miércoles, enero 21, 2009

Próximo “apretón de tuercas”

Lilia Arellano

“La esperanza es un gran falsificador”. Baltasar Gracián

La mañana de este 20 de enero se llevó a cabo la ceremonia en la que Barack Hussein Obama fue investido como presidente de Estados Unidos y nunca antes un acto de esta naturaleza había despertado tanto interés en todo el orbe ni fue tan costoso. En un afán zalamero, una y otra vez los medios de comunicación se refirieron al mandatario número 44 del vecino del Norte como “el primer negro en llegar a la Casa Blanca” o “el primer afroamericano”. El propio Benedicto XVI le envió su cartita de peticiones, elevándolo así a la altura de quien se cree habrá de dominar al mundo.
Es indudable la importancia que tienen los Estados Unidos y sobre todo su influencia sobre las economías de otros países, sin embargo no son todo el mundo y es en este renglón en donde debería fijarse muy firmemente la mirada para impedir que sus deseos de expansión lleguen a todos los rincones de los otros pueblos. En nuestro país, por ejemplo, la llegada de Obama o de cualquier otro que los ciudadanos estadounidenses consideraran capacitado para gobernarlos no es para cantar albricias o andar pregonando buenos augurios, no en tanto exista una crisis brutal en ese territorio.
Así, en medio de una crisis y dos guerras reconocidas por Obama en el texto de su primer discurso como mandatario, los países que como México han fincado una dependencia casi absoluta veremos un severo “apretón de tuercas” ya que, visto está, serán los intereses del pueblo norteamericano los que prevalezcan por encima de cualquier otro, por encima, incluso, de las libertades de los demás. Para un panorama de esa naturaleza es para el que habrá que estar preparados, para ningún otro y menos aún para el que difunda y que prometa beneficios.
Barack Hussein ha dado desde el primero momento muestras más que claras de que ese será su eje rector, el que intentará impedir que quienes se opusieron a su ascenso no verán dañados en lo más mínimo sus intereses ni en ese país ni en ningún otro y que si bien los tiempos exigen un trato de menor hostilidad y mayores diálogos, seguirán dictándose auténticas órdenes desde el Salón Oval que habrán de cumplirse ya sea por la buena o por la consabida presión vía señalamientos de terrorismo o narcotráfico hasta lograr la intervención.
Así, mientras por un lado rindió el lunes un obligado homenaje a Martin Luther King, 24 horas después repitió brevemente un comentario halagador sobre el ex presidente George Bush y su actuación al frente del que llaman el país más poderoso del mundo. Días antes se refirió a quien hasta el 19 de enero logró el rechazo de 7.6 de cada 10 norteamericanos, como “una buena persona que adora a su familia y a su país”, haciendo pública su certeza de que Bush “tomó las mejores decisiones que pudo bajo circunstancias muy difíciles”, lo cual nos revela que entre la clase política de todo el mundo no hay desacuerdos ni enfrentamientos entre quienes se van y los que llegan al poder porque los compromisos y los intereses los unen y se los heredan.

Todo un espectáculo
Los días que antecedieron a la fecha en la que Obama rindió juramento ante el presidente de la Suprema Corte de Justicia como presidente de EU, fueron de una gran actividad. Intentó por todos los medios desactivar las inconformidades que se levantaron desde que se habló, ya con cifras en la mano, de su llegada a la Casa Blanca. Incluso, durante la mañana del martes y debido al despliegue policíaco coordinado por el servicio secreto de ese país, se habló de las amenazas que durante los últimos días se habían recibido y que situaban en peligro la vida del nuevo mandatario e incluso de su familia.
Como no lo hacen en los actos de esta naturaleza en México, las cadenas televisivas, principalmente Televisa, siguieron paso a paso, desde las primeras horas, el cambio de gobierno en EU, en su canal de las estrellas y le dedicaron un largo espacio en su programa matutino de mayor rating. No escatimaron esfuerzos para estar presentes desde que dejó la casa Blair para dirigirse a una ceremonia que es tradicional para quienes asumen el poder y que se lleva a cabo en la Iglesia Episcopal St. John, ubicada a un costado del Parque Lafayette, que se levanta frente a la Casa Blanca.
De ahí tanto Barack como su esposa Michelle se trasladaron a la mansión presidencial oficial para encontrarse con Bush, el vicepresidente Cheney y sus respectivas cónyuges. Muy atenta la mujer del ahora presidente le regaló a la señora Bush una cajita cuya envoltura lucía un listón y moño rojos, no se supo el contenido. Las parejas se trasladaron hasta el lugar en el que rindió protesta el vicepresidente y posteriormente vino el acto oficial, el que llevó a Obama a jurar, sobre la misma Biblia que usara Abraham Lincoln, “desempeñar fielmente el cargo de presidente de Estados Unidos y lo haré con la mejor de mis habilidades para preservar, proteger y defender la constitución de Estados Unidos”
Igualito, dirían algunos posteriormente, que lo hizo Vicente Fox, quien primero asistió a la Basílica de Guadalupe, luego y tal vez por recato de Zedillo, no fue a verlo para irse juntos a la ceremonia del cambio o no hubo tal encuentro porque como Martita no era aún su esposa cómo le iba a dar un regalito a doña Nilda Patricia que se supiera que sirve para ingerir bebidas generosas; luego y para la triste memoria recibió en plena ceremonia oficial el Cristo que le entregó su primera hija adoptada, Ana Cristina. Fox fue el primero que intentó armar su cuarto de guerra y se manejó como en las series norteamericanas del tipo de West Wind. Obama seguro que vio 24 horas, la primera filmada en ese país en la que se sitúa a un negro al frente de la presidencia.
En fin, hasta rezar lo han convertido, junto con otros actos familiares, en todo un espectáculo del que la televisión en México no quiere estar ajena, desea, por el bien de sus intereses mantenerse en primera fila e intentar, como lo hacen aquí, sacar provecho de cada minuto de transmisión. Y en este show lo mismo participa el propio Papa al enviar un telegrama con un texto de incomprensible humildad frente a las atrocidades que se cometen en EU y aún y cuando el gobierno y sus congresistas fueron claros y tajantes en su apoyo a la masacre generada por Israel en la Franja de Gaza.
No pudieron o no quisieron evitar entrar en el mismo ajo el general Raúl Castro y la presidenta argentina Cristina Fernández, quienes pasaron a un deslucido quinto plano ante el reconocimiento y aplauso de la multitud para Bono, Bruce Springsteen, Shakira, quienes se encargaron de la parte musical del evento, como en México pero sin tortas, a lo cual se unió la expectación por el desmayo que sufrieran los senadores demócratas Edward Kennedy y Robert Byrd en pleno almuerzo. Del primero, ya ungido como amo y señor del planeta, Obama expresó “este es un momento de alegría pero también de reflexión y mis oraciones están con él y su familia y Vicky (su esposa). Les mentiría si no dijera que en este momento una parte de mi está con él”.
Teddy, como cariñosamente lo llamó, fue llevado en ambulancia en tanto que Barack se dirigió al desfile en su honor. El primero y tal vez…

