miércoles, noviembre 11, 2009

La columna desautorizada de Arreola y Navarrete


Ya sé que Federico Arreola no autoriza la publicación de la siguiente columna que él mismo escribió para el SDP noticias y que luego borró, aduciendo que lo hacía por ética, porque Navarrete se lo había pedido en el entendido de que lo que se había dicho en la conversación era privado, pero, como yo no soy sumiso al poder de nadie y sobre todo, porque lo dicho ahí es de interés público, aquí les va. ( y luego mis comentarios).

Charla con Navarrete sobre la izquierda en 2012


Federico Arreola

10 de Noviembre,2009

SDP Noticias (borrada)(pueden encontrar una imagen de la misma aquí)


En el aeropuerto capitalino me encontré a Carlos Navarrete, el perredista que preside el Senado. Esta persona me cae muy bien y creo que siempre hemos tenido buena relación, a pesar de que ahora tenemos diferencias políticas fundamentales.


Navarrete es uno de los chuchos y, por lo mismo, es partidario de negociar con el gobierno y con los otros partidos.


En la charla solo le reproché una cosa: que participe con tanta facilidad en eventos encabezados por Felipe Calderón, a quien Navarrete considera (o consideraba en 2006, no sé si ha cambiado de idea) un presidente espurio.


Navarrete justificó eso diciendo como Presidente del Senado tiene que juntarse con el titular del ejecutivo. Puede ser, pero creo que si Navarrete considera a Calderón producto del fraude electoral, no debería dirigirle la palabra.


La parte más relevante de la plática fue la relacionada con la forma en que debe elegirse al candidato presidencial de izquierda para 2012.


Le dije a Navarrete que, en mi opinión Andrés Manuel López Obrador va a ser candidato, independientemente de lo que diga o haga la burocracia de PRD.


Para Navarrete, si AMLO busca la Presidencia sin el PRD, perderá. Le dije entonces que el PRD lo apoye y ya. Porque el PRD sin AMLO perderá más fácilmente. Navarrete no estuvo de acuerdo.


El senador dijo que AMLO puede ser o no candidato perredista, pero que eso lo va a determinar el partido con base en unas reglas que AMLO debe aceptar le gusten o no.


Ese es el problema, creo: hace rato que nadie sabe cuáles son los intereses reales de la dirigencia del PRD, que yo veo demasiado cerca del PAN y del PRI.


En opinión de Navarrete, el PRD no debe elegir a su candidato mediante una elección interna, sino atendiendo el resultado de las encuestas. Le replique que el problema de las encuestas es la credibilidad de los encuestadores y las preguntas a plantear. Dije también que los que habían inventado eso de elegir candidato mediante encuesta eran AMLO y Marcelo Ebrard y que, al parecer, ellos tienen un acuerdo en ese sentido, lo que genera un problema que, estoy seguro, a la hora buena no van a poder resolver correctamente porque, insistí, no hay muchos encuestadores con crediblilidad y los mejores están comprometidos.


Roy Campos, por ejemplo, es muy buen encuestador. Pero trabaja para Ebrard y para Televisa y ha estado cerca del PRI. María de la Heras es mejor todavía, pero ha trabajado mucho para el PRI. Y ni modo de recurrir a las ligas menores como Liébano Sáenz, demasiado cercano a Peña Nieto.


Creo que si la izquierda quiere hacer lo correcto debe abrir un proceso interno democrático en el que vote toda la gente que desee hacerlo. Navarrete no está de acuerdo con esto porque, argumenta, se dividiría el PRD.


Si el PRD no es capaz de organizar contiendas internas con credibilidad, pues entonces es un partido sin futuro. En este caso, lo mejor que puede pasarle a la izquierda es que AMLO se va vaya por PT o por Convergencia.


Por otro lado, le dije a Navarrete que el PT y Convergencia, debido a la actual ley electoral, no están interesados en ir junto al PRD en 2012. Sencillamente no les conviene. Para cualquiera de los dos partidos sería maravilloso contar con un candidato fuerte como AMLO, lo que dejaría al PRD, si no se sumara a esa candidatura, en el cuarto lugar de la contienda.


Le sugerí a la Navarrete, con respeto, que arregle sus diferencias con AMLO. Dijo que lo va a buscar. Pero Navarrete no quiere ir a la oficina de AMLO. Porque, según él, el presidente del Senado no puede ir a hacer antesala en la Presidencia legítima.


Ahí le pregunté por qué si le hace antesalas a Calderón, algo que no le honra, y fue cuando me dijo que estaba obligado como presidente del Senado. Mala respuesta de Navarrete.


Eso sí, y admito que tal vez fui majadero o imprudente, le recordé que él, Navarrete, no tiene el nivel de AMLO, que no se compare. Por presidente del Senado que sea (un Senado que yo y millones de mexicanos no respetamos) no posee ni la autoridad moral ni la trascendencia de López Obrador.


