martes, noviembre 02, 2010

REFLEXIONES DEL COMPAÑERO FIDEL. La sublevación en la ONU

Por Fidel Castro Ruz









La Habana, 2 de noviembre de 2010

(Segunda y última parte)

(Tomado de CubaDebate)

Cuando Bruno concluyó su intervención cerca del mediodía el pasado 26 de octubre correspondía el turno, como es norma, a las explicaciones de voto, antes de que el Proyecto fuese sometido a votación.

Habló primero el embajador de Estados Unidos Ronald D. Godard, asesor principal del área para Asuntos del Hemisferio Occidental, jefe de la delegación de su país. Sus inusitadas palabras hacen innecesario el análisis para demostrar que las denuncias del Ministro de Relaciones Exteriores de Cuba eran rigurosamente justas. Bastan sus propias afirmaciones para reflejar la entraña cínica de la política de ese país.

“…Estados Unidos [...] está firmemente comprometido con el apoyo al deseo del pueblo cubano de determinar libremente el futuro de su país.”

“…Estados Unidos [...] tiene el derecho soberano de decidir sus relaciones económicas con otro país. Las relaciones económicas de los Estados Unidos con Cuba es un asunto bilateral [...] dirigidas a alentar un clima más abierto en Cuba y un mayor respeto a los derechos humanos y las libertades fundamentales.”

“No debemos perder de vista ese hecho en un debate plagado de argumentos retóricos del pasado y enfocado en diferencias tácticas, en un debate que nada hace para ayudar al pueblo cubano.”

“Mi delegación lamenta que la delegación de Cuba continúe, año tras año, calificando de manera inapropiada e incorrecta las restricciones comerciales a Cuba como un acto de genocidio. [...] Estados Unidos no impone ninguna restricción a la ayuda humanitaria a Cuba…”

“En 2009, Estados Unidos [...] autorizó 237 millones de dólares en asistencia humanitaria privada en forma de regalos con alimentos y otros productos esenciales, donaciones humanitarias no agrícolas y donaciones médicas.”

“En abril de 2009, el Presidente Obama indicó que ‘Estados Unidos busca un nuevo comienzo con Cuba’, pero que ‘hay un trayecto más largo aun que es preciso recorrer para superar décadas de desconfianza’. [...] hemos iniciado conversaciones para restablecer el servicio postal directo entre los Estados Unidos y Cuba y hemos incrementado los intercambios artísticos y culturales…”

“El Presidente Obama ha dicho públicamente que la liberación de prisioneros políticos y las reformas económicas son positivas para el pueblo cubano. Estados Unidos espera ver el cumplimiento de dichas promesas pronto, así como una mayor apertura por parte del gobierno cubano como muestra de su voluntad de relacionarse constructivamente con su propio pueblo. [...] Estados Unidos considera que no podrá plenamente alcanzarse una nueva era en las relaciones Estados Unidos-Cuba hasta que el pueblo cubano disfrute de las libertades políticas y económicas internacionalmente reconocidas, que este órgano ha hecho tanto por defender en otros países alrededor del mundo.”

“Mi delegación votará contra esta resolución.
Estados Unidos considera que es hora de que este órgano centre sus energías en el apoyo al pueblo cubano en su lucha por decidir su propio futuro e ir más allá de los gestos retóricos que representa esta resolución.

“Gracias señor Presidente.”

De inmediato, explicó su intención de voto la jefa de la delegación de Nicaragua, cuyo pueblo conoció en sus entrañas la guerra sucia de Ronald Reagan que tanta sangre costó. Sus palabras fueron contundentes.

Se produce la votación y 187 países votaron a favor de la Resolución; dos votos en contra: Estados Unidos e Israel, su inseparable aliado en las acciones genocidas; y tres abstenciones: Islas Marshall, Micronesia y Palau. Ningún país de los 192 miembros de la ONU dejó de participar.

Concluida ésta, la representación de Bélgica, a nombre de la Unión Europea, aliada de Estados Unidos, abrió la participación de las delegaciones que deseaban explicar su voto.

Después usaron de la palabra 16 países con destacado protagonismo en la política internacional, para explicar por qué votaron a favor de la Resolución, en el siguiente orden: Uruguay, Bolivia, Angola, Myanmar, Suriname, Belarús, Saint Kitts y Nevis, Laos, Tanzania, Libia, Siria, Sudán, Vietnam, Nigeria, San Vicente y las Granadinas y la República Popular Democrática de Corea.