Del discurso de Obama
El engañoso texto del discurso de Barack Obama leído una vez que fue ungido como el presiden número 44 de EU, resulta, por sí solo, altamente revelador. En tanto que señaló “a todos los pueblos y gobiernos que nos están viendo hoy, desde las mayores capitales al pequeño pueblo donde nació mi padre, sabed que Estados Unidos es amigo de cada nación y cada hombre, mujer y niño que busca un futuro de paz y dignidad y QUE ESTAMOS LISTOS PARA SER LIDERES UNA VEZ MAS”. O sea que todo lo anterior se finca en el liderazgo estadounidense y no en su libertad, en las conquistas que cada país ha logrado a través de su historia.
Habló también de “nuestro poder sólo no nos puede proteger, ni nos da derecho a hacer lo que nos plazca”, aunque sostuvo “con alianzas sólidas y convicciones duraderas derrotamos al fascismo y al comunismo” ¿O sea que para ellos el mortal capitalismo, el inhumano neoliberalismo sigue vigente? No faltó quien se cimbró cuando Obama habló de “un nuevo camino hacia delante, hacia el mundo musulmán”. En franca referencia a los gobiernos en Oriente Medio dijo “a los que se aferran al poder mediante la corrupción y el engaño y silenciando la disensión, sabed que estáis en el lado equivocado de la historia, pero que os tenderemos la mano si estáis dispuestos a abrir el puño”.
Traducido lo anterior al español: somos los amos e imponemos condiciones y quien sí merece apoyo y a quien hay que enviarle a las tropas.

Las realidades
Pese a todas las expectativas generadas en torno a Obama y la expresión reiterada de salvar, aunque no será en el corto tiempo, a la economía estadounidense, la Bolsa de Nueva York cayó neutralizando las esperanzas suscitadas al inicio del día. El Dow Jones bajó 4.01 por ciento y el Nasdaq 5.78 por ciento. En México la situación no fue mejor y la Bolsa Mexicana de Valores sufrió la mayor baja en lo que va del año al descender 5.79 por ciento. De nuevo el peso se devaluó frente al dólar en 10 centavos.
Carlos González de Ixe, explicó que los inversionistas esperaban que se dieran a conocer algunos detalles del nuevo plan económico en el que está trabajando Obama. Sin embargo, “la realidad es que hoy el nuevo presidente de EU no da a conocer información nueva, no da a conocer detalles y eso es lo que podría haber decepcionado a algunos participantes ya que están pesando más los datos económicos negativos que se dieron a conocer en ese país durante los últimos días. Así que sintetizan en que el mensaje del nuevo mandatario de EU fue negativo para las emisoras financieras internacionales inscritas en la Bolsa Mexicana de Valores.
Claro que, desde un pequeño municipio en Michoacán, Felipe Calderón habló del que llamó “su colega” y le deseo –en nombre de todos los mexicanos- el mayor de los éxitos subrayando “yo sé que en la medida en que logre sacar a Estados Unidos del problema económico que tiene, en esa medida también nos va a ayudar a los mexicanos” ¿Y si no lo logra qué pasará? ¿A ese grado llega ya nuestra dependencia del vecino del Norte? Don Felipe no fue invitado a la ceremonia del martes porque ya había estado, él solito, con su homólogo, en ese encuentro que le causó un gran placer -¿o sería la finta?- y del que poco o nada sabemos en realidad. En fin, que para el michoacano cuentan y mucho, las afinidades. Tanto él como Obama son zurdos. ¿Significará algo?

De los pasillos
La calificadora Fitch expone: “considerando la severidad de la recesión global y la brusca caída en los precios de las materias primas y los flujos de capital, el riesgo de crisis económica y financiera sistemática en los mercados emergentes, existe el riesgo adicional de que aumenten las tensiones políticas” y, con ello, obviamente, las sociales y para detenerlas ya Calderón tiene sus propias estrategias, todas ellas dirigidas al brutal autoritarismo y hasta a los toques de queda que empezaron a ponerse de moda con el pretexto del narcotráfico.

lilia_arellano@yahoo.com

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