Navarrete es un gran tipo e igualmente es buen político, pero está muy lejos de Andrés Manuel. Debería ubicarse.


En fin, el 22 de noviembre, en el Zócalo, AMLO dará otra muestra de su liderazgo. No hay en la izquierda nadie capaz de encabezar un evento como ese.


Hasta aquí la columna, que como ya la han dicho mucho mis amigos tuiteros no tiene nada que no sepamos. Pero lo más gacho fue que Arreola decidiera borrar su columna del SDP, para horrible descrédito de uno de los pocos medios con los que cuenta nuestro movimiento y que luego insistiera obstinadamente en Twitter que no se difundiera.

Dice Robert Fisk que los periodistas están obligados a estar alejados de los centros de poder. Y Rafael Correa que no le importan las cámaras pues él con ellas o sin ellas dice las mismas cosas. Estos dos personajes son el reverso de la moneda de estos dos sujetos.

Uno, el Chucho Navarrete, es un traidor al movimiento por la democracia en nuestro país. Hicimos bien en silbarle aquel día frente a la Torre de Pemex, nos quedamos cortos, poco tiempo después sería parte del fraude electoral en el PRD y dejaría sus principios por los suelos por un cargo en el senado (con s minúscula). No coincido en lo más mínimo con Arreola, es un tipo de baja calaña y una basura de político, demostrado.

El otro, Federico Arreola, no ha entendido que las pláticas entre periodistas y políticos no pueden ser privadas porque faltan a la ética. El periodista está obligado a velar por la verdad. G. W. Bush no puede enseñarla a un periodista las fotos de Abu Ghraib y luego pedirle que no hable de ellas porque fueron mostradas en un ámbito privado. Es estúpido pensar, primero que un político piense que lo que le dice a un periodista este último este obligado a mantenerlo en secreto y también que un periodista guarde una información de primera mano en un tema que es de interés nacional. Es un feo asunto de complicidades.

Lo que pone negra la cosa es que Arreola (el periodista, dizque) se obstine a esconder la conversación con Navarrete (el político). No hay ética alguna que justifique esconder la verdad, máxime cuando esta ya se abrió paso al terreno de lo público. La acción de esconder en lo oscurito lo dicho en un aeropuerto es hipócrita y sobre todo ridícula, pues con esto sólo lograba darle publicidad a la misma. Si esto último era el propósito es doblemente hipócrita pues oculta nuevamente sus intenciones.

¿Acaso creé Federico Arreola que recuperaría la amistad de Carlos Navarrete pidiendo que no se difunda y desautorizando su columna?¿Quiere quedar bien con el presidente del senado? ¿Nos cree estúpidos? ¿Le molestó tanto a Navarrete que nos enteráramos que no hace antesala en el Gobierno Legítimo y con el espurio, sí? ¿Cuál hubiera sido la reacción del antiguo Víctor Hernández, el del aguerrido Sendero del Peje, si algo así hubiera pasado? ¿Es tanta la sumisión al capital de Arreola que está dispuesto a callar por completo lo que tanto se crítica del otro lado? ¿O ya de plano preferimos ser cómplices?¿Ahora qué pensamos de la desautorización de De la Madrid a la entrevista con Aristegui?

El problema de haber vendido El Sendero del Peje es ese. La pérdida de la autoridad moral. Eso no quiere decir que el antiguo Sendero no cometiera errores. Pero estos eran de otra índole, nunca de estar comprometidos con el poder, y menos con un chucho. Con F.A. perdió toda independencia y ahora Víctor tiene que cargar con la falta de libertad y el periodismo combativo al que nos tenía acostumbrados tiene que silenciarse. Lástima, carajo. Otros tendrán que abrir caminos genuinos de comunicación con un pueblo ávido de saber para cambiar su destino. Urgen medios alternativos.

Es una pena que haya ocurrido, pero nos ha enseñado más verdades que las que nos quisieron ocultar.

Cambio y Fuera.

1 comentario:

sadim dijo...

Tienes mucha razón el periodismo con la politica o politicos es como el agua y el aceite, no se pueden revolver; creo que el sendero cayo muy bajo por culpa de arreola, primero le quito su ungrediente principal, lo irreverente y directo (lexico vulgar) que entendio toda la sociedad, alta, media y baja, intelectuales, trabajadores, amas de casa, creo que arreola es con a chica, es el lobo vestido-disfrazado con piel de cordero, creo que el fue el que influyo en Andres Manuel, en no ir mas haya del planton en reforma, pudiendo haberse parado el pais, ya no hay ese Amlo de las tomas de los pozos petroleros,¿sera por la conseja de arreola?