Las privatizaciones y las luchas

De iniciativas ciudadanas:
Por si alguna duda quedara, la privatización de los energéticos en México está en marcha. ¿Cuál es el plan para defender el patrimonio y la soberanía nacionales?

Si bien esta defensa es uno de los principios fundamentales de la CND, lo cierto es que aún no contamos con una estrategia detallada para hacer frente a la "modernización de México" que pasa al menos por la reforma energética (privatizaciones), la fiscal (IVA a medicinas y alimentos) y la laboral (flexibilización laboral, que significa entre otras cosas contratación por hora, contratos de tres meses, etc.).

En la lucha que está en puerta, no es suficiente con denunciar que estas son iniciativas o ataques de la derecha que pretende entregar los recursos de la nación a consorcios nacionales y trasnacionales; tampoco son suficientes -no digo que no haya que hacerlo- las manifestaciones, los plantones, los bloqueos de carreteras, las huelgas o los boicots. No son suficientes porque los escenarios de la disputa son, básicamente, los medios de comunicación y los congresos.

Los medios de comunicación porque allí se está enfatizando la satanización del movimiento de resistencia organizada y específicamente a AMLO; el discurso de la derecha, ahora, va a profundizar en la maniquea oposición modernizadores vs detractores, es decir, a abrogarse para sí la posición de "avanzada" que quiere a un México "moderno" (que Fox no logró instalar por completo en el imaginario social), frente a los "reaccionarios" que insisten en promover un modelo de país "rebasado por las circunstancias".

Para los participantes del movimiento de resistencia civil organizada estos planteamientos no sólo son falsos, sino absurdos... pero ¿qué piensan los demás ciudadanos? Y no me refiero a los panistas de hueso azul, ni a la derecha en todas sus variantes, sino a la mayoría de la población. Ganar la inteligencia y el corazón de toda esa gente es el objetivo de la batalla en los medios. ¿Estamos preparados para esta lucha?

En los congresos (el de la Unión y los congresos locales) deben hacerse los cambios legislativos que la venta del país disfrazada de "modernización" requiere. En esos espacios, hay que decirlo, las fuerzas representadas no no son favorables habida cuenta de la alianza del prianal, el verde, los diputados "independientes", la izquierda obediente y obsequiosa, y uno que otro legislador al que le llegaran al precio. En los congresos locales la situación es similar, si bien hay bastiones muy importantes como la Asamblea del DF. ¿Estamos preparados para la lucha en el ámbito legislativo?

Mi respuesta es que ni en el espacio mediático ni en el ámbito legislativo estamos -aún- en condiciones de luchar y de ganar. Desde luego que podemos -y debemos- prepararnos para dar esa lucha, tarea de igual importancia que la de la construcción de un gobierno alterno, pero es momento de comenzar ya.

En el espacio mediático nuestros blogs, las radios alternativas, los periodistas éticos y responsables, los volantes, los videos de Mandoki, etc. no son suficientes para enfrentar el poder de los grandes consorcios de la "información y la comunicación". Y no lo son no por pequeños (dato importante, sin duda), sino porque no hemos logrado articular un discurso que trascienda la denuncia y la mentada catártica para emplazarse en una perspectiva vanguardista, de punta, de iniciativa.

Esta es también una lucha por y desde el lenguaje. Ellos se han adueñado del concepto de modernización y se han investido como los modernizadores de México. ¿Vamos a responder que en realidad se trata de los intereses de la derecha, y/o la ultraderecha, aliados con los intereses de las transacionales y el imperialismo? Por ese camino, vamos a la derrota antes de iniciar la lucha.

En el espacio legislativo ¿qué estrategias de control, vigilancia y presión hacia los diputados y senadores hemos diseñado? Aún más, ¿qué iniciativas de ley hemos presentado o estamos preparando? Quizás me equivoque, pero creo que ninguna... Y esta lucha es también y esencialmente, por quién toma la iniciativa en la conducción del país: la clase política hoy sometida en su mayoría a la derecha, o los ciudadanos, como tú y como yo.