domingo, julio 29, 2012

Convoca #YoSoy132 a la transformación de México

*Presenta programa de seis puntos para el cambio
*¡Hoy tenemos mucho por hacer! Organizarnos será el primer paso
Foto
Asumimos la dignidad del difamado y su lucha como propia. Dijimos que no éramos sólo un número y que los números no volveríamos a ser sirvientes callados de estadísticas y encuestas.

Foto
 Integrantes del movimiento #YoSoy132 en la toma pacífica de Televisa

Foto 
Integrantes del movimiento #YoSoy132 en la toma pacífica de Televisa

Foto 
Integrantes del movimiento #YoSoy132 en la toma pacífica de Televisa

Foto 
Entre todos construiremos la democracia auténtica de México y nuestro futuro

Foto
Ya no seremos más una voz silenciada. Venimos aquí con nuestros cuerpos que gritan: ¡¡¡Ya basta!!!

Discurso del movimiento #YoSoy132 pronunciado en durante la toma pacífica de las instalaciones de Televisa Chapultepec:
Convocados por una vergüenza que nos afrenta, hoy estamos aquí, a las puertas de esta empresa mediática ignominiosa, que se ha encargado de desinformar y manipular al pueblo mexicano.
A los pueblos de México:
Cuando llegamos estaba el mundo y éramos ya un pueblo con hambre y con siglos de opresión. Éramos cúmulo de descontento, éramos fraudes electorales sin revolución, éramos Chiapas y 500 años sin nombre levantados en armas, éramos Aguas Blancas y el pueblo en la tierra asesinado, éramos crisis y deudas ajenas, manos sin trabajo, éramos huelga, barricadas aplastadas, Atenco y Oaxaca, mujeres violadas y asesinadas, víctimas de represión. Éramos trabajo de esclavos, familias migrantes, cuerpos en puentes colgados, mártires (presas) del terrorismo de Estado, moneda de cambio en una campaña, asesinato como libre mercado.
No fuimos buscados sino que fuimos la ineludible consecuencia de un pasado y presente plagado de certezas impuestas.
No somos sino que hemos sido. Somos el efecto de la muerte y la indignación.
Asumimos la dignidad del difamado y su lucha como propia. Dijimos que no éramos sólo un número y que los números no volveríamos a ser sirvientes callados de estadísticas y encuestas.
Dijimos que #YoSoy132 es ponerse de pie ante la afrenta y negarse rotundamente a agachar la cabeza. Es no aceptar la representación que nos imponen como realidad.
#YoSoy132 es un movimiento estudiantil y social, político, apartidista, pacífico, autónomo, antineoliberal, independiente de los partidos, candidatos y organizaciones que responden a un programa electoral; un movimiento democrático donde la toma de decisiones emana de sus asambleas locales y generales, que ha trascendido la coyuntura electoral y seguirá organizándose y luchando para transformar profundamente a México, como contrapeso a cualquier decisión y política que vulnere los derechos e intereses de nuestro pueblo.
Emprendimos el camino y chocamos con monumentos que para nosotros son murallas o fronteras, nos encontramos con la muralla de un sistema económico que se presenta como inevitable, como un absoluto impuesto a nuestras vidas. Sus ladrillos son la pobreza de más de la mitad de los mexicanos y la obscena riqueza de unos pocos, donde los diez más ricos del país concentran el equivalente al ingreso de los 40 millones más pobres; un campo abandonado que sólo produce miseria y migrantes; la ausencia de oportunidades que empuja a los desposeídos al crimen organizado; la venta de lo colectivo para beneficio de unos cuantos; la concesión de megaproyectos por encima de los derechos ambientales y comunales. Sobre esta muralla los grandes poderes colocan, con descaro, para cautivar nuestras aspiraciones, su opulencia, la promesa del progreso, el sueño de algo propio que siempre permanece ajeno.
La muralla de la desinformación, donde una minoría controla la opinión pública y la verdad es reducida a un artículo más de consumo, concentrado en encuestas y espots publicitarios, en personajes vacíos de telenovela, en una caricatura triste y cínica de la realidad. Es en esta muralla donde levantan nuestra posibilidad de elegir, como si en verdad hubiese elección alguna y no todo estuviera decidido de antemano por el mejor inversionista.
La muralla que protege a empresas que envenenan nuestra comida y enferman a nuestros niños; que vuelve a la salud un artículo de lujo en beneficio de corporativos y laboratorios extranjeros; que abandona al enfermo y al necesitado, a la embarazada, al mutilado, al discapacitado, al agonizante, al recién nacido y a la anciana para saciar la avaricia anónima de las ganancias de la bolsa.
Vimos la gran pared alzada para frenar a un pueblo con disposición de lucha al que sin embargo sistemáticamente se le aisló. Una esperanza en ciernes obligada a gritar en el vacío. Desde los días gloriosos de la División del Norte y el Ejército Libertador del Sur, a las rotundas peticiones de justicia de las madres cuyas hijas fueron asesinadas en Ciudad Juárez y en el estado de México, desde las grandes movilizaciones de los estudiantes en el 29 a las de sus hermanos de 68, 71 y 99. Un pueblo cuyas acciones y luchas eran fosilizadas y puestas en un museo y cuyo fondo se dejaba de lado para que nadie preguntara, para que nadie supiera. Generaciones de mexicanos con exigencias legítimas cuya única aspiración era la de construir una nación digna y libre, sin desigualdades que se erigieran contra el derecho de existencia de cada individuo y que vilmente fueron ignoradas una a una por un afán de saqueo continuado que quiere que su voluntad sea la nuestra. Hace 12 años gran parte del pueblo le entregó sus mejores anhelos a un hombre y éste cometió uno de los peores crímenes contra la nación: ignorar y pisotear su esperanza. Él, ellos, un sistema que cree que no podemos mirar por encima de la ciudad murada que nos han querido imponer.
