martes, abril 21, 2009

Una responsabilidad: evaluar lo político desde el concepto de la revolución sustentable

Rómulo Pardo Silva
www.malpublicados.blogspot.com

Es urgente medir con una unidad modelo si se está manteniendo o cambiando el rumbo de la maravillosa Tierra que se dirige a un oscuro futuro.

Es común que se analicen los hechos políticos a partir de conceptos como lucha de clases, justicia social, crecimiento económico, independencia nacional, propiedad de la economía, libertad personal, participación ciudadana… Pero se ha llegado en el siglo XXI a una situación en que es necesario hacerlo con un nuevo paradigma.

Hay que enjuiciar las políticas desde el agotamiento inevitable de los recursos naturales. De la respuesta a la amenaza de extinción de la vida y al empobrecimiento de bienes que alentará un genocidio de tipo fascista. Según la visión revolucionaria que apunta al problema vital.

Por esta gravedad no se trata de revolución en los sentidos de la Real Academia Española: ‘Cambio violento en las instituciones… Inquietud, alboroto, sedición… Cambio rápido y profundo en cualquier cosa’.

La meta de esta nueva política revolucionaria es precisa: construir una civilización de economía decrecida sustentable, global, de propiedad social, planificada, que resguarde la naturaleza y toda la humanidad y satisfaga con igualdad las necesidades básicas de las personas; una sociedad que se realice en sus vínculos y los bienes inmateriales de la cultura.

No hay otra solución solidaria para asegurar la vida durante los cientos de millones de años que dice la ciencia son posibles.

Las organizaciones políticas y la población en su inmensa mayoría se fijan otros cambios que valoran más. Están en un error y se requiere un debate y educación.

Una región donde se producen grandes cambios políticos es América Latina. Es importante examinarlos con el programa sustentable para saber de que clase son. Algunos datos.

Cuba. Es una sociedad de bajo consumo material. El estado tiene una red social de seguridad para los alimentos básicos, la vivienda, la salud, la educación. Según WWF es el único país del mundo con desarrollo sostenible y en el Índice de Desarrollo Humano de la ONU supera a países como Brasil México, India, China, Rusia. La mortalidad infantil se puede comparar favorablemente con la de Estados Unidos, la esperanza de vida se eleva a 74 años, los programas de prevención y tratamiento del sida son de los mejores del mundo. Su educación es la de más calidad entre los países en desarrollo y se acompaña de un destacado nivel científico. Como manifestación de solidaridad global miles de cubanos combatieron contra el apartheid sudafricano y 14 mil médicos trabajan en regiones pobres de América Latina y África.

Venezuela. El Movimiento Guevarista Revolucionario en su declaración ‘Venezuela: No se puede gobernar para el pueblo sin romper con el capitalismo y la burguesía’ (1) sostiene que en el país hay una política de alianzas con la alta burguesía, la burguesía emergente, empresas transnacionales y gobiernos capitalistas. Según un dirigente de Empresarios por Venezuela: “la clase empresarial no fue tocada ni con el pétalo de una rosa”.
“… Es el país de la burguesía tradicional y la burguesía emergente que se viste de rojo. Es un país hecho a su medida con todos los privilegios de quien todo lo posee y aun quiere más. Licitaciones de grandes obras de infraestructura, prestamos millonarios y condonación de deudas, dólares preferenciales, tráfico de influencias, yates, aviones, viajes por todo el mundo, mansiones fastuosas, los carros más caros, los mejores restaurantes, sueldos millonarios. Casamientos dignos de algún jeque petrolero, cientos de miles de millones en una danza grotesca… bajo la consigna del socialismo del siglo XXI…”.

Gustavo Fernández Colón en ‘El debate sobre el socialismo del siglo XXI apenas comienza’ dice sobre este país (2).
“En Venezuela, como en muchos otros países del mundo, la conciencia acerca de la gravedad de la crisis ecológica es todavía incipiente. Y si bien es cierto que, desde hace una década, el gobierno revolucionario que dirige el presidente Chávez ha hecho avances importantes en materia de disminución de la pobreza y redistribución de la renta nacional con criterios de equidad, el ideario del socialismo del siglo XXI defendido por nuestro gobierno todavía responde, en sus rasgos fundamentales, al paradigma desarrollista compartido tanto por las derechas como por las izquierdas del siglo XX.

