martes, julio 01, 2008

Los autorizó Fox para dárselos a sus amigos!

La toma de Tulum


En 1981 José López Portillo creó mediante decreto el Parque Nacional de Tulum para preservar y conservar las bellezas naturales, los vestigios arqueológicos y el equilibrio existente en torno de la milenaria ciudad. Veintisiete años después, las 664 hectáreas se encuentran en el centro de una polémica legal que ha llegado hasta la Suprema Corte de Justicia. Negligencia gubernamental,voracidad comercial, corrupción: Los terrenos del parque y de la zona arqueológica de Tulum están inmersos en un litigio que parece no tener solución.

TULUM, Q.R.- Desde la ventana de su hotel, las pirámides, si tiene usted entre 200 y 700 dólares diarios.El Poder Ejecutivo a través de la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) interpuso el 28 de mayo pasado una controversia constitucional en contra del municipio Solidaridad. Se busca con ello mantener como área natural protegida el Parque Nacional Tulum y demoler todo lo que se ha construido ahí de forma ilegal. La respuesta de la Corte es inminente.“Vamos por la demolición de las construcciones que ya se encuentran dentro del parque –dice a Proceso Alfredo Arellano Guillermo, director regional en la Península de Yucatán y el Caribe mexicano de la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Conanp). Así, en el parque de 664 hectáreas en forma de polígono y donde se localiza el emblemático sitio arqueológico de Tulum, no se podrá aplicar – mientras no falle la Corte a favor o en contra– el Programa Director de Desarrollo Urbano, aprobado el 28 de abril pasado por el gobierno del estado, el cual daría un marco jurídico para la existencia de hoteles y restaurantes en la zona –para algunos la más bella del Caribe mexicano– y que ya había sido aprobado por el ayuntamiento de Solidaridad.En pie de guerra y dispuestos a defender su punto de vista “hasta las últimas consecuencias”, los protagonistas de esta pugna –empresarios, gobierno federal y gobierno estatal– llevan años en una franca pelea en el intento de arrogarse la posesión de los preciados terrenos de Tulum (“fortaleza”, en maya).La batalla incluye todo tipo de argucias legales, burocratismo estatal y federal y, por supuesto, intereses económicos.
Sólo muertos
“A mí no me sacan de aquí sino con los pies por delante”, dice a Proceso el empresario Jorge Portilla, poseedor junto con su padre César Portilla Rosado de más de un centenar de hectáreas que se encuentran dentro del Parque, así como del hotel Caleta Tankah.“Cuando en 1981 se hizo un decreto de expropiación para crear un Parque Nacional, nosotros ya vivíamos aquí. Nunca nos pagaron, nunca tomaron posesión del sitio, nunca se elaboró un plan de manejo, nada. Para colmo situaron a Tulum como parte del municipio de Carrillo Puerto cuando pertenecía a Cozumel. Además, las coordenadas del parque se hicieron de forma equivocada y van a dar al mar. Trazaron un mapa equivocado. Todo esto es una acción inconstitucional.”
Sentado en el restaurante Don Cafeto del novel municipio, reitera:
“El decreto expropiatorio en 1981 estuvo mal hecho. De entrada especifica que Tulum era parte del municipio de Carrillo Puerto, cuando en realidad pertenecía a Cozumel. Obviamente nosotros, que ya teníamos posesión de nuestros terrenos, nos fuimos al amparo. Nos dieron las dos primeras instancias a favor. Pero obviamente en aquellas épocas un mandato presidencial era la ley, entonces en la última ‘nos dieron palo’, como quien dice.“Pero nunca indemnizaron, nunca tomaron posesión, nunca hicieron un plan de manejo. Nunca hicieron nada, nunca les interesó el lugar.
¿Y cuál es el origen de ese decreto expropiatorio? Si tú te remontas a 1981, en México no existía nada de eso de la ecología y demás.
¿Y qué hacía el presidente para obtener terrenos para su beneficio o para dárselos a sus amigos? Así, los decretaba, los agarraba el gobierno y se los daba a sus amigos para que los tuvieran en custodia y explotación.“No es el único parque que está en este tipo de circunstancias. Por eso es que están tan preocupados los de Comisión Nacional de Áreas Protegidas, porque todos los parques están mal hechos. Éste puede crear un precedente para que se les venga encima una cascada de problemas por lo que no hicieron.“Nosotros como propietarios en 1987 seguimos viviendo ahí. En 1987, después del decreto, la Secretaría de la Reforma Agraria, que es una secretaría del gobierno federal, nos escritura los terrenos, nos da títulos de propiedad, libres de gravamen, nuestros impuestos prediales los tenemos pagados desde 1981 y los tenemos al día. El Registro Público de la Propiedad y el Comercio nos tiene inscritos de forma constitutiva.“Además, el trazo original del llamado Polígono en el decreto se hizo mal y está dentro del mar, y no en nuestras tierras. A nosotros no nos afecta. Ese es un problema de tenencia de la tierra y de aquí no nos sacan sino con los pies por delante.
“Y si es por maravillas naturales, entonces que hagan un decreto de todo México y declaren a todo el territorio parque nacional”.