Permítase recordar que muchos países se abstuvieron de usar la palabra a solicitud de nuestra propia delegación, para que el proceso de votación no se dilatara demasiado en detrimento del mejor horario para la divulgación del debate, y el esfuerzo agotador que implicaba la participación de un número mayor de oradores. A pesar de eso, 37 delegaciones hablaron en términos claros y precisos a favor del justo Proyecto que por decimonovena vez aprobaba la Asamblea General de Naciones Unidas. Esta vez fue el más dilatado y enérgico debate sobre el delicado e importante tema.

A las 4 y 17 p.m. se escuchó la réplica de Cuba a través del Ministro de Relaciones Exteriores de nuestro país.

Lo esencial que dijo, aunque casi todo el texto era esencial, fue:

“Señor Presidente:

“Agradezco mucho sus palabras a los trece oradores y a las delegaciones presentes en esta imprevista sesión vespertina.

“Sobre lo dicho por Estados Unidos y la Unión Europea:

“Esta es la decimonovena ocasión en que la delegación de Estados Unidos nos repite lo mismo.

“El bloqueo es un acto de guerra económica y un acto de genocidio.

“¿Será que el Departamento de Estado no ha hecho la tarea, no ha estudiado el asunto?

“El año pasado leí aquí los artículos de las Convenciones correspondientes…”

“Ya leí hoy aquí el famoso Memorandum del señor Mallory.

“No son ‘argumentos ideológicos’ del pasado. El bloqueo es un viejo témpano que queda de la Guerra Fría. El asunto no es la retórica, sino el acto de agresión a Cuba.

“El propósito de Estados Unidos no es ayudar ni apoyar al pueblo cubano. Se sabe que el bloqueo provoca privaciones y sufrimientos. No provoca muertes porque la Revolución cubana lo impide. ¿Cómo podría explicarse que se castigue a los niños cubanos como se ha descrito aquí? Si se quisiera ayudar o apoyar al pueblo cubano, lo único que habría que hacer es levantar el bloqueo de inmediato.

“¿Por qué impiden a los norteamericanos visitar Cuba y recibir información de primera mano? ¿Por qué restringen los llamados contactos ‘pueblo a pueblo’?

“Los pretextos para el bloqueo han ido cambiando. Primero la supuesta pertenencia al eje chino-soviético, después la llamada exportación de la Revolución a América Latina, luego la presencia de tropas cubanas en África para ayudar a derrotar al apartheid, a preservar la independencia de Angola y lograr la de Namibia.

“Después, la manipulación sobre los derechos humanos. Pero el bloqueo es una violación brutal de los derechos humanos de los cubanos.

“Estamos dispuestos a discutir sobre violaciones de derechos humanos. Podemos empezar por el campo de concentración de Guantánamo, donde se tortura y no existe el hábeas corpus. Es el reino de las ‘Comisiones Militares’, fuera del Estado de derecho. ¿Podría la delegación norteamericana explicar qué pasó en los campos de Abu Ghraib, Bagram y Nama?

“¿Se instruyó de cargos a los responsables? ¿Se instruyó de cargos a quienes autorizaron en los gobiernos europeos las cárceles secretas en Europa y los vuelos secretos de la CIA con personas secuestradas? ¿Podría aclararlo el representante de la Unión Europea?

“Podemos hablar de Wikileaks. ¿Por qué no nos cuentan algo sobre las atrocidades que recogen los 75 mil documentos sobre crímenes en Afganistán y los 400 mil sobre Iraq?”

“Los cambios en Cuba son asunto de los cubanos. Cambiaremos todo lo que deba ser cambiado, para bien de los cubanos, pero no le pediremos opinión al gobierno de Estados Unidos. Escogimos libremente nuestro destino. Para eso hicimos una Revolución. Serán cambios soberanos, no ‘gestos’. Sabemos que para Estados Unidos lo único suficiente sería instaurar en Cuba un gobierno pro-yanqui. Pero eso no va a ocurrir.”

“¿Quieren cooperación entre nuestras universidades? Eliminen las restricciones a los intercambios académicos, estudiantiles, científicos y culturales y permitan establecer acuerdos entre esas instituciones.

“¿Quieren cooperación contra el narcotráfico, el terrorismo, el tráfico de personas, los desastres naturales, el correo postal? Respondan, al menos, las propuestas que hemos presentado hace más de un año, sin condición alguna.”

