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viernes, septiembre 11, 2009

Información: la verdadera amenaza

• ¡¿Y los protocolos, apá…?!
• De fondos y fallas…

Para Frank con cariñoy solidaridad

Marcela Gómez Zalce

Los delitos que tienen éxito, mi estimado, son tan aplaudidos como la misma virtud. Arriesgado fin de semanita con el paquetón fiscal, el jaloneo del reparto de Comisiones en el Congreso y el cada vez más extraño acontecimiento sobre el avión de Aeroméxico secuestrado por un pastor-cantante-terrorista, que con dos latitas de Jumex elevó las alertas domésticas e internacionales y que gracias a Genaro García Luna (aplausos), con sus violaciones a las más básicas normas del protocolo en casos de aviones secuestrados, el show tuvo audiencia espectacular… con elevados índices en el descrédito internacional y… doméstico.En el colmo de elevar los costos en materia de seguridad nacional para México (y el resto de los países que llegan a ese bellísimo destino turístico en Quintana Roo), y para el (des)gobierno de su jefe, el titular de la SSPF admitió una falla de detección en el aeropuerto de Cancún —como le comenté ayer en este espacio— al permitir que un sujeto abordara el avión con un artefacto en su maleta de mano que ¿no fue detectada? por los Rayos X, señalando la responsabilidad de las empresas de seguridad privada que joden al viajero hasta por un corta uñas, yes?La temeraria declaración de Genarito puede desencadenar una serie de medidas, desaprobaciones, revisiones, modificaciones y reglas por parte de la comunidad internacional que, con la experiencia de la tragedia ocurrida en las Torres Gemelas de Nueva York que hoy cumple un aniversario más y que cambió al mundo, toma muy en serio cualquier tipo de amenaza sobre bombas o posibles amenazas en aerolíneas hacia importantes destinos internacionales.En el cada vez más sugestivo caso del pastor secuestrador, se van elevando un sinnúmero de puntillosas dudas sobre el procedimiento que se llevó a cabo para un vuelo en el cual, antes de aterrizar se sabía de la existencia de un estupendo artefacto según la cronología mediática de los hechos... porque la oficial, of course, brilla por su ausencia.De ser así, ¿por qué se le permitió el aterrizaje en el aeropuerto y no se le desvió, por ejemplo, a una base militar, activando de inmediato el protocolo a seguir...? ¿Por qué el perímetro de seguridad fue sistemáticamente violado por una cargada de cámaras y medios, si había un porcentaje elevado de riesgo…? ¿Por qué se detuvieron a ocho pasajeros, si sólo un actor fanático representaba un riesgo...? ¿Por qué, literalmente, se pasearon primero ante las cámaras los presuntos detenidos en lugar de internarlos de inmediato en el vehículo federal…? ¿El avión no representó en ningún momento un riesgo importante como para que Calderón suspendiera de inmediato su agenda de giras…?Porque dedicarle unas cuantas frívolas frases al delicado suceso, my friend, dijo todo del mentado fondo y del valiente ánimo presidencial, ¿no le parece...? Eso, y el curiosito bloqueo —cuando medio México se paseaba hasta por debajo de las turbinas— del personal de la PGR sugiere que la SSPF no quería ¿extraños husmeando…?El numerito merece —más allá del monumental descrédito ciudadano ante el hecho que fue percibido como otra de las producciones García Luna para sofocar la producción de La Tuta y/o el impuesto del 2%— un puntual escrutinio de fondo. Una sesuda investigación del fanático personaje y su preciada carga, que nadie revisó y que, según Andrés Conessa era un paquete envuelto en cintas canela cuyo contenido era imposible de saber.El tufillo de las dudas hiede, aunque apuesten por la desmemoria colectiva. Las derivaciones de ser una precipitada ocurrencia de distracción son peligrosas. Ahora si… en medio de esta perversidad está la intención de darle flit a las compañías de seguridad en aeropuertos para expander los intereses de Genaro que con el inicio de su grupo de élite “Servicio de Protección Federal”, que en breve (si el Congreso no se pone las pilas) estará encargado de la seguridad (y el espionaje y alambreo... áreas de su expertise) de todas las instalaciones de la administración pública del país, los poderes Ejecutivo, Legislativo, Judicial, el ife, la CNDH, el BdeM… YAhora en pleito velado con Sedena para quitarle el control de instalaciones estratégicas (Pemex, CFE…) del país, la cantidad de información en manos de un hombre como García Luna no puede ser una buena noticia para nadie (con todo y su admiración a la trayectoria de Hoover).
Al contrario, my friend, pero dígame ¿quién será el valiente que frene sus intenciones...?gomezalce@aol.com