Para el empresario, el decreto de José López Portillo es inconstitucional y las instituciones como la Semarnat, Conand, Profepa y el INAH “son un desastre, y no sólo no cuidan la zona sino que la perjudican con actos de corrupción y negligencia.”
Diamante negro
Por su parte, Roberto Palazuelos, dueño del hotel Diamante K y presidente de la asociación civil Amigos de Tulum, considera que todos los problemas con respecto al uso del suelo en el parque nacional surgen de “la irresponsabilidad, corrupción y negligencia de las autoridades de la Comisión Nacional de Áreas Protegidas, la Semarnat, el INAH y el expresidente José López Portillo –ya fallecido–, quien dictó un decreto de expropiación de la zona, porque Calcáreo Portilla no quiso venderle los terrenos a un amigo suyo”.Conocido dentro del mundo de la farándula y las revistas del corazón con el mote de El Diamante Negro, Roberto Palazuelos es tajante:“Aquí lo que está en juego es la legalidad, eso es el riesgo, el parque no está en peligro porque hay un plan de desarrollo urbano. Se contemplan 10 cabañas por cada hectárea. Además de que ya están construidas.”
Afirma:
“Yo mismo hablé con Alfredo Arellano y le dije: ‘Si el decreto estuviera bien hecho, está bien, pues adelante, pero está mal’. De entrada hay que tener claro que el presidente que más daño le ha hecho al país es José López Portillo. Su intención no era crear un parque sino robarse los terrenos. Tengo las pruebas.“Si dejamos que esta gente del gobierno federal se adueñe de los terrenos, al rato son de un secretario de Estado. Eso es lo que quieren. No van a hacer ningún parque ni van a hacer nada. Son las mejores playas de todo el país y las quieren ellos. Es una exageración, no hay ni flora ni fauna ni nada. El mangle está del otro lado.“Es un rollo personal de Arellano, que va a acabar en la cárcel. Nosotros vamos al amparo por negación de justicia. Los ecológicos somos nosotros y no ellos. Ellos autorizaron el Dreams, el Azul Blue, los anteriores delegados de la Semarnap autorizaron todo tipo de irregularidades. Vamos a ver que pasa con la reserva ecológica de Sian Ka’an. La Semarnap autorizó adentro de una reserva nacional casas de puro concreto, como la de Roberto Hernández, de Banamex.“El supuesto parque está mejor en nuestras manos que en manos de esos tipos, porque quién sabe qué vayan a hacer. No van a limpiar las playas, al rato van a autorizar porquería y media. Ellos son los que quieren hacer un Disneylandia aquí. Desde que vi que estaban haciendo el Blue me opuse. Es un desastre. El responsable número uno es el gobierno federal. Porque si ya hiciste un parque, pues vas y lo registras en el Registro Público para evitar que haya ventas. ¿Cómo nos vamos a proteger los ciudadanos?“Yo voy y compró un hotel, reviso en el Registro Público y de repente otra autoridad me dice que está expropiado. Jamás inscribieron en el Registro de la Propiedad del estado el parque. Mi caso es el de muchísima gente y es delicado. Hotelitos como el Dreams de 15 hectáreas fueron aprobados por el gobierno panista de Fox sobre cenotes y ríos subterráneos. El Blue igual se manejó políticamente y lo autorizó Fox.“Aquí hay hasta un terreno comprado por el sindicato de maestros. Y hay que entender que el valor comercial de la zona es altísimo. Si nos van a expropiar van a tener que notificármelo de forma apropiada e indemnizarme en el valor comercial del mi terreno. Qué bueno que la cuestión está en tribunales y me queda claro que van a perder la controversia por no cuidar lo que tienen que cuidar y por corruptos, porque la supuesta expropiación la hicieron mal. Esto nada más va a ser una gastadera de dinero y no va a suceder nada. Esto que pretenden es inconstitucional. Si el presidente tuviera pantalones debería de arreglar esto de una buena vez.”
