jueves, octubre 23, 2008

EDITORIAL

Año 7, número 2413
Jueves 23, octubre del año 2008

El que la Reforma Energética de don Felipe, a la que no le iban a cambiar ni un ápice, según dijo el Presidente del PAN, Germán Martínez, contemple que se construirá una infraestructura para la que hasta el cansancio se dijo que no había dinero, tiene más de fondo de lo que se dice.

El hecho no solo se debe festejar. Pues lo primero que se ocurre es pensar: ¿En dónde estaba el dinero que se suponía no había?

Y más todavía: Si pueden “esconder” esas cantidades de dinero que suman por miles de millones de pesos ¿Se puede confiar en la buena administración de los bienes?

Porque cualesquiera que fuese la respuesta, no puede evitarse el concluir que ya no se puede confiar en quienes a la vista de todos han conducido mal a la Nación, y dispuesto de manera displicente de los dineros del Erario.

Por otro lado; si bien es cierto que la derecha y la izquierda han convenientemente zanjado el abismo que los separaba; el que ¡todos! Los legisladores se hayan puesto de acuerdo en el asunto que nos ocupa, tiene cuando menos dos lecturas.

Una indicaría que la “Reforma Energética” que aprobarán (sin informar al Pueblo al que se supone representan) es una auténtica maravilla.

Y la otra: que lo mismo y se pusieron de acuerdo de la misma manera en que se pusieron de acuerdo cuando por unanimidad aprobaron la que en su momento fue llamada la Ley Televisa.

Misma que según el entonces diputado (hoy premiado senador) Pablo Gómez, confesó que no habían tenido tiempo ¡ni de leer!

Usted que siempre tiene la razón y por supuesto la última palabra: ¿Cuál de las dos lecturas le parece la más lógica?

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