El tamaño del miedo

Un hombre, aparentemente afectado de sus facultades mentales, secuestró ayer un avión de Aeroméxico y desató la histeria en Los Pinos. El individuo, de nacionalidad boliviana, pastor cristiano y cantante, con un pasado de drogadicción, alcoholismo y violencia (según datos recogidos por los medios en Internet), se valió solamente de un recurso para llevar a cabo su acción: el miedo.

Ramon Alfonso Sallard

Miedo de la tripulación y pasajeros de la aeronave, pero, sobre todo, miedo de quienes presuntamente gobiernan este país. Y es que el sujeto, en su alucinada perorata, quería entrevistarse con Felipe Calderón porque quería advertirle que no acudiera al Zócalo a dar el grito de Independencia, toda vez que ocurriría un terremoto. Con una biblia en la mano, habló también de terrorismo en México.
Los detalles de lo ocurrido empezaron a conocerse en retazos durante la tarde y noche, aunque después el incidente pasó a segundo plano por el partido México-Honduras. Sin embargo, un legislador local que viajaba en el mismo vuelo, alcanzó a dar su testimonio de los hechos y denunció la vejación de que fueron objeto una veintena de pasajeros por parte de la policía federal.
Cuando el avión aterrizó el aeropuerto internacional Benito Juárez de la ciudad de México, de inmediato inició el despliegue policiaco alrededor del Boeing 737 de Aeroméxico. Los agentes portaban armas largas y pasamontañas. Unos minutos después bajaron las mujeres y niños. Quedaron los hombres. Entonces abordaron los oficiales y arremetieron contra todos los pasajeros. Quedó en evidencia, una vez más, el sello del gobierno calderonista: primero reprime y después averigua.
Los hombres fueron esposados y trasladados al hangar presidencial, donde otro grupo de agentes interrogó y revisó detalladamente la documentación de cada uno. Varias horas después de sucedidos los hechos, los pasajeros seguían retenidos ilegalmente. Sus familiares y acompañantes recibieron la orden intimidatoria de guardar silencio sobre las vejaciones, a menos que estuviesen dispuestos a afrontar las represalias.
El secuestrador utilizó dos latas de jugo para lograr su cometido. Dijo que en ellas había explosivos. Y cundió el pánico en un apanicado gobierno que quiere tener apanicada a la población.
El miedo, esa emoción primaria provocada por la percepción de peligro real o supuesta, es también un arma de dominación política y de control social. Diversos son los autores que han denunciado, en los últimos años, el uso político del miedo como forma de control de las masas, a través de la creación de falsos escenarios de inseguridad ciudadana.
Un dato revelador: a pesar de que sólo diecisiete personas perdieran la vida a causa de actos terroristas en Estados Unidos entre 1980 y 1985, el periódico New York Times publicó un promedio de cuatro artículos sobre terrorismo en cada edición. Entre 1989 y 1992, sólo treinta y cuatro estadounidenses murieron como consecuencia de actos terroristas en el mundo, pero más de 1300 libros fueron catalogados bajo el rubro de “Terroristas” o “Terrorismo” en las bibliotecas estadounidenses.
Al parecer, estamos en ese camino. La de ayer sólo fue una pequeña muestra del tamaño del miedo.