jueves, diciembre 10, 2009

El cordero de Hacienda

• El ejemplo de Sinaloa…
• El PEF y la gasolina


A Puerta Cerrada
Marcela Gómez Zalce


El orgullo, mi estimado, se encuentra en el fondo de todos los grandes errores. Maravilloso el contexto de botones políticos en una mercería atiborrada de simulaciones, cinismos y desencuentros. El primero tiene que ver con la atractiva fotografía (Reforma) tomada hace dos décadas del actual alcalde de Culiacán, Jesús Vizcarra, quien aparece en un rancho privado rodeado de traviesos personajes del organizado crimen.
Jesús, delfín del gobernador Aguilar Padilla, ha salido a defender lo indefendible y le solicita a la PGR de Arturo Chávez Chávez una carta de buena conducta para continuar con sus aspiraciones políticas. Un guiño de buena voluntad de este (des)gobierno que lo deslinde de una foto que dice mucho desencadenando que Vizcarra pida audiencia con Chávez para revisar si a lo largo de su vida ha cometido algún ilícito.
Es probable, my friend, que Jesús no haya cometido violación alguna, pero lo que debe aclarar muy puntualmente, sin perderse en pendejadas jurídicas y cortinitas de humo, es qué hacía en un rancho propiedad de un poderoso narcotraficante. Porque el ejemplo de esta simpática fotografía tiene secuelas importantes en los mensajes que Sinaloa… y su polémico gobernador quieren enviar. Y efectivamente honran aquellito de dime con quién andas y te diré quién eres. El ejemplo para las nuevas generaciones de sinaloenses será que no hay límites, barreras, pudor y ética para aspirar a ser gobernador. Es el cinismo en su más pura expresión.
El dilema, mi estimado, es que no hay dilema. Lo que hay es la distintiva terquedad (moda sexenal) de Aguilar Padilla por imponer al alcalde de Culiacán como candidato, sin importar viejas imágenes que, by the way… compromete a ambos porque en la fotito Jesús ya contaba con la edad suficiente para saber el negocio de esos simpáticos revoltosos.
Pero al PRI de la bendita y virtuosa Beatriz Paredes no parece escandalizarle en absoluto que el encantador delfín de uno de sus gobernadores aparezca en una imagen rodeado de narcos. Sello que convierte a este partido en blanco fácil para una campaña de descalificaciones porque… el que se ríe se lleva y el que se lleva se aguanta. Y de ser Vizcarra el candidato, my friend, Sinaloa podrá presumir, además de ser un estado (bellísimo) atiborrado de traviesos, un ejemplo mundial para las nuevas generaciones del cinismo mexicano. El PRI y Aguilar Padilla enseñan que sí se puede y al diablo con la vergüenza.
El segundo botón es la terca decisión de Felipe de seguirle dando en la madre al país con sus pésimas decisiones. De desoír las señales enviadas por diversos sectores y especialistas que ante la volatilidad de la actual crisis le sugerían dejar a Carstens y a Ortiz en sus respectivas carteras y medirle el agua a los camotes económicos.
Pero no.
Calderón, más preocupado en las próximas elecciones, movió sus fichas. A Carstens —que ya estaba hasta la madre del gymboree (con minúsculas) en Los Pinos— le dio el BdM para darle flit a Guillermo Ortiz, con quien tuvo severos desencuentros en materia económica. El lamentable paso de Agustín por Hacienda resultando en errados diagnósticos y nula ejecución de medidas anticíclicas contrastan con su éxito de la incontinencia verbal y el talento en relaciones públicas con lacritas tricolores. Feliz y sin decoro, Carstens será gobernador del banco central…
¿Y Ernesto Cordero, apá…?
Representa la espléndida imagen de este sexenio. La imagen del chisguete. Sin pasado que le de credenciales suficientes para ser titular de Hacienda cuenta, of course, con lo único importante: la amistad de Felipe Calderón.
Su lealtad es pagada y se pavimenta una posible candidatura aunque (chill dorks) el 2010 trae descomunales retos en materia económica y falta medir las reacciones internacionales de tan, digamos, atinado nombramiento.
Ahora, mi estimado, la parte divertida…
Que radica en los arreglones que tejió Carstens con el PRI durante el accidentado jaloneo del PEF y que Cordero podría bien… no cumplir. Y como el billete es motor (de poder) electoral, las lacritas podrían quedarse sin gasolina. ¿Me sigue?
El aviso integral de Felipe y sus genialidades es que va por todas las canicas. Es el inicio de un nuevo capítulo de hostilidades por parte de un personaje inseguro, autoritario, indeciso e intolerante. Es ir construyendo el camino, acompañado de una inédita sordera, para el futuro, haiga sido como haiga sido.
¡¡Chingoooooón!!
gomezalce@aol.com
Fuente: Milenio

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