jueves, septiembre 11, 2008

Columna Asimetrias.Othoniana

Por Fausto Fernandez Ponte

I

En cierta ocasión, no muchos meses há, Fidel Herrera Beltrán, gobernador del estado de Veracruz y personaje de sobrada notabilidad en el ámbito de la vernácula política nacional, pidióle a éste escribidor su parecer acerca de un tercero.

--¿Qué opinas de Othón González Ruiz? --inquirió el mandatario, celebrado, presumiríase, por los cortesanos y partiquinos que triscan frenéticamente en el ubérrimo campo del erario y medios de difusión de notorio mercenarismo.

El personaje en cuestión --el tal señor González Ruiz-- goza de presunta malafama, presumiblemente bien ganada, de arrazuelo ínfimo, poseedor ya, a sus 40 y pico de años, de extenso acervo de pillerías y tunantadas en varias entidades federativas.

--¿Por qué me preguntas, Fidel? --inquirióle a su vez éste escribidor al gobernador.

--Bueno --contestó el mandatario-- pues Othón me lleva algunos asuntos de operación política, se arregla con medios (difusores) y periodistas en el Distrito Federal, y me ayuda en campañas (electorales) de imagen candidatos. Me dijo que eres su amigo.

--Bien, Fidel, el espectro de la amistad es muy amplio. Hay de amigos a amigos.

II

--¿A qué te refieres? --inquirió intrigado el señor Herrera.

--Quiero decir que un buen amigo no se aprovecha de ti con premeditación, alevosía y ventaja ni usa tu nombre para provecho personal y abrir puertas o accesos para sí.

Don Fidel, que es un hombre de cuya inteligencia y sentido de supervivencia política pocos dudarían, guardó silencio unos segundos, tal vez meditando.

--¿Es un "transa"? --preguntó de súbito.

--¿Quién? --Othón. Estamos hablando de Othón.

--Es mitómano patológico. Nunca sabes si te dice la verdad...

--Bueno, así somos algunos...

--¿Algunos? ¿Quiénes?

--Bueno, yo sólo quería saber si le tienes confianza... ¿En quién confiarías más, en Othón o en su tío Oscar (González)?

--Bien, confío en Oscar, desconfío de Othón.

--¿Por qué confías en Oscar?

--Me parece un hombre serio. No miente. De hecho, peca de decir la verdad, de franco. No es echador. Hombre de experiencia.

--Muchas gracias --concluyó el señor Herrera la conversación.

III

Tráese a cuento éste episodio porque al señor González Ruiz --personaje muy conocido en el contexto de la cultura de la corrupción al amparo del poder político en Xalapa, la capital de Veracruz-- le ha dado por una presunta difusión de habladurías.

Así, en voz alta y en mentideros públicos y cenáculos de la política don Othón muestra con adjetivos denigrantes y jactanciosa prepotencia y malagradecimiento a sus mentores de ayer y hoy --incluido al propio señor Herrera-- y suelta rumores.

Y uno de esos rumores es el de que el señor Herrera renunciaría en 2009 a la gubernatura para ser candidato a una diputación federal --por el distrito electoral cuya cabecera es Xalapa-- y dejaría de sustituto a cierto Javier Duarte de Ochoa.

El señor Duarte es, sábese, secretario del titular del Poder Ejecutivo local en materia de finanzas y, por lo mismo, hombre de confianza de don Fidel. Es percepción pública que los negocios de don Othón son precisamente en dicha secretaría de despacho.

Al difundir esa especie en cafés, restaurantes y otros entornos sociables públicos y tal vez en contornos privados, éste respetable pero no respetado personaje --don Othón-- concentra atención de no pocos ciudadanos. Se le percibe como un "insider".

Con el vocablo "insider" suélese identificar a alguien que por estar dentro de los círculos del poder o suponérsele esa condición, estaría enterado de lo que la ciudadanía ignora. Don Othón no oculta ser un "insider" ni sus negocios con el gobierno.

El tema accede a otro plano de atención e interés público. Los asertos de don Othón acerca de sus mentores putativos --los señores Herrera y Duarte-- abren compuertas a los torrentes de especulaciones. Pero de ello trataremos en próxima entrega

ffponte@gmail.com

Glosario:

Arrazuelo: pillo de poca monta. Pillete.

Echador: jactancioso, mitómano por lo general; inventa hazañas.

Putatuvos: reputados o tenido por padres, hermanos, etcétera, no siéndolo.

"Transa": el uso muy generalizado en México del vocablo es coloquial y gramaticalmente incorrecto, pues quiere decir transador, o transante, que transa o realiza transas.

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