sábado, octubre 13, 2012

Matar de hambre por ganar dinero

El precio mundial de los alimentos registró un drástico incremento del 10% en julio luego de tres meses de relativa calma. Según la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), los alimentos volvieron a subir un 1,4% en septiembre.

Las causas del aumento de la comida son complejas y variadas, pero la FAO detectó que no había problemas a nivel de oferta y demanda. Es decir,  los factores climáticos que pueden afectar la oferta (sequías, por ejemplo), ni un súbito aumento de la demanda (como sucede con China e India en los últimos años) explican esta disparada de los precios.

El problema está en los especuladores. La inversión financiera-especulativa controla hoy más del 60% de los mercados de alimentos, comparado con un 12% del mercado en 1996. La codicia de los capitalistas llega al grado de controlar los alimentos para ganar más dinero aunque mate de hambre a sus congéneres.

La comisión del Parlamento Europeo sobre asuntos económicos y monetarios votó a fines de septiembre a favor de una regulación del mercado financiero de derivados de energía y alimentos, sin embargo este proyecto que ya existe en Estados Unidos debe ser analizado en una reunión de la Comisión Europea en noviembre.

“Es necesario limitar la cantidad del mercado a la que puedan tener acceso los especuladores. El proyecto avanza en esta dirección, pero puede ser aguado por la oposición de países con fuerte presencia del sector financiero como el Reino Unido que prefieren seguir con la autoregulación del mercado”, le dijo a BBC Mundo Christine Haigh, del World Development Movement (WDM).*

Los hambrientos deben esperar porque Estados Unidos y la Unión Europea que ahora es Premio Nobel de la Paz (de los sepulcros) están ocupados en invasiones y en declararle la guerra a Siria y a Irán. El centro de atención de quienes se consideran amos del mundo está en saquear y asesinar a las poblaciones que tienen recursos, no en asistir a Burundi y Haití que encabezan el nuevo Índice Global del Hambre publicado por el Instituto Internacional de Investigación sobre Políticas Alimentarias.*

Los mercados colocan esta infame actividad como una estrategia financiera para aumentar los capitales.  Por ejemplo, en 2010 el fondo financiero de alto riesgo Armajaro compró más de 240.000 toneladas de cacao (un 7% de la producción global anual), lo cual disparó el precio a su nivel más alto desde 1997. Un solo día de adquisición masiva a cargo de un poderoso actor financiero basta para hacer saltar el precio de un producto.

El precio de una tonelada de maíz es de 100 dólares hoy, se duplica en un contrato a futuro de tres meses, por tanto esperan al mejor rendimiento y afectan la oferta presente (los granjeros se abstienen de vender ahora) y el precio del producto.

Según el WMD, el centro de la especulación se encuentra en la banca: Goldman Sachs, Morgan Stanley, Barclays, Citibank, Deutsche Bank, HSBC y JP Morgan. Este poder de los grandes fondos financieros se ha exacerbado con la crisis económica mundial. Si los gobiernos emiten dinero para estimular la economía, el sector financiero lo aprovecha, no para prestar más al sector productivo sino para aumentar sus operaciones especulativas.*

Las familias se ven obligadas a tener una sola comida al día y a reducir drásticamente la variedad de su dieta. El hambre y la malnutrición aumentan debido a un sistema que sólo se ocupa de mercados y capitales y no de las necesidades básicas del ser humano.

Por otra parte, el sistema capitalista aplica sus fórmulas laborales, a través de los gobiernos títeres, para que los sueldos y las oportunidades de empleo bajen con el mismo objetivo: que las corporaciones ganen más dinero. En la segunda mitad del 2010,  44 millones de personas cayeron en la pobreza extrema. El nivel de empleo en el mundo tiene a más de 1.300 millones de personas viviendo con un ingreso de 1,25 dólares por día. *




La pregunta sería para cuando la mayoría de la población mundial va a enterarse de lo que está pasando si los medios de comunicación, instrumento de las corporaciones, ocultan las causas de las crisis alimentarias y si al saberlo acabará por fin con el flagelo del capitalismo o se conformará con ser especie en extinción.

*Fuente: http://www.librered.net/?p=21628

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