domingo, mayo 03, 2009

Estudian por qué el mal es más letal con mexicanos que con otras nacionalidades

No parece ser tan catastrófico el brote de A/H1N1: científicos

David Randall
The Independent

Luego de una semana en la que parecía que la calamidad médica iba a arrojarse sobre la pandemia financiera, ayer trajo la tranquilizadora noticia de que el brote de influenza A/H1N1, que afecta ahora a 16 países, podría no ser tan malo como se pensaba. Docenas de muestras han resultado negativas en los laboratorios, lo cual permitió a México reducir de 176 a 101 el número de muertes atribuibles a ese mal. No hubo nuevos decesos la noche del viernes y los hospitales reciben menos pacientes con síntomas severos, y en el resto del mundo muy pocos casos, si es que hay alguno, que muestran síntomas de enfermedad grave.

Sin embargo, voces significativas se apresuraron a declarar que sería prematuro un signo de alivio global. Steve Waterman, doctor que encabeza un equipo de los Centros de Control de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés) de Estados Unidos, que opera en México en estos días, señaló que pronto se sabrá si en verdad la epidemia se estabiliza. También desaconsejó tranquilizarse demasiado por el hecho de que sólo una persona haya fallecido fuera de México, pues es muy probable que haya más muertes conforme la epidemia evolucione.

Sin embargo, concedió que el virus no parece igualar la ferocidad de pandemias pasadas, y un colega suyo, el epidemiólogo Marc-Alain Widdowson, también de los CDC, añadió: El virus lleva circulando más de un mes en una ciudad de 20 millones de habitantes y alta densidad poblacional. Podría haber sido mucho peor.

La Organización Mundial de la Salud indicó que 16 países han reportado hasta ahora 653 infecciones. Los casos confirmados son: 397 en México, 161 en Estados Unidos, 51 en Canadá, 15 en España, 15 en Gran Bretaña, seis en Alemania y números más pequeños en otros nueve países. Italia reportó el sábado pasado su primer caso conocido, un hombre de la Toscana que volvió de México el 24 de abril. Se ha recuperado. Casi todas las infecciones fuera de México han sido leves. En Gran Bretaña, donde ayer se confirmaron dos nuevos casos –uno del marido de una mujer a quien se le confirmó el mal el día anterior–, se investigan 632 casos posibles.

En Hong Kong se desarrolló una situación extraordinaria en un hotel donde 350 huéspedes y empleados han sido encerrados, en tanto funcionarios buscan a cualquier persona que haya tenido contacto con un turista mexicano infectado. El hombre aterrizó primero en Shanghai antes de continuar hacia Hong Kong, donde se hospedó en el hotel Metropark, en el distrito Wan Chai, asiento de bares y oficinas. El sábado, trabajadores de salud vestidos de blanco patrullaban el vestíbulo. Una docena de policías con cubrebocas vigilan al edificio acordonado, el cual está en siete días de cuarentena a partir del viernes.

Un huésped con cubrebocas mostró desde una ventana del vestíbulo un letrero escrito a mano a periodistas que estaban afuera. Decía: Intercambiamos información por cerveza, comida y cigarros.

Singapur, que no ha reportado ningún caso confirmado de influenza A/H1N1, también tomó duras precauciones. Su Ministerio de Salud anunció que a partir del lunes pondrá en cuarentena de siete días a cualquier visitante o ciudadano que haya estado en México la semana anterior. Y en Panamá, la policía detuvo a un estadunidense que salió corriendo de un hospital donde se le sometía a una prueba de la enfermedad.

En México, donde la mayoría de las personas pasaron un segundo fin de semana en encierro, los hospitales públicos han notado un descenso firme en el número de pacientes que llegan con fiebre, lo cual sugiere que la tasa de infección podría estar disminuyendo mientras la nación se cubre la boca y utiliza gel de manos.

En Nueva York, funcionarios indicaron que, luego de un mes de vigilancia, el brote en la ciudad muestra pocos signos de expandirse. El alcalde Michael Bloomberg declaró que la enfermedad ha resultado hasta ahora una molestia relativamente menor.

Ahora el país que empezó la semana como el epicentro de una enfermedad mortal planetaria la termina como un enigma. ¿Por qué no ha habido muertes del virus en ningún otro país? ¿Por qué los muertos eran sólo mexicanos? ¿Fueron personas que no recibieron ayuda a tiempo y cuya enfermedad no se diagnosticó oportunamente? ¿O existe algo especial en las condiciones de México –y una tasa de infección mucho más alta– que lo explique?

El doctor Waterman, de los CDC, a la pregunta de por qué la tasa de mortalidad de la influenza A/H1N1 es tan alta en México mientras sólo se sabe de una persona que haya fallecido en otra parte del mundo, respondió que es una duda clave que su equipo está intentado resolver. Una de las razones principales, cree, es que en México hay mucho más personas enfermas que en otros países.

La razón de que no haya habido muertes en otras partes, si la tasa de mortalidad es de uno por ciento y sólo se tienen 20 casos, es que no ha habido tiempo de ver la mortandad, expresó. Observó que es posible que muchos mexicanos infectados hayan buscado ayuda demasiado tarde.

Pero el tema más importante es: ¿sigue tratándose de un A/H1N1 altamente selectivo y de mortalidad media (comparado con la tasa de 60 por ciento de la gripe aviar)? Y esa pregunta, pese a la naturaleza tranquilizadora de todos los datos divulgados ayer, continúa sin tener respuesta. Tal vez no la tenga antes del otoño.

© The Independent

Traducción: Jorge Anaya

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