domingo, junio 07, 2009

El robo y la corrupción de la mafia política se ha vuelto objeto de análisis científico

Académico estadunidense analizó cómo políticos incrementan sus fortunas desde el poder

Estudian el caso de Raúl Salinas para detectar modelos de lavado de dinero


Roberto González Amador

Hay más de un tema en común entre Raúl Salinas de Gortari, el ex presidente nicaragüense Arnoldo Alemán y Vladimiro Montesinos, el antiguo jefe de espionaje del ex mandatario peruano Alberto Fujimori. Uno es la forma en que desde posiciones dentro del poder político en sus respectivos países estos tres personajes hicieron crecer sus fortunas. Los casos de cada uno fueron incluidos en un amplio reporte sobre el abuso de posiciones públicas para obtener ganancias privadas, que busca generar propuestas para combatir prácticas de corrupción y lavado de dinero en el mundo.

Se trata del estudio El lavado de las ganancias de la corrupción en el sector público, elaborado por Richard K. Gordon, profesor de la escuela de Derecho en la Universidad Case Western de Estados Unidos y uno de los mayores expertos en el mundo en temas de corrupción y lavado de dinero.

El documento, concluido en marzo pasado, tiene el propósito principal de examinar ejemplos pasados de corrupción de alto nivel desde el sector público, detectar modelos de lavado de dinero, analizar la forma en que se dieron los casos e identificar posibles formas en que las instituciones financieras, agencias gubernamentales y las unidades de inteligencia financiera pueden identificar transacciones legales de aquellas que tratan de movilizar recursos de la corrupción.

Reportes de corrupción

Los casos identificados para el estudio fueron seleccionados tras una exhaustiva búsqueda en reportes de corrupción, tanto en documentos oficiales, como en registros de juzgados y reportes anticorrupción de comisiones públicas, así como de fuentes académicas y privadas, indica el documento de Gordon, quien ha sido subdirector del Instituto de Finanzas Internacionales y experto principal del Fondo Monetario Internacional para el sector financiero, con la responsabilidad específica de abordar temas de lavado de dinero y financiamiento del terrorismo.

Uno de los casos que expone Gordon es el de Raúl Salinas, hermano de Carlos Salinas de Gortari, presidente de México de 1988 a 1994.

Es así como Gordon presenta a Raúl Salinas: Tras la elección de su hermano, Carlos Salinas, como presidente de México, Raúl Salinas se involucró profundamente en la administración de su hermano. Fue nombrado para ocupar varios puestos públicos, uno de los cuales fue como directivo de la Conasupo (la extinta Comisión Nacional de Subsistencias Populares), entidad que vendía a precios subsidiados artículos de uso general a sectores menos privilegiados. Raúl Salinas usó su posición para obtener ganancias disfrazadas que pudo desviar para sí, en algunos casos reportando precios más altos a los que en realidad compraba.

Cita a Salinas como responsable de la compra por parte de Conasupo de leche contaminada por la planta nuclear de Chernobyl, en la antigua Unión Soviética, que fue adquirida a bajo precio y luego vendida a la población más pobre del país. En otro caso, añade el reporte, maíz proporcionado por Estados Unidos para su distribución entre los pobres fue vendido por Conasupo a precios de mercado; con el maíz se hicieron tortillas que después fueron vendidas a Estados Unidos.

Habla de que Raúl Salinas obtuvo ganancias de la privatización de empresas públicas durante el mandato de su hermano Carlos. “Un ejemplo fue la venta del canal gubernamental de televisión (Canal 13, luego Tv Azteca) a Ricardo Salinas a través de ‘Salinas Asociados’. Las ganancias de Tv Azteca fueron usadas en parte para hacer pagos a Raúl Salinas, los cuales Ricardo Salinas argumentaba que eran abonos a un préstamo que le había hecho Raúl Salinas para financiar la adquisición. El préstamo fue hecho a una sospechosamente baja tasa de interés”.

Raúl Salinas depositó parte del dinero en bancos mexicanos. Entonces, su esposa Paulina Castañón, usando el alías Patricia Ríos movió el dinero a la oficina en México de Citibank. De ese banco, pasaron a una cuenta concentradora fuera del control oficial, para después ser transferidos a Inglaterra y Suiza, a través de una empresa de Citibank en islas Caimán, llamada London of Troca. El reporte indica que Raúl Salinas movió influencias en dos bancos que habían sido privatizados por su hermano, Probursa (adquirido en su momento por José Madariaga, quien después vendió a BBVA Bancomer) y Serfin (comprado por Adrián Sada y hoy propiedad de Santander) para evitar los controles sobre su dinero.

Los hechos narrados por Gordon son quizá conocidos por el público mexicano, pero el autor del reporte los encuentra, vistos a la distancia, como acontecimientos que dejan ver características que hacen diferente el lavado de dinero producto de la corrupción política de otros tipos de lavado de dinero.

No es sorpresa que las fuentes de las ganancias de la corrupción sean principalmente pagos por obtener contratos gubernamentales o sobornos por recibir favores del gobierno.

Otros casos citados en el reporte, que analiza 21 situaciones de corrupción desde el poder político, son: el ex presidente de Nicaragua Arnoldo Alemán, quien malversó millones de dólares de fondos públicos para su beneficio personal. O el de Vladimiro Montesinos, jefe del espionaje del hoy preso Alberto Fujimori en Perú. De Montesinos dice que armó un esquema para beneficiarse de las compras de equipo militar.

El reporte completo puede ser consultado en: http://ssrn.com/abstract=1371711.

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