domingo, mayo 25, 2008

Góber piadoso y corriente
Por Miguel Ángel Granados Chapa

El comportamiento del gobernador de Jalisco, Emilio González Márquez, empieza a ser visto por los panistas moderados de la entidad como un lastre por sus acciones escandalosas y sus cuantiosos donativos ante las próximas elecciones.

Como antiguo sinarquista, y si es cierto que "las veredas quitarán, pero la querencia ¿cuándo?", el gobernador Emilio González Márquez debe estar hoy de fiesta, por lo menos en su fuero interno. El 23 de mayo era la gran celebración de la UNS, de donde derivó el Partido Demócrata Mexicano en el que el ahora gobernador militó antes de convertirse al panismo. La grata añoranza de esta fecha (que evoca la fundación del sinarquismo en 1937) aliviará un poco la resaca moral que acaso padezca González Márquez después del recibimiento que en su tierra le asestaron estudiantes de bachillerato de la Universidad de Guadalajara.
La anécdota puede ser considerada menor, dado que se trataba de un grupo pequeño, pero es indicativa del ánimo que ha dejado en sectores de la sociedad jalisciense la incontinencia verbal del llamado góber piadoso respecto de las madres. El 23 de abril, en unos cuantos minutos, mandó a sus críticos a chingar a su madre, pues le vale madre lo que digan algunos periódicos; todo lo cual siguió al guiño de complicidad hecho al cardenal arzobispo Juan Sandoval, respecto del "desmadre que hemos hecho". Se refería a la aportación de su gobierno a la construcción del Santuario de los Mártires, que sumará 90 millones de pesos y se agrega a otras donaciones a obras pías con cargo al presupuesto.
González Márquez contestó a la rechifla y a las pancartas de los preparatorianos de Lagos de Moreno (en una de ellas se leía, simplemente, "la tuya") admitiendo que se equivocó y que "se vio corriente". Más que el ser, lo que importa a González Márquez es la apariencia, cómo se ve. Por eso gasta o invierte tantos recursos en imagen. El dinero público que entrega a la Iglesia Católica y a las televisoras tiene el propósito de constituirse en figura pública más allá de los límites de su estado, a cuyo gobierno llegó luego de una breve militancia en el PAN, gracias a su pertenencia a la extrema derecha de ese partido.
Parece claro que González Márquez procura ser el capitán nacional de ese extremismo. En función de ese propósito visitó al presidente de Colombia, Álvaro Uribe, durante el foro de Davos en Cancún. No quedó claro si lo hizo simultánea o sucesivamente al encuentro que Uribe mantuvo con dos líderes de agrupaciones de ultraderecha, que acusan de terrorismo a quienes presuntamente otorgan apoyo político a las FARC. Pero no hay duda de la identidad de propósitos entre esas agrupaciones y González Márquez.
Esa ubicación del gobernador, y su activismo en pro de su propia figura y la de su facción, genera preocupación creciente en los sectores moderados del panismo jalisciense. Se analiza ya, en Guadalajara y en la Ciudad de México, la pertinencia de forzar un pedido de licencia del gobernador, con miras a la elección legislativa y municipal del año próximo. Quienes examinan el caso recuerdan que el PAN se vio en la necesidad de remover al gobernador de Nuevo León Fernando Canales cuando fue claro que su desempeño afectaba las posibilidades de mantener la gubernatura mediante el triunfo de Mauricio Fernández. Probablemente se reaccionó con demora, porque el PRI recuperó aquella plaza. No siendo inminente y ni siquiera cercana la elección de gobernador en Jalisco no puede establecerse un paralelismo exacto entre las dos situaciones. Pero no se excluye que el desempeño de González Márquez lastime a su partido y, junto con otras expresiones de conflicto panista en la entidad, repercuta en pérdida de votos y de posiciones en julio del año próximo.
En una sociedad devota como es la jalisciense (recuérdese que el primer cardenalato lo entregó el Papa no al arzobispo primado de México sino al de Guadalajara), no es en general mal vista la proximidad del gobierno y el clero católico. Pero aun fervorosos creyentes esperarían que no se dañe la condición laica del gobierno mediante la entrega de recursos públicos a la Iglesia, puesto que el presupuesto estatal debe dirigirse a atender los problemas de la población en general sin consideraciones de orden religioso.
Además de los 90 millones al Santuario de los Mártires, 30 de los cuales fueron aportados ya, el gobierno ha comprometido otros 90 millones a la Ruta del Peregrino, que se entregarán a razón de 30 cada año, hasta 2010. Fueron donados 15 millones más al Banco de Alimentos, una obra de caridad (meritoria y necesaria, qué duda cabe) de la arquidiócesis tapatía. Y se contribuyó con un millón de pesos al Templo de la Inmaculada Concepción, en Yahualica de González Gallo.
Es claro que uno de los propósitos de esas aportaciones es que el gobernador siente plaza de hombre piadoso, practicante ostensible de su fe. Pero es claro también que busca su proyección política personal, para lo cual además de quedar bien con el cielo pretende lo mismo con los poderes terrenales. El año pasado y en el presente entregó millonadas a Televisa y a TV Azteca, para que esas televisoras a su vez se luzcan como benefactoras. Además ha pagado publicidad a esas empresas a través de telenovelas, con lo cual busca eludir las nuevas disposiciones sobre el gasto público destinado a la propaganda.
Hace un mes, González Márquez no se refirió sólo a las madres. Llamó cabrón y chingado a un colaborador al mismo tiempo que pedía la absolución al cardenal Juan Sandoval que lo escuchaba divertido y solidario. Dios nos libre de la combinación que encarna en González Márquez, un góber piadoso y corriente, que no respeta a sus prójimos.
Cajón de Sastre Menos mal que sólo hay dos Cámaras en el Congreso norteamericano, pues de ser de otra manera disminuiría paulatinamente la suma de la asistencia para el combate al narcotráfico solicitada por el presidente Bush para el gobierno mexicano. Su petición ascendió a 500 millones de dólares. La Cámara de Representantes la aprobó con una merma de 100, por lo que quedó en 400. Ayer el Senado le infirió otra reducción para fijarla en 350 millones de dólares. No se trata de un crédito sino de asistencia en equipo y capacitación, que serán ofrecidos por empresas norteamericanas, con lo que parte de esa cantidad volverá a la economía norteamericana. Falta todavía la aprobación final, y su aplicación quedará sujeta a compromisos de que el gobierno mexicano no ha hecho partícipes a sus gobernados.
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