martes, mayo 27, 2008

La reforma petrolera es un atentado contra la nación: SME

MOVIMIENTO POR LA SOBERANÍA ALIMENTARIA Y ENERGÉTICA, LOS DERECHOS DE LOS TRABAJADORES Y LAS LIBERTADES DEMOCRÁTICAS

LA REFORMA PETROLERA ES UN ATENTADO CONTRA LA NACIÓN - SME

Las propuestas de reforma a leyes secundarias en materia petrolera, del Ejecutivo Federal atentan contra la libertad del pueblo de México para decidir y promover su desarrollo independiente y soberano, son contrarias al interés nacional ya que conducen al país a mayor
dependencia externa. Asimismo violentan la democracia al concentrar un mayor poder de decisión discrecional en el Ejecutivo Federal.

Las iniciativas en cuestión, orientan la apertura de Petróleos Mexicanos (PEMEX) a favor de agentes económicos privados (inversionistas, prestadores de servicios, contratistas, administradores) y, en este sentido, por supuesto que hay intención privatizadora. Los principales beneficiarios de las reformas propuestas por el Gobierno Federal son empresas extranjeras y naciones consumidoras de petróleo, así como empresas nacionales asociadas y
subordinadas a esos intereses.

El paquete de propuestas es inconstitucional. Es decir, la propuesta presidencial pasa por encima de mandatos constitucionales, a la vez que trata de eludir el conflicto jurídico-constitucional, haciendo las reformas en leyes secundarias.

Nuestra Constitución Política, es la Ley Suprema del País a la que deben subordinarse el resto de las leyes. La Carta Magna no deja lugar a dudas, en el párrafo cuarto del Art. 28 indica que "No constituirán monopolios las funciones que el Estado ejerza de manera EXCLUSIVA en
las siguientes áreas estratégicas: correos, telégrafos y radiotelegrafía; PETRÓLEO Y LOS DEMÁS HIDROCARBUROS; PETROQUÍMICA BÁSICA; MINERALES RADIACTIVOS Y GENERACIÓN DE ENERGÍA NUCLEAR; ELECTRICIDAD y las actividades que expresamente señalen las leyes que expida el Congreso de la Unión."

Los párrafos cuarto y sexto del artículo 27 de la Carta Magna determinan claramente que en materia del petróleo no se otorgarán ningún tipo de concesiones en ninguna área de la industria petrolera y, dice textualmente: "Corresponde a la Nación el dominio directo de
todos los recursos naturales [...];"Tratándose del petróleo y de los carburos de hidrógeno sólidos, líquidos o gaseosos o de minerales radiactivos, no se otorgarán concesiones ni contratos, ni subsistirán los que en su caso se hayan otorgado [...]". Señala que la Nación
llevará a cabo la explotación de esos productos, en los términos que señale la Ley Reglamentaria respectiva. En los casos a que se refieren los dos párrafos anteriores, el dominio de las Nación es inalienable e imprescriptible" (incluye a todos los procesos de la industria
petrolera).

Es del dominio directo porque corresponde solamente a la Nación el uso y aprovechamiento del petróleo; es inalienable porque no puede cederse u otorgar concesiones a privados nacionales o extranjeros y es imprescriptible porque es a perpetuidad. En esto consiste el mandato constitucional.

Privatizar significa transferir una empresa o actividad pública al sector privado. La privatización es fundamentalmente dejar a los particulares brindar libremente servicios que anteriormente había sido responsabilidad exclusiva del Estado. En este sentido las 5 iniciativas que envió el Ejecutivo federal son privatizadoras en lo siguiente:

Se privatiza la exploración y explotación de petróleo y de gas.

Se privatiza la refinación de petróleo crudo, los tanques, los ductos y poliductos.

Se privatiza el transporte, almacenamiento y distribución de productos petroleros y petroquímicos básicos.

Se privatiza la infraestructura petrolera y,

Se privatiza porque se prepara normativamente las llamadas alianzas estratégicas en aguas profundas.

Se pretende un cambio fundamental en la doctrina y la tradición constitucionalista de la propiedad nacional del subsuelo y los recursos naturales. Al reinterpretar de los artículos 27 y 28 de la Constitución lo que es estratégico y lo que no es estratégico:

El gobierno, en el artículo tercero de la iniciativa de ley reglamentaria, omite como áreas estratégicas: el transporte, almacenamiento y distribución de gas natural y los derivados del
petróleo, reconoce únicamente como área estratégica la distribución del crudo. De esta forma intenta implantar, al interior de la industria petrolera, la diferenciación entre áreas estratégicas y áreas no estratégicas. Es así como cambia el sentido de la exclusividad que la Constitución otorga a la Nación en materia petrolera, al reducirla solamente a una versión de lo que para el Ejecutivo son las áreas estratégicas. Y, así, poder estar en condiciones de privatizar el transporte, el almacenamiento y la distribución de gas natural, de refinados y de petroquímicos básicos. Este argumento es exactamente igual a que usó Carlos Salinas en
materia eléctrica al modificar la ley reglamentaria de la electricidad en lo que es público y lo que no es público; y ahora ya obtienen el 37% de las ganancias de la venta de electricidad en el país.

