Descansa en paz Manuel

Ayer falleció mi primo hermano Manuel González Martell, iba rumbo a su casa en un Taxi y ahí le llegó el infarto... el taxista, asustado trato de llevarlo al hospital, sin embargo Manuel murió en la calle, en el Taxi, metido en las venas de la ciudad que lo vio nacer, a la que mi canto describió como “La Ciudad de la Esperanza” “En paz descansa hermano” Y lo digo no porque sea una frase hecha para la ocasión. –Déjame compartir primo un poco de ti.

Manuel era Licenciado en Administración de Empresas, tenía además una especialidad en Planeación de Negocios, le gustaba leer y estudiaba cuanto curso encontraba interesante. Si embargo cuando digo “En paz descanses hermano” lo digo no solo recordando tu voz de barítono, bien plantado y tu amor por la música y nuestras largas caminatas (cuando se podía hacerlo) sobre Insurgentes, desde Portales hasta la glorieta del metro Insurgentes llegamos una vez, como olvidar en aquellos años nuestras tardes de Billar, jugar contigo fue “elevar mi nivel”.. según me decías, y así fue, vagamos, peleamos, discutimos, disfrutamos de la cerveza que tanto te gustaba.

Viviste, fuiste amiguero, mujeriego, tu presencia robusta gustaba a las mujeres. “En paz descanses hermano” porque ya nos sufrirás como desde hace años, el no encontrar un trabajo, ya no digamos que te remunerara al nivel de tu preparación, sino uno, donde supieras que tu nivel era apreciado y te diera la sensación de saber que “ahí si tendrías futuro” uno donde la clase humana apreciara el talento y la dedicación más que el sometimiento y la explotación, ya no sufrirás al ver que tus esfuerzos no resultaban económicamente redituables, ya no sufrirás al ver que tus negocios no prosperaban a pesar de la planeación en esos intentos de auto emplearte, sabíamos que la situación creada por la política neoliberal y la corrupción, vienen metiendo a menos todas las economías de nuestro país desde hace más de 20 años, lo comentamos muchas veces, ya no sufrirás las angustias de levantarte con las preguntas.. y ahora por donde...? ahora con quien...? ahora como...? se acaban esos días de pasar hambre, hambre
de justicia, hambre de progreso, hambre de verdad, hambre de certeza, hambre de vivir de lo que más te gustó... cantar... ahora primo, cántale fuerte, con esa voz potente y gruesa a quienes del otro lado te reciban, estoy seguro que te llevan al lugar que bien ganado tienes, allá, donde no hay ambición ni deseos de poder o dinero, allá, donde todo es lo que es, sin etiquetas, sin cadenas, sin mentiras innecesarias, sin los excesos de la vanidad, de la ambición, sin las angustias y dolores de un cuerpo que no soportaba los embates del estrés, “En paz descanses hermano” y disculpa que comparta con el mundo tu muerte, pero ¿porque no hacerlo? Cuando se quiere de hombre a hombre, de hermanos a hermano, de sangre a sangre, se siente la necesidad de decir, Manuel González Martell era un cabrón bien hecho, que vivió y murió en la calle donde todos los días Manuel buscaba la vida.
Raúl Martell
Cantautor