viernes, septiembre 04, 2009

Con mi reggaetón no te metas

Barómetro Internacional

Ligia M. García S.

El reggaetón: ¿Una moda u otra forma de desdibujar la mano controladora del imperio?

¿Dónde se fabrican esos CD que a diario escuchamos en el radio, el transporte público y hasta en las manifestaciones revolucionarias, educativas y comunitarias? Creemos que esa música es nuestra porque viene en nuestro idioma, idioma maltratado en la pronunciación de las palabras, que amenaza con desmejorar aún más nuestro lenguaje. Una música que viene del rap y del reggue de los barrios negros de Estados Unidos y nos llega enlatado con una letra sin sentido dónde se vende el sexo superficial, tal como lo hicieron con la salsa, que tenia contenido y color latino caribeño y entonces nos vendieron La Salsa Erótica, cocinada y editada desde Puerto Rico, país éste querido por nosotros los venezolanos, pero que, lamentablemente se ha transformado en una colonia del Imperio Norteamericano.

Una música que es repetitiva, sin matices, donde el ruido pretende alienarnos y la letra es vacía de contenido, promocionando la sexualidad irresponsable, donde a la mujer se la llama perra y el maravilloso acto de hacer el amor se ha vulgarizado. Se descalifica a la mujer, y al hombre se le trata de cabrón: “Dale, dale, dale, papi dale, que son las seis y ya viene mi marido”, otra: “Salí con tu mujer, salí con tu mujer”, “Eres mi cachorrita yo soy tu perro y voy a moldelte. “

Unas letras donde “subliminalmente” se les canta a la mariguana y a la cocaína y nuestros niños(as), adolescentes y jóvenes bailan y escuchan estas canciones desde que comienzan a caminar, yo diría que desde el vientre, y comienzan a contonearse como si fueran perritas y perritos en celo. Estas canciones, repito, las escuchan en el transporte escolar, en los hogares, hasta en las escuelas y manifestaciones culturales revolucionarias.

Si esta apreciación es cierta, ¿cómo podemos hablar de antiimperialismo y de revolución, si con tal de atraer a jóvenes a los eventos les damos ese tipo de medicina, sabiendo que son el futuro de nuestra patria, la generación de relevo?

¿Será que nadie se ha percatado, que se está dañando a nuestros jóvenes, atentando una vez más contra unos valores cada vez más deprimidos? ¿Qué dicen los sociólogos, sicólogos y maestros al respecto?, ¿Será una moda que no dejará secuelas?

Y las niñas, que ingenuamente bailan el perreo y son observadas por vecinos, tíos, adultos, quizás enfermos ¿no corren riesgos? ¿Sólo la responsabilidad es de sus madres y representantes? Saben los sociólogos y sicólogos que el mayor índice de violaciones y abusos sexuales se da en los hogares, y son los familiares y vecinos o amigos de la familia los que actúan en tales hechos, aún sin haber provocación.

Por favor que alguien me diga si estoy equivocada. ¿O es quizás que estoy pasada de moda?

lgrupoliterarionosotros@hotmail.com

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