“Para hacerse una idea del alcance de las políticas sociales de nuestro gobierno, vale la pena examinar el más reciente informe publicado por la CEPAL… De acuerdo con este organismo dependiente de la ONU encargado de sistematizar las estadísticas sobre la situación económica en América latina, la pobreza en Venezuela disminuyó de un 49,4 % en 1999 a un 30,2 % en 2006, mientras que la indigencia o pobreza extrema pasó del 21,7% al 9,9% en el mismo período.

“Gracias a nuevas formas de organización comunitaria como las “mesas de agua”, se ha ampliado el suministro de agua potable hasta alcanzar el 92% de la población. Se ha creado un servicio estatal de distribución de alimentos subsidiados que alcanza a 14 millones de personas. Se ha extendido considerablemente la atención médica gratuita a los más necesitados, mediante la puesta en funcionamiento de 4500 consultorios y clínicas populares. El país fue declarado territorio libre de analfabetismo por la UNESCO en 2005 y se ha ampliado notablemente la cobertura del sistema educativo nacional, con carácter gratuito hasta el nivel universitario.

Refiriéndose a las nuevas políticas latinoamericanas en general Fernández Colón afirma:
“… más allá de las divergencias, es posible identificar algunos rasgos comunes en todos los gobiernos de la nueva izquierda latinoamericana. La primera característica es el énfasis en el rol del estado para frenar los desequilibrios sociales generados por el mercado. En la práctica, esto ha implicado una mayor preocupación por la justicia social, el fortalecimiento de los servicios estatales de educación, salud y bienestar social destinados a atender a los más pobres, el énfasis en la soberanía económica, una mayor cooperación e integración entre los países de la región y el intento de zafarnos de nuestra subordinación a los Estados Unidos.

“Pero aun reconociendo los enormes méritos éticos y políticos de este esfuerzo, observamos con preocupación que el problema de la sustentabilidad ecológica de nuestras estrategias de desarrollo aún no está siendo considerado en serio por la mayor parte de los líderes y cuadros dirigentes de la nueva izquierda latinoamericana. Todavía palabras como desarrollo, progreso y crecimiento económico continúan orientando los objetivos de las políticas gubernamentales.

“Es justo señalar que ha habido avances conceptuales importantes en materia de sustentabilidad ecológica. Un ejemplo lo tenemos en la nueva Constitución de la República del Ecuador, que reconoce a la naturaleza o Pacha Mama como sujeto de derecho, y otro en la declaración de los diez mandamientos para salvar al planeta, la humanidad y la vida del presidente de Bolivia Evo Morales. Pero en la práctica, la acción política sigue condicionada por la urgencia de hacer crecer nuestras economías para distribuir la riqueza de una manera más equitativa y atender los problemas de la pobreza y la miseria que aquejan a la inmensa mayoría de nuestra población.”

Bolivia. Fidel Castro en su Reflexión ‘La Revolución Boliviana y la conducta de Cuba’ (3) escribe:
“Es en aras de la unidad y la cooperación de todas las fuerzas políticas, para el desarrollo de Bolivia, que el presidente Evo Morales ha hecho todo lo posible por promover la cooperación, evitando posiciones extremistas que podían dar al traste con el proceso revolucionario. ¿Qué extremismo podía concebirse en el líder boliviano cuando consultó con los electores si la extensión de la propiedad debía ser de 10 mil o 5 mil hectáreas? Evo ha creado por primera vez en la historia de Bolivia una importante reserva en divisas convertibles, que le permiten en este momento enfrentar la grave crisis financiera internacional; erradicó el analfabetismo con el empleo del español, el aymara y el quechua en menos de tres años; lleva a toda la población pobre a disfrutar de un ingreso mínimo seguro; recupera las fuentes de energía y conquista para Bolivia la admiración del mundo.”

Existen cambios revolucionarios sustentables y otros que sólo mejoran la condición presente de los pueblos. Para calificarlos se debe partir de un programa claro.

1 Ver http://www.argenpress.info/2009/04/venezuela-no-se-puede-gobernar-para-el.html
2 Ver http://www.rebelion.org/noticia.php?id=83657
3 Ver http://www.prensa-latina.cu/article.asp?ID={7AB1D8E2-F07D-4F62-90B5-DCC827C973C0})#uage=ES



Contacto romulo.pardo@gmail.com

No hay comentarios.: