lunes, mayo 14, 2007

Madres comunitarias de Risaralda rompen su silencio

Número 168 – mayo 13 de 2007
Corresponsal Pereira | Periódico El Turbión

Los días nueve y diez de mayo de 2007 se convirtieron en fechas significativas para las 1.134 madres comunitarias del departamento de Risaralda. Muchas mujeres superaron el miedo ante las posibles represalias laborales y decidieron salir a las calles, alzando sus voces para exigirle al Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF) y a la cooperativa CTA Servicio Nacional el cumplimiento de su responsabilidad con los 15.300 niños que se benefician diariamente de los programas de hogares comunitarios de bienestar y Familia, Mujer e Infancia (Fami), a cargo de estas entidades.

Las arengas con las que las madres exigían “un salario digno y oportuno” y “alimentos de buena calidad y cantidad” para los niños rompieron la calma habitual de la carrera 9 bis con calle 35, sede regional del ICBF, durante dos días y bloquearon la vía del sistema de Transporte masivo Mega Bus por varias horas.

Denunciaron, ante todo el país, las permanentes y progresivas violaciones laborales de las que son victimas las madres comunitarias, la escasez y el mal estado de las raciones diarias que el programa del ICBF ofrece a los hogares comunitarios, a través de la cooperativa CTA Servicio Nacional, haciendo imposible el normal funcionamiento de los programas y forzándolas a lanzar un paro hasta que el proveedor no cancelara las bonificaciones atrasadas, que sólo alcanzan los $212.500 mensuales –menos de la mitad del salario mínimo vigente en Colombia–, junto con el aumento pactado en la anterior negociación.

Los días de retraso en el pago representan para estas mujeres, en su mayoría cabezas de hogar, el corte del agua, la energía o el retraso en el pago de los arriendos de sus viviendas, donde, además, funcionan los programas. Como si esto fuera poco, la no cancelación oportuna de la seguridad social les ha generado la suspensión del servicio médico para ellas y sus familias.

La jornada concluyó el jueves 10, hacia las 4:00pm, cuando las madres comunitarias constataron que se hubiese hecho efectiva la consignación de la bonificación, con el compromiso del pago inmediato a las EPS y del mejoramiento de la minuta alimenticia, para lo que acordaron una reunión de la comisión negociadora con el ICBF, el próximo 22 de mayo, que tendrá como punto central exigir calidad y cantidad apropiada en las raciones.

“Las exigencias de esta jornada de paro son sólo los problemas inmediatos de las madres comunitarias. Pero, más allá, está nuestra justa demanda de que se nos reconozca como trabajadoras, se nos pague un salario digno y se nos den las garantías laborales a las que tiene derecho cualquier trabajador. Que se aumente el presupuesto para los programas de atención a la niñez, contrario a lo que se ha venido haciendo el gobierno”. Manifestó una de las dirigentes de la jornada.

La jornada estuvo liderada por la Asociación por la Defensa de los Derechos de los Hijos del Pueblo (ADDHIP-MODEP) y el Sindicato Nacional de Trabajadoras al Cuidado de la Infancia en Hogares de Bienestar (Sintracihobi). Contó con el apoyo de Sintraemsdes Pereira, Sinaltrainal Dosquebradas, la Central Unitaria de Trabajadores (CUT), la Escuela Sindical y Popular Ignacio Torres Giraldo, así como el de padres usuarios, vecinos, ciudadanos y personas del sector que manifestaron su respaldo acompañándolas en estos dos días de valerosa lucha.

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