lunes, enero 05, 2009

Anulación a fuerzas


En una extraña operación en la que tomaron parte varias instancias de la Iglesia católica, el viernes 2 se desvanecieron oficialmente los impedimentos que pesaban sobre los planes de Vicente Fox y Marta Sahagún para casarse. Al margen de la polémica que aprovecharon las revistas del corazón, ahora lo que está en entredicho es el procedimiento canónico que, al parecer, adquiere una gran flexibilidad cuando se aplica a la élite política.De manera sorpresiva, el viernes 2 la Arquidiócesis de León informó que Vicente Fox Quesada puede contraer matrimonio religioso "si lo desea y cuando lo quiera".En una apresurada conferencia de prensa, el vicario general de la arquidiócesis, Carlos Muñoz Hernández, distribuyó el siguiente comunicado de un solo párrafo, fechado el mismo viernes:"El Tribunal Eclesiástico de la Arquidiócesis de León ha sido notificado por la Rota Romana que el señor Vicente Fox Quesada puede, si lo desea y cuando lo quiera, contraer el Sacramento del Matrimonio, dado que no existe alguna prohibición que se lo impida."Sin mostrar el comunicado de la Rota, Muñoz Hernández enfrentó el escándalo generado desde que la revista española Hola difundió, a finales de noviembre, una entrevista en la que Vicente Fox reveló sus planes de volver a casarse. Las declaraciones del expresidente provocaron especulaciones sobre la imposibilidad de tal matrimonio porque, según documentos del Vaticano revelados recientemente, Fox padecía trastornos sicológicos. Vicente Fox declaró a la revista Hola en su edición número 1076, del 4 de diciembre:
"-¿Ya tiene fecha para la ceremonia?
-Ya hay un vestido, lo cual es un gran paso adelante. Además, ya están resueltos todos los papeles de nulidad eclesiástica, tanto de Marta como míos. Ahora sólo estamos esperando a ver cuándo coinciden las estrellas y los astros -dice bromeando- para celebrar la ceremonia. Yo la quisiera tan privada como fue la civil, allá en Los Pinos, el 2 de julio del año 2001. Y ya después, darle la buena noticia a todo el mundo y festejar con todos.
-¿No está nervioso de volver a realizar el paseíllo hacia el altar?
-¿Sabes? No me veo, ni nunca me vi, haciendo ese paseíllo. Me cuesta un trabajo enorme -dice, provocando una risa fuerte, sonora, en su esposa-. Es algo terrible. Eso del 'paseíllo' es un término más bien taurino, pero la diferencia es que un torero toma vino o tequila antes de hacerlo, y eso le da valor, pero a la iglesia uno va sobrio -dice con humor.
-¿La boda será aquí en San Francisco del Rincón?-No lo sé, vamos a ver."