“Un alto funcionario de la USAID confirmó ayer al periodista Tracey Eaton que, en el último período, han hecho llegar 15,6 millones de dólares a (cito) ‘individuos en el terreno en Cuba’. Así llaman a sus mercenarios.

“Las transmisiones ilegales de radio y televisión siguen.

“Los Cinco antiterroristas cubanos siguen en injusta prisión. Recientemente se ha sometido, sin motivo, a Gerardo Hernández Nordelo a confinamiento solitario y se le ha denegado atención médica.

“Terroristas internacionales confesos como Orlando Bosch y Posada Carriles se pasean libremente en Miami e incluso hacen allí actividad política.”

“El bloqueo es abusivamente extraterritorial y afecta a todos los aquí presentes. No es un hecho bilateral.

“Señor Presidente:

“A lo ya dicho sobre la Unión Europea tengo poco que añadir.

“No le reconocemos autoridad moral ni política alguna para criticar en materia de derechos humanos.

“Haría mejor en ocuparse de su brutal política anti-inmigrantes, de la deportación de minorías, de la violenta represión contra los manifestantes y de la creciente exclusión social de sus desempleados y sectores de menos ingresos.

“El Parlamento Europeo, con toda desvergüenza y de manera infame, se dedica a premiar a los agentes pagados del gobierno de Estados Unidos en Cuba.

“Pero la Unión Europea sueña si cree que podrá normalizar las relaciones con Cuba, existiendo la llamada Posición Común.

“Muchas gracias”

Todos esperábamos la respuesta de Estados Unidos a la réplica de Bruno. Lo mejor que hizo en su vida el embajador y la delegación -que no tuvo el gesto despectivo de abandonar la sala-, fue resistir a pie firme aquella andanada de argumentos irrebatibles. La réplica de Cuba los dejó paralizados; tuve la sensación de que se iban desvaneciendo progresivamente hasta desaparecer de la escena.

En 50 años de bloqueo la superpotencia no ha podido, ni podrá, derrotar a la Revolución Cubana. No me dediqué al ejercicio de contar los votos a favor o en contra de la “Resolución”. Observé, en cambio, el calor y la convicción de los que hablaron contra la injusta y arbitraria medida. Es un error creer que esa medida se puede mantener indefinidamente. Fue una sublevación. Los pueblos están cansados ya de agresiones, saqueos, abusos y engaños.

Nunca las delegaciones expresaron con más vigor su protesta contra la burla que implica el desprecio a la justa condena de la comunidad mundial contra un acto de genocidio que se reitera año por año. Están conscientes de que lo más grave es el saqueo sistemático de sus recursos naturales impuesto a la mayoría de los pueblos del planeta, la progresiva escasez de alimentos, la destrucción del medio ambiente, el creciente número de guerras genocidas contra otros pueblos, apoyadas en bases militares ubicadas en más de 75 países, y el creciente peligro de una conflagración suicida para todos los pueblos del mundo.

La ONU no puede existir sin la presencia de los pueblos que vienen exigiendo el cese del bloqueo. Esa institución, nacida cuando la inmensa mayoría no éramos siquiera independientes, ¿para qué sirve sin nosotros? ¿Qué derecho nos asiste, si no podemos siquiera demandar que cese el bloqueo impuesto contra un pequeño país? De una forma o de otra nos han subordinado a los intereses de Estados Unidos y la OTAN, organización militar belicista que derrocha más de un millón de millones de dólares cada año en guerras y armas, que serían más que suficientes para llevar lo esencial a todos los pueblos del mundo.

Muchos países del Tercer Mundo se ven obligados a buscar soluciones con independencia de lo que ocurra a los demás; es como marchar sobre una estera que se mueve en sentido inverso a más velocidad.

Hace falta una ONU verdaderamente democrática y no un feudo imperial en el que la inmensa mayoría de los pueblos no cuenta para nada. La ONU, fundada antes de finalizar la Segunda Guerra Mundial, está ya agotada. No permitamos que nos impongan el ridículo papel de reunirnos una vez más dentro de 12 meses para burlarse de nosotros. Hagamos sentir nuestra demanda y salvemos la vida de nuestra especie antes de que sea ya demasiado tarde.









Fidel Castro Ruz

Noviembre 1 de 2010

5 y 53 p.m.

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