miércoles, octubre 28, 2009

Columna Asimetrías. 1810, 1910, 2010




28 octubre 2009

“El ataque concentrado, marrullero, a los electricistas es un caso flagrante de violencia de Estado”.
Carlos Montemayor.

I

La historia según la describía José Ortega y Gassett es profecía, ergo, los historiadores –que es la formación académica de éste escribidor—son profetas. Para otros, como H. G. Wells, la historia humana es en esencia la historia de las ideas.

Y Marx, celebrado y a la vez incelebrado e incluso temido hoy por sus ideas --interpretaciones del conocimiento de predecesores— mas también exaltado por su lucidez que exhíbese augural, decía que el motor de la historia es la lucha de clases.

¿Lucha de clases? La definición sociológica y de la ciencia política del fenómeno ocurrente –omnipresente-- de los antagonismos surgidos desde el momento mismo en que la sociedad humana se escinde en clases y estratos.

Roger Bartra define a la lucha de clases como “el enfrentamiento activo constante que se produce entre las clases antagónicas en virtud de la contradicción que existe entre sus respectivos intereses”.

Así, la lucha de clases tiene varias expresiones: una, la económica; otra, la política. El sociólogo Bartra identifica una tercera expresión, la de la lucha teórica, que no es otra cosa que la
batalla entre concepciones opuestas del mundo objetivo.

Insoslayablemente, la lucha de clases accede y transita de una etapa o fase a otra, como bien lo describe el escritor Montemayor, autor del epígrafe de la entrega de hoy. Blanchet la registra sucintamente: “El gobierno le ha declarado la guerra al pueblo”.

Julio Ricardo Blanchet Cruz –reconocido comunicador, fundador de Diario Libertad y de Radio Libertad, medios difusores internéticos de documentado alcance mundial—se refería al decreto presidencial que extingue a Luz y Fuerza del Centro.

II

Ese decreto tiene por consecuencia el desconocimiento unilateral de un contrato colectivo de trabajo entre el Sindicato Mexicano de Electricistas, el más antiguo del país, y LyFC. El decreto desemplea de un golpe a más de 61 mil mexicanos.

Luego de ese golpe, éste escribidor, en charla privilegiada, confidencial por acuerdo mutuo, con cierto subsecretario de despacho del Presidente de Facto Felipe Calderón, registró un aserto muy explicativo: “Matamos varios pájaros de un tiro”.

¿El tiro? ¿Y los pájaros? El tiro fue el decreto mismo que extinguió a LyFC. Y los pájaros fueron, principalmente, (1) el SME, (2) el sindicalismo independiente y (3) la debilitación política de lo
que éste incógnito subsecretario describió como “pejismo”.

El pájaro mayor –al decir del subsecretario no identificado-- es consolidar la privatización de la producción y abasto de electricidad y el aprovechamiento comercial de la fibra óptica. LyFC y el SME eran obstáculos a ese empeño privatizador.

La privatización –“desincorporaciòn”, la llamaba Carlos Salinas-- de servicios públicos es opuesta a su socialización. Privatizar tiene fines de lucro, por lo general desmedido; socializar tiene propósitos opuestos: no lucrar con necesidades sociales.

Antes de proseguir precísese a título de salvedad que los periodistas solemos tener acceso a los personeros del poder político del Estado de alta jerarquía bajo ciertas reglas acordadas que impide a aquellos atribuirle a éstos sus decires propios.

Pese a esa limitación, lo que platican los personeros panistas del poder político del Estado a los periodistas sirve a éstos, precisamente porque de esa guisa se sabe qué piensan o cuél es su percepción, registro y exégesis de la realidad. Viven en otro mundo.

Lo mismo ocurre con los personeros priístas, perredistas, etc., del poder político del Estado. Éste arreglo que garantiza el anonimato de los políticos tiene, empero, cortedades obvias: desinformar, manipular información y evadir responsabilidades.

III

Pero su utilidad es indudable. Más allá del discurso oficial, siempre hay otras razones. En el caso de la extinción de LyFC y cese secuencial y simultáneo del SME, la razón verdadera es omitida en el discurso del Presidente de Facto.

No en vano José Alvarado solía decir al describir el oficio del periodismo que hallar las palabras ocultas en los hombres es hallar la verdad o, añadiríamos, una de las verdades: la que no dicen los personeros del poder político, la que sí dicen y la que es.

Y lo que hoy hacen es igual a lo que hicieron en 1810 y 1910: ejercer el poder político como subrogación ilegítima --por corrupción moral-- del poder económico, que es desde cualquier prisma el poder real. Así, ese ejercicio es antisocial. Contra usted.

Contra la sociedad, pues. En 1810, la esclavitud de la fuerza humana del trabajo –es decir, las fuerzas productivas que crean riqueza-- y el saqueo inicuo de los tesauros físicos y sus secuelas brutalmente antisociales detonaron la guerra de Independencia.

En 1910, los mismos motivos atizaron las fogaratas de yesca que hicieron arder llanos y serranías. La esclavitud tenía otros atuendos, mas eran sin duda de sumisión irredenta. Despojo y explotación devenían en apropiación inmoral de la riqueza social ajena.

¿Determinismo histórico? ¿Explosión sísmica cada cien años? No en un sentido científico, sino en la ristra sistémica de yerros que activan a la ley universal de las contradicciones, alteran correspondencias y crea desenlaces reivindicadores violentos.

Y es que el señor Calderón, pretoriano plutócrata del poder real, el del dinero, enfermo de psique y magra actividad neuronal, ha ahondado ineptamente y con ayuda del PRI las causas y apretado el paso de los vectores que van por atajos revolucionarios.

Quizá sea don Felipe, fiel a su asunción espuria, el último Presidente de la III República (la de 1917, que sustituyó a la de 1857 y ésta a la de 1824), la que dará paso por volición social a la siguiente, pues la actual ya está lista para aplicarle el santo óleo.

ffponte@gmail.com

www.faustofernandezponte.com

Glosario:

Determinismo histórico: en su acepción filosófica más general, sistema de pensamiento que niega a los hombres la libertad de obrar.
“Pejismo”: en alusión al Movimiento de Resistencia Civil Pacífica que abandera Andrés Manuel López Obrador, a quien coloquialmente se le moteja El Peje, criatura acuática emblemática de su solar nativo, Macuspana, Tabasco. El pejelagarto es un vestigio zoológico de los saurios, adaptado por la evolución al entorno. Es una criatura resbalosa, escurridiza, de escamas duras, difícil de capturar.

Lecturas recomendadas:

La economía de México, de Francisco Carrada Bravo. Trillas.
Biografía de una nación, de José Fuentes Mares. Océano.
Historia de la Revolución Mexicana, de José Mancisidor. Proculmex.

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