lunes, febrero 18, 2008

Conjeturas

Alvaro Cepeda Neri

Conaliteg, otra bestial corrupción foxista

A la mejor, por esa supeditación-servilismo-miedo de los jueces, magistrados y ministros del Poder Judicial, cuyo remate es la desprestigiada Suprema Corte de Justicia de la Nación, al presidencialismo en turno, la Juez Verónica Sánchez Valle, del Décimo Juzgado, se atrevió a girar órdenes de aprehensión contra 13 ex servidores públicos que hicieron de la Comisión Nacional de Libros de Texto Gratuito (Conaliteg) un botín para enriquecerse ilícitamente. La PGR, que depende de Calderón y Medina Mora, solicitó esas órdenes y no da paso sin guarache (para todo pide permiso y consulta al inquilino de Los Pinos, para cubrirse la espalda y si "mete las patas" eludir responsabilidades).


Por cierto, Medina Mora se ha convertido en tapadera de Juan de Dios Castro (padre, porque el hijo es diputado con el mismo nombre y zacatón en la Comisión para la averiguación de los Bribiesca) ya que absolutamente todas las denuncias de periodistas por abusos, agresiones y homicidios de funcionarios (el caso de Lydia Cacho, y el de este columnista contra Bours, entre otros cientos más) siguen archivadas. Y si es una orden de Calderón, la cosa es peor y apoya el rumor de que Max (Maximiliano, ex percusionista del grupo musical Timbiriche) Cortázar, recién apoyado con más poder, continuará con su barbarie política de ignorar a los medios de comunicación y sólo dar publicidad a los que se "porten bien". Y cuya política siguen todos los jefes de prensa, incondicionales de Max.

Poca difusión ha tenido el asunto de Conaliteg. El reportero José Martínez documentó esa corrupción, encabezada por su director general Jorge Velasco y Félix, uno de los alfiles de la señora Mart(h)a Sahagún, que ésta protegió como poder tras el trono con el visto bueno del mismo Fox. Una de las raíces de esa corrupción conecta a Conaliteg con la fundación "Vamos México", el camuflaje de la todavía segunda esposa de Chente y cuyos pecados le confesaron al ya fallecido pederasta Marcial Maciel, con lo cual obtuvo total impunidad.

Sólo fueron acusados de abuso de confianza, pero cometieron otros delitos penales los bribones de Conaliteg; y entre ellos (ya se habrán amparado) están dos funcionarios de Lozano Alarcón, en la Secretaría del Trabajo. Y otro es el secretario particular del Oficial Mayor en el Gobierno de Marcelo Ebrard. Los trece implicados manipularon las licitaciones, para favorecer a empresas que, como es costumbre, por arriba o por debajo de la mesa, deslizaron sobornos.

El columnista Carlos Ramírez una y otra vez exhibió, en su momento (2002, sobre todo), el caso de Conaliteg, y después aparecieron las investigaciones de José Martínez, en sus libros: Conaliteg: corrupción de Estado; Conaliteg-Vamos México; El peón de la reina y La corrupción foxista en Conaliteg: mar de engaños y testimonio de impunidad.

Obviamente que Medina Mora pidió autorización para solicitar las órdenes de aprehensión, que motivó la apertura del juicio penal contra uno de los protegidos de la ex "pareja presidencial".

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