martes, junio 01, 2010

La Columna del Director. Miguel Ángel Granados Chapa






01 junio 2010
Buen día, Lector: en nuestro gremio –es decir, el de los periodistas--, Miguel Angel Granados Chapa es un icono de ejemplaridad y, por ende, de emulación, así como lo han sido y lo son no muchos oficiantes de los rituales de la difusión contextualizada.

El tema de la personalidad y, sobre todo, la trayectoria y la obra de éste periodista es traída a cuento por la publicación del libro más reciente de Humberto Mussachio, periodista también y, por añadidura, enciclopedista, ya en librerías.

En ese libro, intitulado Granados Chapa / un Periodista en Contexto, el colega Mussachio afirma en una entrevista publicada en El Financiero, diario de la capital, que don Miguel Ángel ha participado en todas las cruzadas por la libertad de expresión.

Señálese que esas cruzadas aun se realizan, fedatariamente, doquiera nuestra geografía. Los defensores de la libertad de expresión son pocos y viven bajo acoso del poder que es y que está, nervioso e intranquilo ante el alcance de la palabra y la pluma.

Y cierto es. A don Miguel Ángel, recipiendario de la medalla Belisario Domínguez que otorga anualmente el Senado de la República, es un hombre cuya columna diaria, Plaza Pública, se ha convertido en exégesis opima de la realidad circundante.

Ésta realidad es opresiva y tan pesada en el ánimo social que para registrarla y discernir sus componentes (y la interacción dialéctica de éstos) exige el concurso de quienes, como don Miguel Ángel, decodifican las palabras ocultas de los hombres.

El género periodístico cultivado por don Miguel Ángel es el de la columna de ensayo, escrito siempre con acuciosidad y puntualísimo estilo analítico, del cual no escapan aun aquellos elementos discursivos y retóricos más elusivos, inasibles a otros.

Su columna es, en sí, un ejemplo cotidiano de género. Es el análisis pedagógico de un sucedido y la identificación de lo constitutivo del contexto general y, luego, de los microcontextos. Pocos periódicos en México publican ese tipo de material.

Así, ese género –no fue inventado por don Miguel Ángel, pero sí recreado y ampliado y enriquecido— no suele hallarse con la frecuencia deseada en las páginas de opinión de los periódicos, dados más a la puerilidad coyuntural de lo intrascendente.

Ese género, el de situar hechos y sucedidos cotidianos y ocurrentes en su contexto –o periodismo contextualizado— equivale a iluminar un paisaje y no pocas veces hasta los horizontes prospectivos y permite, secuencialmente, comprender cabalmente la realidad.

En casi medio siglo de ese quehacer, don Miguel Ángel es emblema de nuestro oficio no sólo en lo que atañe a su perspicacia, agudeza e inteligencia, sino también a su integridad moral y ética. Seguir los pasos de éster hombre es desafío a los jóvenes.

No hay comentarios.: