenta y razón del homicidio de Mario Cuevas Lara. El anuncio reza: “Señor Gobernador: para este 10 de mayo le pido de regalo justicia por el homicidio y secuestro de mi hijo”. Se asegura que la investigación no prospera, debido a que los involucrados en el delito “estarían siendo protegidos por funcionarios estatales”. Es decir: por funcionarios “rojillos” del fidelato.
El “Catorce uñas”, uno de los peores déspotas que desgobernaron al país, privatizó la mitad del territorio para obtener dinero que se embolsó para sus parrandas y la compra de cuanto de rojo se encontraba. Fue el primer “rojillo” (su mejor biografía se la debemos a Enrique González Pedrero: País de un solo hombre: el México de Santa Anna). Y ejemplo de Fidel Herrera. Lo imita y quiere ser otro presidente del montón. Fidel tiene sus 20 uñas... afortunadamente, y si su maestro Santa Anna fue once veces presidente de pisa y corre, hasta que Juárez le fincó juicio político y lo desterraron, Herrera Beltrán, que tiene a los veracruzanos en el terror por la inseguridad y los abusos despóticos, con todo y sus “rojillos” (no por comunistas, los panistas nos libren), tendrá el destino de Santa Anna, Madrazo, Montiel y su compañero de ambición: Robinson-Bours, el de Sonora.
cepedaneri@prodigy.net.mx

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