viernes, mayo 08, 2009

Columna Asimetrías. Golpismo y Golpistas

Por Fausto Fernández Ponte


08 mayo 2009

“Patricia Haro Montes no sabe lo que dice. El niño mexicano muerto en Houston era nieto de Mario Vázquez Raña. ¿Quiere uno más rico que ese? Que no jodan con el pobrismo”.
Rafael Cardona.

I

El Decreto Presidencial publicado el 25 de abril en el Diario Oficial de la Federación y, por ende, vigente (no ha sido derogado) informa a los mexicanos acerca de la instrumentación andante de un proyecto de Estado que antojaríase siniestro.

Pero antes de proseguir con el tema hágase aquí una breve digresión
para situar en contexto el epígrafe de la entrega de hoy --palabras
del fino amigo y muy reconocido colega periodista Rafael Cardona—
acerca del sentir de la leyente Haro Montes.

El sentir de la señora Haro –quien informa leernos por Internet en
Diario Libertad (80,000 visitas al día) desde Houston-- acerca de la
influenza ocurrente fue consignado en el epígrafe de ayer y concitó
varias reacciones, además de la del señor Cardona.

El caro leyente Rufino López Medina, quien léenos –informa--
también en Diario Libertad, comenta: “la influenza, cuyo virus no
dudo que exista, prefiere cebarse sólo en los mexicanos por el
estridentismo oportunista de nuestros desgobernantes”.

Y más: otra leyente, de nombre también Patricia y apellidada Garza
Victoria, observa zumbonamente: “Propongo que al microorganismo viral de la influenza A-H1N1 se le bautice como “Virus de Calderón” (…)
Éste señor sí que es virulento”.

Más dejemos atrás éste asunto y volvamos al tema a tratar hoy aquí,
el de la significancia del Decreto Presidencial discernida con arreglo a los enunciados de José Alvarado, de “hallar las palabras ocultas”.

II

El decreto aquí aludido fue promulgado a propósito de los brotes de influenza –calificados a priori como epidémicos y pandémicos-- y ha creado de hecho y leguleyamente un Estado de Excepción en materia
de derechos y garantías.

Trátase de los derechos humanos en su cabalidad civil y, desde
luego, de las garantías individuales previstas en la Constitución
Política de los 31 Estados Unidos Mexicanos y el Distrito Federal,
cuya primacía sobre decretos es, en la teoría, incontrovertible.

Pero el leguleyismo –según la peculiar exégesis panista “libre” de
la filosofía del derecho— evidente en el Decreto Presidencial aquí
citado sugiere una contradicción conceptual: invocar la Constitución
para legitimar –legalizar-- la violación de ésta.

Analícese con detenimiento el articulado del ya susodicho Decreto
Presidencial y tráigase a un primer plano de atención del leyente los
artículos VI, VII, VIII y X. El texto está disponible para consulta en www.faustofernandezponte.com.

Y mientras el Decreto Presidencial era vomitado sobre los mexicanos
desde las vísceras mismas del tinglado operativo de los personeros
panistas del poder político del Estado mexicano, éstos aprovechaban la
coyuntura causada por el terror.

Y la aprovecharon para que el jefe de facto del poder político del Estado, Felipe Calderón, promoviese la aprobación en el Senado de la República de cuatro iniciativas de ley cuyo conjunto es conocido como Ley de Seguridad Nacional.

En esa coyuntura de terror, psicosis e histeria colectivas y en Vulneradidad social aguda, la aprobación de la Ley de Seguridad
Nacional resultó inadvertida por los mexicanos. La citada legislación
se aprobó “al vapor”; es decir, sin discusión.

III

Aprobar leyes de esa guisa peculiar –“al vapor”-- significa que no se debaten en el pleno de legisladores los dictámenes de las comisiones en cuyo ámbito cae la tarea de analizarlas, emitir opiniones y votarlas entre los comisionados.

Pillados por sorpresa, los legisladores de las bancadas de los partidos políticos que se describen a sí mismos con elasticidad conveniente como de “izquierda” votaron a favor de esas iniciativas de ley, tanto en comisiones como en el pleno permanente.

Pero, ¿cual es el contenido y, obviamente, el alcance de esa legislación que mueve a no pocos mexicanos a describirla como siniestra y lograr su probable promulgación y secuencial vigencia? Para empezar, los supuestos filosóficos que la inspiran.

Y ese supuesto filosófico (e incluso moral, lógico y hasta estético) son una ringlera de premisas falsas; a saber: que el Estado mexicano “vive hoy un momento crucial en su desarrollo democrático”. A ese respecto, cabrían ciertas precisiones puntuales.

Una, tal vez la principal, es la de que no es el Estado mexicano el que vive ese “momento crucial”, sino el poder político de dicho Estado, que es un elemento constitutivo que debiere estar subordinado a otro superior, el pueblo. No es así.

Y no es así porque ese elemento constitutivo que es el poder político del Estado padece crisis estructural de representatividad y legitimidad; ésta se da en un contexto mayor y amplio de descomposición, que inspira y racionaliza la represión.

Esa racionalidad de la represión identifica y tipifica como delito la disidencia política organizada socialmente o no, e incluso la discrepancia en el ágora y la protesta social como riesgos a la seguridad nacional –interior y exterior--. ¿Destino? La dictadura legal.

ffponte@gmail.com

www.faustofernandezponte.com

Glosario:

Ágora: en las ciudades griegas, plaza pública; asamblea celebrada en ella. Lugar de reunión o discusión.


Estructural: de estructura. En sociología, la estructura de una sociedad es el conjunto de relaciones internas y estables que articulan los diferentes elementos de una totalidad concreta y que determinan la función de cada elemento.

Leguleyismo: de leguleyo.

Ringlera: ristra.

No hay comentarios.: