miércoles, agosto 18, 2010

La pinche ideología del "éxito"

Sique

Por todo México se anuncia el libro de "Carlos Slim. Retrato Inédito" de José Martínez.


"Todos soñamos con el éxito"... dice la publicidad.

"El cerebro del mayor imperio económico de México"
"Un mecenas... su carácter altruista..."

"El reto de Carlos Slim en los próximos años es crear el capital físico y humano en América Latina para contribuir, en la medida de sus posibilidades empresariales, a combatir los rezagos de la pobreza y el desempleo que aquejan a la región". ¡Qué bárbaro, hasta a los humanos se les llama capital! Podría empezar bajándole a los precios de telefonía que son los más caros del mundo.

El gran perjuicio que los medios están haciendo mediante esta propaganda afianza aún más la ideología dominante y criminal en la cual el dinero es sinónimo de "éxito", "inteligencia", "moral" y "altruismo".

Para la ideología capitalista no es la honradez, el amor, la solidaridad, la productividad, la igualdad, la justicia, la libertad, la salud, etc... lo que constituye el éxito, sino el dinero. Convierte en modelo a seguir a un individuo que a base de la explotación del hombre por el hombre, del monopolio y de la codicia ha llegado a ser el hombre más rico del mundo en un país de 50 millones en la pobreza y 20 millones en la extrema pobreza.

¿Cuántos millones de mexicanos no querrán ser Carlos Slim? Seguramente muchos. Sería bueno que los 107 millones fuéramos los más ricos del mundo, y mejor, los 6,000 millones que pueblan el planeta. Es la ideología dominante que propaga el dinero como el mayor bien que un ser humano puede tener. Muchos creerán que su riqueza proviene de su "inteligencia" porque así lo vende el sistema con unos 5,000 impactos diarios a través de todos los medios. Muchos creerán que porque tiene una que otra fundación ya es "filántropo" sin detenerse a pensar que sus millones los ha obtenido a base de sacarle a cada mexicano una alta plusvalía en todos los bienes y servicios que ofrece además de robarle al erario de la nación porque no paga sus impuestos debidamente. Sin embargo, la ceguera es tal, que no lo ven y entonces este delincuente tiene el descaro de pavonearse con su grosera riqueza y despertar admiración y envidia de una multitud de pendejos que pasan un sinfin de preocupaciones económicas.

Carlos Slim no es más que un vivales que aprovechó favores y sirvió de testaferro en el momento adecuado. Su inteligencia, si así se le puede llamar, no pasa de conocer muy bien a su gente y de una especial habilidad para manejar el dinero y para explotar a los demás. Como muestra de ello está el hecho de que tenga "el reto" de "crear el capital físico y humano en América Latina para contribuir, en la medida de sus posibilidades empresariales, a combatir los rezagos de la pobreza y el desempleo que aquejan a la región". Significa que Slim no tiene dos dedos de frente para comprender algo muy elemental: que "sus posibilidades empresariales" son incapaces de combatir los rezagos de la pobreza y el desempleo porque es a eso precisamente a lo que han contribuidos sus prácticas monopólicas y explotadoras. Este señor sólo tiene inteligencia para la rapacidad y el pillaje, está muy lejos de entender una economía que permita a América Latina salir de la pobreza porque sería exactamente la contraria a la que se alínea. Tampoco posee una noción ética que lo llevara a vencer el reto. Así que le tengo malas noticias al señor Slim, el reto que se ha puesto no podrá cumplirlo nunca. Si pudiera ya lo habría comenzado a hacer pero no tiene ni puta idea de con qué se come la justicia social. La buena noticia para él es que cuando fallezca también será el muerto más rico del mundo. Se podría crear una lista como la de Forbes, una especie de "Forbes post mortem" para los más ricos del panteón. Ahi estaría el Sr. Slim en primer lugar. Ahí estarían los muertos "más exitosos".

La ideología capitalista no permite ver el éxito en una persona que siendo honrada vive de su trabajo sin explotar a nadie, que es admirada por lo que es y no por el dinero que se robó, que tiene el amor de la gente por su generosidad, que goza de su trabajo, que es solidaria, que disfruta a sus hijos, etc...

Carlos Slim podrá disfrutar de mucho, muchísimo lujo, pero nunca sabrá si alguien (ni siquiera sus hijos) lo quiere por lo que es como ser humano, lo cual sería difícil; nunca podrá salir libremente a la calle; siempre será esclavo de su dinero; nunca sabrá disfrutar de la verdadera generosidad, por más fundaciones que tenga; nunca sabrá si lo invitan por gozar de su compañía, es más, no creo que nadie lo invite para eso sin que haya otro tipo de interés y además será uno de los responsables del rezago y la pobreza del país. Y sin embargo, muchos lo envidian, engañados por un sistema estúpido que cree que el éxito en la vida es convertirse en el hombre más rico en un mundo en el que el 70% de la población carece de lo indispensable.

Carlos Slim es de la misma ralea de Bill Gates, Warren Buffet y toda la caterva de payasos de la lista de Forbes que hace unos días se hicieron publicidad diciendo que donarían la mitad de su fortuna para "causas altruistas" con el afán de mejorar su imagen. Pues para "causas altruistas" ahí está Haití debatiéndose en la inopia, ahí está Pakistán donde 20 millones no tienen nada y se acercan a la cámaras de televisión haciendo señas de que tienen hambre. ¿Qué pasó señores millonarios? Salgan al quite ya no con la mitad de sus fortunas, con el 1% bastaría.La farsante ONU a través de su títere Ban Ki Moon fue a Pakistán dizque a ver cómo estaba la cosa, y cuando la vió dijo que ¡era uno de los desastres más grandes que había visto! Quedó de enviar 900 millones de dólares, ni siquiera mil para redondearle, mismos que obviamente no han llegado. Igual que con Haití que las naciones prometieron 5,000 millones y no han llegado más que mil, pero no para ayudar a los haitianos sino para darle acomodo a los militares gringos. El único país que, en medio de sus dificultades económicas debidas al bloqueo de los gringos, ha ayudado a los haitianos antes, durante y después del terremoto es Cuba, sí, la Cuba Revolucionaria, qué cosas ¿no?

¡Qué pinche mundo!

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