viernes, enero 02, 2009

Israel: ¿fuego para un cese al fuego?

Los objetivos declarados de Israel para lanzar la más cruenta ofensiva sobre Gaza desde 1967 son asegurar un cese del fuego a largo plazo y disuadir a Hamas de sus ataques con misiles.
Jerusalén. Ésta es la mayor guerra sin sentido de todas, afirmó el presidente de Israel, Shimon Peres, criticando la insistencia de Hamas (acrónimo árabe de Movimiento de Resistencia Islámica) en lanzar cohetes desde Gaza contra aldeas israelíes fronterizas.
"Sus disparos no tienen sentido ni lógica. Nadie entiende cuáles son los objetivos de Hamas", dijo Peres, en conferencia el martes junto al primer ministro Ehud Olmert, para explicar detalles de la ofensiva aérea que lleva adelante Israel sobre Gaza y que ha causado la muerte de al menos 400 personas, gran parte de ellas civiles.
"La ofensiva en Gaza no terminará hasta que alcancemos nuestros objetivos", dijo Olmert en respuesta a las versiones de que funcionarios de defensa israelíes consideraban un cese de 48 horas en los devastadores bombardeos antes de posiblemente lanzar una gran operación terrestre.
Los objetivos de Israel
Parece haber consenso nacional, al menos entre los israelíes judíos, en los dos objetivos declarados de la operación militar: asegurar un cese del fuego a largo plazo y disuadir a Hamas de sus ataques con misiles.
El consenso israelí se extiende a otro frente: el candidato favorito en las encuestas para las elecciones del 10 de febrero, el ex primer ministro Benjamin Netanyahu (1996-1999), del gobernante partido Likud, ha sido reconocido como el encargado de liderar la campaña de información de Israel ante el mundo.
Netanyahu presenta los objetivos de la guerra en términos muchos más duros que la coalición centroizquierdista gobernante. En la mañana del miércoles subrayó durante una entrevista a Israel Radio que la decisión depende de Hamas: acordar un verdadero cese del fuego o prepararse a una mayor ofensiva y a un cambio de régimen en Gaza.
Cuando el ex primer ministro Ariel Sharon retiró unilateralmente todas las colonias judías y tropas israelíes de Gaza hace tres años, su objetivo no era crear las condiciones favorables para un proceso de paz, sino posicionar mejor a Israel para pelear contra los palestinos si era necesario.
A pesar de la tentación de "hacer pedazos" a la organización islámica y sacarla del poder "una vez y para siempre", esa carta parece no estar sobre la mesa. Simplemente no hay respuesta a la pregunta de quién tomaría el poder de Gaza en lugar de Hamas.
Israel no está interesado en involucrarse en la administración de ese territorio palestino y, en las actuales circunstancias, es inimaginable que la Autoridad Nacional Palestina, cuyas oficinas están en Cisjordania, vuelva a Gaza en los hombros de los soldados israelíes.
Israel se enfrentó a algo similar en 1982 en Líbano, tras derrotar a la Organización para la Liberación Palestina, e intentó instalar un régimen aliado en Beirut.
La inaceptable desvinculación de Gaza
Una segunda opción es una política de desvinculación de Gaza. Eso también, sin embargo, sería irrealizable en el corto plazo, ya que eso significaría un afianzamiento permanente de Hamas en Gaza y permitirle a esa organización, como ocurrió con el chiita Hezbolá (Partido de Dios) en Líbano hace dos años, argumentar que derrotó a Israel en batalla.
Además, esto podría transformar la solución de los dos estados en una "solución de tres estados", dividiendo a Palestina en Cisjordania y Gaza, algo que cambiaría los parámetros acordados en todo el proceso de paz y por tanto condenaría cualquier negociación en el futuro al fracaso definitivo. Pocos en la comunidad internacional o en el mundo árabe están interesados en algo así.
Por tanto, el gobierno israelí proyecta sus objetivos de guerra en términos no muy ambiciosos: crear condiciones tan dolorosas para Hamas como para que se comprometa a un cese del fuego a largo plazo.
No obstante, los líderes israelíes continúan manteniendo un elemento de ambigüedad sobre los propósitos de la guerra.
Una poderosa fuerza terrestre ha sido desplegada en torno a Gaza. Pero, incluso dentro de Israel, hay una creciente preocupación sobre si esto no es excesivo.
El Canal de Televisión Israelí 2 divulgó una encuesta de opinión realizada el miércoles según la cual 58 por ciento de los consultados se oponían al cese del fuego, contra 42 por ciento que consideraban necesaria una tregua.
Analistas señalan que los partidarios de un cese del fuego son en su mayoría israelíes árabes opuestos a la guerra. Los israelíes de origen árabe constituyen casi 20 por ciento de la población.

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