Los impedimentos

La exesposa de Fox, Lillian de la Concha, fijó su postura en una entrevista que concedió a la revista Quién (número 181, 26 de diciembre de 2008). En ella arremete en contra del cardenal Norberto Rivera Carrera.Como ya había contado a Proceso (edición 1569, noviembre de 2006), De la Concha reitera que le preguntó al cardenal si era cierto que Fox estaba tramitando la anulación de su matrimonio por la Iglesia. "Me respondió que de ninguna manera, que si eso fuera cierto habría pasado por sus manos. 'Tú quédate en paz'".Quince días después le llegó el documento de anulación, en el cual se consignaba que el cardenal asesoraba a Fox: "Así que Norberto Rivera no me merece ningún respeto porque es una persona que miente. Para mí es una vergüenza que la Iglesia tenga cardenales como él", dice Lillian en Quién."La Iglesia no miente -prosigue la exesposa de Fox-. Si el documento de la sentencia de anulación de nuestro matrimonio dice que Vicente padece trastornos sicológicos, yo no lo puedo contradecir."En mayo de 2007, luego de siete años de proceso en el Vaticano, la Sacra Rota Romana emitió su respuesta de anulación en primera instancia mediante el expediente C.S. 50/01. Proceso (edición 1599, junio de 2007) dio cuenta de tal anulación matrimonial y de la posibilidad de que ese tribunal impusiera un veto que le impidiera al expresidente contraer nuevas nupcias. Los motivos fueron ampliamente explicados por especialistas en ese reportaje: la salud emocional y el desempeño sexual de quien solicitó la nulidad del matrimonio."La Sacra Rota, aseguran, es muy estricta en un hecho que hasta hoy ha pasado inadvertido: el análisis del óptimo desempeño emocional y sexual del solicitante de una nulidad -en este caso Fox, casado por lo civil con Marta Sahagún desde el 2 de julio de 2001- para llevar una vida matrimonial bajo los cánones católicos.""El canonista Raúl Soto señala que, en sus sentencias, este tribunal suele emitir 'recomendaciones' y 'prohibiciones' que pueden llegar hasta el impedimento para casarse nuevamente por la Iglesia... Puede recomendar asistir a pláticas espirituales, tomar un tratamiento siquiátrico o hasta la prohibición de contraer nuevas nupcias", consignó el reportaje.Entre algunas de las razones con que sustenta la solicitud de nulidad, el reportero Rodrigo Vera cita las palabras de Fox sobre la tensión por "el paseíllo" de su boda con Lillian, el 18 de marzo de 1972:"Frente al altar yo no pensaba en nada que me diera felicidad, no había algún pensamiento distinto que enfocara mi mente a la felicidad que yo anhelaba, sentía preocupación, y mi actitud era de tensión por tener que caminar el pasillo para llegar al altar, no recuerdo nada del sermón, y sí recuerdo la iglesia arreglada, las felicitaciones."El procedimiento, dice la exesposa de Fox, "fue muy doloroso y complicado" porque ambos tuvieron que presentarse en audiencias y con testigos. "Yo ya me esperaba la anulación -admitió-; lo que no me imaginé fue el dictamen que hicieron de Vicente en el Vaticano". De acuerdo con la versión difundida por el sitio de internet Reporte Índigo el pasado 28 de noviembre, Fox no podía volver a casarse debido a su "incapacidad sicológica para asumir las obligaciones esenciales que un acto como el matrimonio eclesiástico establece".De acuerdo con Reporte Índigo, la Rota Romana había considerado que "Vicente Fox no es un hombre equilibrado, más bien manifiesta trastornos de personalidad, como narcisismo e histeria". En suma, Vicente Fox tiene una propensión a mentir, señala. A su vez, Lillian de la Concha hace algunas revelaciones: "Lo único que puedo decir de él es que mientras estuvimos casados sufrí largos períodos de indiferencia sin motivo alguno. Hasta que mis hijos se empezaron a dar cuenta y eso me dolía mucho más. Yo les decía que su papá estaba soreque y por eso no me contestaba cuando le hablaba, pero una vez Ana Cristina me respondió que no me respondía, no porque estuviera sordo, sino porque no quería".Lillian no tiene reservas para comentar públicamente su vida privada, como lo han hecho en otros momentos Marta Sahagún y Vicente Fox. Le cuenta a la revista Quién que cuando cumplieron 10 años de casados vivieron una de sus peores crisis de pareja, ya que Vicente Fox dejó de hablarle durante ocho meses. "Dormían en