Caminamos unos pasos y con la fría estructura nos pegamos, es la ignorancia sombría, donde se preparan para maquiladores los que tienen la suerte de ir a alguna escuela, donde la educación pública es la educación de las telenovelas, donde el fin de enseñar no es el aprendizaje sino el suministro de mano de obra barata para las trasnacionales. Se erige en ésta como un regalo la modernización educativa y la lógica donde sobrevive sólo el más apto, los exámenes estandarizados, el maestro vuelto obrero mal pagado como modelo de superación.
Y al final, si aún tenemos rostros y manos un retén nos cierra el paso, los muros de acero y concreto, los muros piedras y balas, los muros donde mataron a tu hermana, de las desapariciones forzadas, de los daños colaterales que desdibujan las caras, los muros del miedo y las cabezas colgadas, de la impotencia, donde son presentados niños muertos como líderes de bandas, donde no queda voz para protesta y menos para deserción. El muro de la estrategia correcta donde fuiste acribillado para que estuvieras seguro del crimen y del horror.
Hemos caminado, chocado contra estos muros y buscado la salida, pero cuando los vemos en conjunto, hallamos frente a frente un edificio, una estructura que sostiene una sociedad diseñada para el beneficio de unos pocos. Donde arriba funcionan perfectamente sus negocios y donde abajo somos aplastados todos. Un edificio muerto maquillado de juventud, al que le rechinan sus bisagras y puertas. No queremos edificios viejos, no queremos edificios decrépitos por su corrupción, no queremos muros que nos aplasten. Las y los jóvenes queremos edificios vírgenes.
***
Hemos emprendido el sendero de lucha y hemos decidido caminar hacia adelante y nunca volver atrás. Con nuestros puños derrumbaremos sus muros, nuestro grito retumbará en sus oídos sordos y conmoverá los cimientos de su estructura. Nosotros, los que hemos salido a las calles, mediante la concientización, politización y organización del pueblo, con el poder de su cohesión y unidad, lucharemos, lucharemos por conseguir derribar sus pilares, entre todos construiremos la democracia auténtica de México y nuestro futuro, y este es el programa de lucha que proponemos:
1. Democratización y transformación de los medios de comunicación, información y difusión. Consideramos que sólo con la socialización de los medios de difusión y un modelo de medios públicos se alcanzará una verdadera apertura mediática y se garantizará el derecho a la información y a la libertad de expresión.  
2. Cambio en el modelo educativo, científico y tecnológico. Buscaremos una educación verdaderamente laica, gratuita, científica, pluricultural, democrática, humanista, popular, crítica, reflexiva, de alto nivel académico y garantizada por el Estado en todos los niveles como obligación constitucional.  
3. Cambio del modelo económico neoliberal. La experiencia y la historia nos dan la certeza de que el mercado no es la panacea para la solución de los males sociales, y que el gobierno y la sociedad deben de jugar un rol fundamental para resolver los problemas económicos que aquejan al país. Por eso lucharemos por una economía humana, justa, soberana, sustentable y de paz.  
4. Cambio en el modelo de seguridad nacional. Para la restauración de la paz, es imperante el retiro de las fuerzas armadas de las funciones de seguridad pública, así como detener la criminalización, represión y hostigamiento de la protesta social y de la población en general. Exigimos el esclarecimiento de los asesinatos como el caso del luchador social Carlos Sinuhé Cuevas y nos pronunciamos por un ¡Alto a los feminicidios y crímenes de odio! Al mismo tiempo reivindicamos los procesos autónomos de seguridad comunitaria y de organización contra los megaproyectos.  
5. Transformación política y vinculación con movimientos sociales. Para fomentar y fortalecer la democracia participativa en la toma de decisiones, la construcción de políticas públicas y el apoyo a los proyectos autónomos y autogestivos, proponemos el enriquecimiento y creación de asambleas distritales, municipales, comunales, locales y barriales. Todo esto, para la constitución de un poder popular y ciudadano que vigile a los órganos de gobierno e implemente desde la sociedad mecanismos para la solución de sus demandas. Abrazamos las voces de las organizaciones y movimientos sociales, vinculándonos de manera solidaria en búsqueda de alianzas que toman como principio el respeto a su autonomía, la construcción de una relación horizontal y el reconocernos con humildad como uno de tantos actores sociales que expresan el descontento social.  
6. Salud. Lucharemos por el pleno cumplimiento del derecho a la salud consagrado en el artículo 4º constitucional y en la observación general 14 del Comité de Derechos Económicos, Sociales y Culturales (DESC) de la ONU. Nos oponemos al esquema neoliberal de salud adoptado en las últimas décadas por el Estado mexicano y nos pronunciamos en favor de un enfoque multidimensional e interdisciplinario del sector de la salud.
Leer mas AQUI.
http://youtu.be/AZYmEZjOpN0

No hay comentarios.: