miércoles, agosto 11, 2010

Calcetines con estrellitas

El programa de entrega de uniformes gratuitos es una buena idea que el gobierno panista de Sonora se trajo del gobierno del Distrito Federal. Así es en efecto: hace años el gobierno de Marcelo Ebrard lanzó el programa de entrega de uniformes escolares gratuitos. Es una gran medida de apoyo a la economía familiar; pero es una lástima que los panistas chilangos reputen tal programa de populista y electorero. Es de suponerse que no dirán lo mismo aquí. Son los milagros de la congruencia.

La existencia del mismo programa en dos entidades, cuyos gobiernos encarnan ideas no sólo distintas sino contrapuestas, brinda la oportunidad de hacer comparaciones. De esa comparación usted puede sacar conclusiones…e inevitables suspicacias. Veamos:

Número de buquis o plebes uniformados, Sonora: 545,000

Numero de chilanguitos uniformados, Distrito Federal: 1,875,000

Uniformes gratis por plebe, Sonora: 1, uno

Uniformes gratis por chilanguito, D.F.: 2, dos

Costo del programa, Sonora: 207 millones de pesos

Costo del programa, Cd. De México: 450 millones de pesos

Proveedores autorizados Corruptilandia, perdón, Sonora: 3, tres

Proveedores autorizados Chilangolandia: 1186, mil ciento ochenta y seis proveedores

Promedio niños uniformados por proveedor, Sonora: 181,000 ciento ochenta y un mil

Promedio Chilanguitos uniformados por proveedor, D.F.: 1,580 mil quinientos ochenta

Costo por uniforme, Sonora: $ 380.00 Trescientos ochenta pesos

Costo por uniforme, D.F.: $ 150.00 ciento cincuenta pesos (dos uniformes por niño).

De la numerología anterior, hecha con información disponible, al alcance de algunos clicks, se desprenden datos tan relevantes como que en Sonora cada uniforme costará más del doble que en el D.F. Que mientras que en Sonora la producción y venta de los uniformes la agandallaron tres empresas, en la otra entidad el numero de empresas autorizadas es de más de mil.

Un dato adicional retrata por completo la abismal diferencia en la concepción de los programas en ambas entidades: En el Distrito Federal se formaron poco menos de cien cooperativas de mujeres que se encargan de producir una gran parte de los uniformes escolares. Mientras tanto en Sonora, los “ganadores” de la licitación fueron tres empresas, dos de las cuales han sido señaladas como empresas fantasma, con domicilio fiscal en casas particulares y cuya constitución es tan reciente que las sospechas brotan sin que nadie las llame.

El necesario segundo uniforme, que es gratuito en la Ciudad de México, en Sonora lo venderán “con descuento”. ¿Quiénes?...Adivinó usted: los mismos tres proveedores; que de ese modo no sólo se beneficiarán con los 207 millones del erario, sino que a la maltrecha economía de las familias sonorenses le darán tremenda mordidota. Vivillos desde chiquillos, generaron su propio mercado.

Otra comparación inevitable es el hecho de que en el Distrito Federal los uniformes escolares, en lugar de propaganda de gobierno, cuentan con la identificación de la escuela a la que asiste el niño. En cambio en Sonora, ni los calcetines se salvaron de que les imprimieran las seis estrellitas y el lema del actual gobierno. Quizá sea una nimiedad, pero no deja de ser indicativo de dónde están las prioridades de cada gobierno.

Así son las novedades del nuevo Sonora. Quienes pensaron que con el “cambio” ya no habría más de lo mismo, ahora tienen lo mismo… pero más.

Martín Vélez

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