Gabriela Rodríguez
La 17 Conferencia Internacional sobre el Sida, realizada este mes en la ciudad de México, fue un éxito. Se presentaron cinco mil trabajos científicos y por primera vez se colocaron al centro los temas de prevención, estigma y discriminación. En el diálogo técnico-político más grande del mundo quedó claro que la vacuna que ya está aquí es la prevención, afirmó el coordinador de la conferencia, Edgar González Contreras. Líderes de 40 países mostraron gran capacidad de convocatoria y estrategia para comprometer a las más altas autoridades.
Nunca habíamos escuchado –ni escucharemos, creo– palabras más pro choice en boca de Felipe Calderón y de los secretarios de Salud y Educación. Jamás imaginé ver a José Angel Córdova Villalobos en una marcha contra la homofobia ni a Josefina Vázquez Mota reconocer, frente a ministros de América Latina, directivos de Onusida y del Fondo de Población de Naciones Unidas, que la educación reduce la vulnerabilidad frente al VIH/sida, que las escuelas son fundamentales para proveer información sobre sexualidad, erradicar la discriminación y las inequidades de género y para construir una cultura de respeto a los derechos humanos.
El jefe de Gobierno del Distrito Federal fue quien concluyó el acto, subrayando la importancia del cambio cultural que implica una sexualidad sana. En la aldea global, Marcelo Ebrard presentó el libro Tu futuro en libertad: por una sexualidad y salud reproductiva con responsabilidad, el cual no me es propio defender en virtud de que soy coautora, pero que se apega no sólo a los lineamientos de los materiales complementarios de la SEP y al marco legal del Distrito Federal, sino que traduce los principales hallazgos de las investigaciones en género, erotismo, prevención de la violencia, del embarazo y del VIH.
La respuesta ante la solicitud a la SEP para poderlo distribuir en las escuelas fue la censura y la sanción a los docentes que lo utilizaran. Y, más allá de que se vieron obligados a corregir, la reacción tan desmedida dio ocasión para evidenciar la simulación y el oportunismo político, en particular ante el descubrimiento de otras prácticas contrarias a la ética institucional.
Mientras presumían de apertura y censuraban el texto, nos enteramos de que a principios de este año la propia SEP federal mandó comprar y distribuir 2 millones 200 mil ejemplares (matrícula de primer grado) del libro complementario para la materia de Ciencias 1 de secundaria.
El libro Sexualidad y salud humana, de Paz Fernández Cueto et al., contradice todo lo que afirmaron las autoridades federales en la conferencia de sida y no cumple con los lineamientos que exige la institución a los materiales complementarios de educación secundaria.
Punto 1 de lineamientos. El libro contradice el programa de estudios basado en el enfoque de derechos, en particular en lo relativo al erotismo y la masturbación.
Punto 2ª. El libro no se apega al artículo 3º de la Constitución al contener información contraria a la evidencia científica y desacreditar el uso del condón. “Sabías que de acuerdo a la OMS el condón no es 100 por ciento seguro para prevenir las ITS. Su eficacia varía de acuerdo al uso y calidad del látex…” Se afirma que las campañas de fidelidad y abstinencia sexual entre adolescentes han dado resultado en Uganda, cuando ya se demostró que fue el uso del condón el que explica el descenso de la epidemia en ese país, y que la ineficacia de las primeras se relaciona con casos de jóvenes vírgenes que se casaron con hombres que habían contraído VIH previamente, esposas fieles cuyos maridos no lo son, novias y esposas víctimas de abuso y violación, y por ser una campaña irrelevante para los solteros y solteras activas, así como para lesbianas, homosexuales, bisexuales y hombres que tienen sexo con otros hombres (Cohen J, and Tate T., The Less they Know, the Better: Abstinence Only HIV/AIDS Programs in Uganda. Reroductive Health Matters 2006; 14 (28) 174-178). Además se privilegian los métodos naturales de planificación familiar, y de los anticonceptivos se concluye que aumentan de manera considerable los riesgos de desarrollar cáncer.
Punto 2c. Contiene mensajes ofensivos que agreden a quienes viven con VIH y excluye a quienes tienen prácticas homosexuales y otros arreglos familiares.
Las organizaciones civiles hemos sido traicionadas, hemos colaborado con las autoridades federales para defender los libros de texto vigentes, sin imaginarnos que paralela y clandestinamente distribuyen un libro tan peligroso. Es importantísimo detener la distribución de un texto que va a confundir y a ofender a las y los adolescentes, y que con información falsa y mensajes ofensivos incrementará la tasa de embarazos no deseados y de sida.
En la Conferencia AIDS 2008 quedó demostrada la consigna de Italo Calvino: el arte de empezar y el arte de acabar son los decisivos.
gabriela_afluentes@prodigy.net.mx
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