la misma cama pero no se decían ni hola ni adiós", señala el reportaje de Quién, titulado "Lillian de la Concha habla sobre la anulación". Ahí agrega ella: "Entonces fui con mi suegra (Mercedes Quesada) y le dije: 'Señora, le quiero pedir un gran favor: necesito que hable con Vicente. Yo no puedo seguir con esto. No sé por qué su hijo no me habla. Y ella me respondió: 'Bueno, Lillian, yo creo que todos tenemos nuestras rarezas. Vicente es raro. ¿Qué tú no tienes ninguna rareza?' Fue la primera y única vez que le pedí un consejo sobre nuestra relación".La relación jamás se recuperó. Cuando De la Concha le planteó el divorcio, Fox no intentó salvar el matrimonio, únicamente le pidió que lo dejara terminar su período como diputado federal por el III Distrito Electoral de Guanajuato. Ese era su plan inmediato. Luego, recuerda Lillian, le dijo: "Si estoy divorciado no voy a ganar, porque tú sabes cómo son conservadores los de Guanajuato. Van a decir que soy homosexual. Además después quiero ser presidente de México".El reportaje de Quién consigna: "Lillian accedió". Pero en noviembre de 1991 ella hizo sus maletas y se fue del rancho San Cristóbal. Con sus cuatro hijos se mudó a un departamento propiedad de Fox en la colonia Jardines del Moral, en León, Guanajuato. "Para abril del 92, Fox y De la Concha ya estaban divorciados. Vicente se quedó en su casa. Antes de que firmaran el divorcio -narra Lillian-, ella y Vicente se reunieron en la que fuera su recámara en el rancho. 'Él bajó de la cabecera de la cama un crucifijo que nos había bendecido Juan Pablo II y me pidió que le cediera la custodia de los niños. Me juró frente al crucifijo que nunca me los iba a quitar, que sólo era una estrategia para protegerlos de los priistas que lo iban a atacar. Es la estupidez más grande que he hecho en mi vida. Creí en la bondad y honestidad de Vicente, pero en realidad caí en su trampa'. A los pocos días, según De la Concha, Fox se llevó a los niños en una escena cargada de llanto por la desesperación de una madre que la despojan de sus hijos."Para la exesposa de Fox todavía no se consuma la anulación de su matrimonio religioso: "Mi abogado me dijo que el veto sigue y no sé cómo se vaya a resolver esa situación. Por lo pronto, lo único que puedo decir es que si Marta y Vicente se van a casar, es algo que a mí no me afecta ni me beneficia, yo ya tengo mi vida hecha, así que simplemente les deseo que sean muy felices".Esas declaraciones provocaron molestia e incomodidad en las familias de Vicente Fox y de Marta Sahagún, por lo que obligaron a la Arquidiócesis de León a pronunciarse en favor de ellos, según relataron allegados a la familia que pidieron omitir sus nombres.
Autorización relámpago
La conferencia de prensa del viernes 2 provocó sorpresa, pues el arzobispo José Guadalupe Martín Rábago había evitado hablar del tema pese a que los reporteros le habían insistido en que fijara su posición sobre el posible matrimonio de Fox y Sahagún. Y el vocero de la diócesis, Jorge Raúl Villegas, declaró antes que el caso de la anulación se llevaba en la Ciudad de México. Sin embargo, el mencionado viernes algunos reporteros de León fueron convocados a una rueda de prensa. Según las declaraciones del vicario Carlos Muñoz Hernández, la arquidiócesis recibió de la Rota Romana instrucciones directas para que diera a conocer la autorización del nuevo matrimonio religioso de Vicente Fox. Pero no exhibió ni esas instrucciones ni el comunicado.Los reporteros locales no descartaron la posibilidad de que este domingo, si asisten a la iglesia de San Cristóbal, Fox y Sahagún fijen su posición e incluso den a conocer la fecha de su enlace. Fox ha evadido el tema. Cuando se reunió con reporteros para declarar sobre el fallecimiento de Carlos Abascal, ellos le preguntaron: "¿Está usted cuerdo? ¿Cuándo se va a volver a casar?", y él se desentendió. De acuerdo con una versión que dio a conocer la reportera Valentina Alazraki el 28 de noviembre en el noticiario de Televisa que conduce Joaquín López-Dóriga, el Vaticano ya levantó el veto a Fox, después de que él solicitó la revisión de su caso. Sin embargo, no fue sino hasta el viernes 2 cuando una instancia oficial de la Iglesia católica hizo pública la resolución de la Rota Romana.

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