Asimismo, en el artículo cuarto de la mencionada propuesta, se autoriza a Pemex para que contrate vía la maquila los servicios de refinación del petróleo, así como la construcción, operación y hasta la propiedad de los ductos, instalaciones y equipos, para quienes realicen dichas tareas de refinación. En la misma propuesta utilizada en Comisión Federal de Electricidad (CFE) para utilizar los servicios de terceros en toda el área de construción y, por supuesto, la separación miles de trabajadores.

Este paquete de reformas a las leyes secundarias, contravienen y violan la Constitución.

MANIFESTAMOS NUESTRO RECHAZO AL PROYECTO PRIVATIZADOR, QUE PONE EN
MANOS TRANSNACIONALES LA RIQUEZA PETROLERA MEXICANA.

ASEGURAMOS QUE NO HAY MEJOR OPCIÓN DE DESARROLLO, QUE LA QUE SE FINCA
EN LA DEFENSA DE LA SOBERANÍA Y EL IMPULSO DE LAS CAPACIDADES CIENTÍFICAS Y TECNOLÓGICAS DEL PUEBLO MEXICANO.

El futuro energético de México requiere ampliar el horizonte y traer a la mesa otros enfoques, otras opciones y otras propuestas sobre una auténtica reforma energética integral. Se requiere de un gran acuerdo democrático en virtud del derecho e interés legítimo de los trabajadores, de los campesinos y de los ciudadanos para participar en las decisiones que afectarán al presente y al futuro de México. Dichas propuestas, deben ser una valiosa ocasión para la participación de
todos los mexicanos, sobre el rumbo que deberá seguir nuestro país al respecto de sus recursos naturales y energéticos, sobre el presente y el futuro de la propiedad social y colectiva del Petróleo, la Electricidad, el Gas y el Agua.

Ese debate no puede ni debe limitarse al reducido mundo legislativo del Congreso de la Unión y menos a ser un asunto de "expertos", será eso sí, un asunto de TODOS, pues lo que suceda afectará a la presente y las futuras generaciones de mexicanos. El debate deberá contar, para
serlo, con la suficiente honestidad y claridad de los fines y propósitos que se persiguen, y de ninguna manera, como lo ha iniciado el Ejecutivo Federal, mediante subterfugios y verdades a medias. El ejecutivo federal tiene la facultad de plantearle a la Nación sus propuestas de reformas. ¡Sin lugar a dudas! Pero no tiene derecho a mentirnos, ni a ocultar la naturaleza y el alcance de sus propósitos.

Una verdadera reforma energética para nuestro país, tendría que sentar las bases para una política de Estado en materia de energía, evitar la dependencia en la generación de electricidad respecto del gas (que se tiene que importar) y hacer uso de todas las fuentes primarias de generación de energía, incluyendo la opción nuclear, que hoy resurge en todo el mundo. Así como la solar, el hidrógeno, la eólica, la geotérmica y de las mareas, entre otras fuentes de energías renovables. La producción de energía debe, además, ser respetuosa del medio ambiente, hoy afectado por prácticas que anteponen la ganancia rápida al respeto por la naturaleza y por el ser humano mismo. Se debe impulsar la generación de tecnología propia, con el fortalecimiento y coordinación de los institutos de investigación del sector: Instituto
Nacional de Investigaciones Nucleares, Instituto Mexicano del Petróleo e Instituto de Investigaciones Eléctricas.

A los trabajadores, campesinos y ciudadanos, nos queda claro que los artículos 27 y 28 de la Carta Magna, constituyen la espina dorsal para el diseño y concreción de una verdadera política energética independiente y soberana como palanca del desarrollo y el bienestar del pueblo y, al mismo tiempo, el marco general al que deben adecuarse todas las leyes secundarias y el diseño de las instituciones requeridas para su realización y no a la inversa, como a cada momento
lo pretenden hábil y mañosamente, los neoliberales.

Impulsamos la construcción de una propuesta alternativa, que contemple los siguientes criterios:

Respetar la letra y el espíritu de la Constitución Política y la propiedad inalienable e imprescriptible para la Nación de los recursos naturales.
Velar por la propiedad y control eficaz de las actividades económicas de extracción de los recursos naturales, de su transformación y comercialización, por parte de las empresas del Estado mexicano, que garanticen el desarrollo económico y social soberano.
Construir un consenso nacional acerca del papel de PEMEX como empresa publica, del Estado mexicano al servicio del interés nacional, que requiere y necesita nuestro país en su actual etapa de desarrollo.
Promover a la industria petrolera como palanca del desarrollo nacional soberano, integral y equitativo.
Definir el uso racional y ético de la renta petrolera.
Concebir la electricidad y el petróleo como asuntos de seguridad nacional, vinculados a la soberanía nacional
Porque el Petróleo es Soberanía, convocamos a todo el pueblo mexicano a movilizarse a lo largo y ancho del territorio nacional, a que todo mexicano reivindique la memoria de la expropiación petrolera y la nacionalización de la industria eléctrica arrancadas de las manos de
las transnacionales y del imperialismo como condición de lucha para conservar nuestro petróleo como un bien nacional y eleven el brazo de la libertad, la justicia y la democracia alzando la voz con la consigna que afirma:

LA PATRIA NO SE VENDE, EL PETRÓLEO SE DEFIENDE

SINDICATO MEXICANO DE ELECTRICISTAS

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