La Conanp y el INAH
Desde el lado oficial, el biólogo Alfredo Arellano, director regional en la Península de Yucatán y Caribe mexicano de la Conanp, señala que la controversia constitucional interpuesta va contra el municipio de Solidaridad, y va “por todo”:“El gobierno municipal se ha extralimitado en sus atribuciones constitucionales. Un instrumento municipal no debería regular usos de suelo fuera de lo que es un centro de población. Lo que ellos querían hacer es agrandar el centro de población para incluir el parque nacional y poderle cambiar el uso del suelo.“El alegato incide en que se trata de un área de interés de la federación desde 1981 y, bueno, obviamente el interés del municipio es tener los medios para hacer uso de su suelo.“Pero nosotros vamos a ganar y vamos por la demolición de las construcciones que ya se encuentran en la reserva. Es importante que el parque retome su papel de área de uso público, de área de recreación para todos los mexicanos y de área para la conservación de los elementos naturales.”Y dice sentirse tranquilo, pues el hecho de que la Corte haya aceptado la suspensión del Programa Director de Desarrollo Urbano indica que hay elementos sustantivos en el caso de los amparos.Sin embargo, acepta que “durante muchos años esta área no tuvo una atención debida, en cuanto a recursos y personal. Cuando en el sexenio de Zedillo se actualizó todo el tema de la preservación de los recursos, se puso un alto al tráfico de influencias, a la corrupción y a una serie de problemáticas que afectaban al parque.“A mi oficina se presentaron presuntos propietarios para desarrollar sus propios proyectos, y ante la negativa institucional comenzaron las calumnias y todo tipo de cosas.“Incluso tengo una demanda personal de Playa Max, en la cual lo han tomado más a título personal. “Pero la situación es clara, aquí ha habido una enorme corrupción y nosotros estamos por que se investigue a fondo y se declare culpable a quien lo sea. Pues no es posible que un parque nacional haya sido invadido sistemáticamente en detrimento de los derechos de todos los mexicanos. No es posible que el propio gobernador haya emitido títulos de propiedad en la zona. Que haya notarios entregando escrituras.“Quienes están en la zona no cuentan con drenaje ni luz. Han buscado ampararse ante la inminente revocación de sus autorizaciones en materia de impacto ambiental. El gobierno del estado guarda silencio ante todo. Aquí hay interés de otro tipo, empresas españolas e italianas intentan hacerse de una buena parte de los terrenos.” Por su parte, Adriana López, directora del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) para la región de Quintana Roo, señala:“Los hoteles, cabañas y restaurantes se encuentran asentados dentro de los terrenos pertenecientes a la zona arqueológica, no fueron autorizados por el Instituto Nacional de Antropología e Historia como lo establece la Ley General de Monumentos y Zonas Arqueológicas, Artísticos e Históricos.“Nosotros tenemos una posición muy clara. Y los terrenos del sitio arqueológico son más amplios todavía que los del parque nacional. Nuestra iniciativa ha sido no otorgar permiso para que se construya ningún tipo de edificación en la zona. Hemos iniciado procesos administrativos e incluso denuncias penales. Es muy clara la política para el área poligonal, nuestro marco legal es la Ley Federal de Monumentos y el Decreto de la Zona Arqueológica de Tanka de 1993.”Los procesos penales, afirma, han sido aplicados contra varios propietarios que han construido al margen de la ley. “Entre ellos están el hotel Dreams, el Azul Blue, Caleta Tanka, el Mezanine... tienen denuncias penales, quebrantamiento de sellos. Hay que respetar el espíritu del decreto, lo que dice, y respetar lo que es la zona. Por supuesto que de 1981 hasta ahora han cambiado mucho las maneras de realizar un levantamiento topográfico. Pero en el caso del INAH, nuestra área es más grande aún que la del propio parque natural. La zona de monumentos es de 691 hectáreas.
Dreams
Un guardia vigila atentamente la reja eléctrica que permite el acceso a un largo camino conducente al pórtico de un lujoso lobby de mármol. Imposible entrar ahí si no se tiene una reservación previa o la habitación pagada anticipadamente. Mucho menos a pie.Se trata del hotel Dreams Tulum, una gigantesca mole de 15 hectáreas divididas por todo tipo de edificios. Un pueblo turístico que parte literalmente en dos el territorio decretado y expropiado en 1981 por José López Portillo para crear la Reserva Nacional de Tulum.A la entrada los maleteros esperan con un vistoso uniforme tipo “africano” consistente en bermudas, camisa color caqui y el clásico casco redondo de explorador. En la recepción, una amable edecán extiende a quienes llegan –la mayoría extranjeros– una copa de champagne con una cereza en el interior, mientras se asigna la habitación.Las habitaciones varían entre los 203 y 671 dólares diarios por persona. El megaresort incluye más de 238 cuartos, siete restaurantes, siete bares, capilla para quienes deseen unir sus vidas junto al mar. Tiendas, diversiones de playa e incluso juegos de ajedrez y de damas de tamaño gigantesco extendidos en 15 hectáreas. También hay dos enormes piscinas.En la principal, desde unas enormes bocinas, se escuchan en alto volumen las notas de la conocida canción Tequila. Cada vez que el cantante llega al estribillo, la multitud grita animosamente: “tequila”.Según los documentos que se muestran en el lobby, el megaresort cumple con todas las reglas de servicio y los permisos correspondientes para su funcionamiento.Así como el Dreams, hacia el sur, a unos cuantos pasos del sitio arqueológico de Tulum y en terrenos pertenecientes al INAH, se encuentran cabañas, hoteles “ecológicos” como el Mezzanine –famoso por sus fiestas de los viernes– y el Diamante K de Palazuelos, amigo del llamado Niño Verde. El hotel tiene rústicas palapas sin ventanas. El baño puede ser compartido o incluido en la habitación. Carece de teléfono. A través de una planta de luz hay en las palapas una leve luz amarillenta de día y rojiza por las noches, esto –a decir de la encargada de rentar las cabañas– porque ahí “la gente va a descansar, no a leer o nada parecido. Vienen huyendo del stress, y lo de que no haya mayor luz es porque nosotros aplicamos los principios de la cromoterapia”.Al final de la reserva nacional y dentro de los terrenos del INAH se encuentra el Azul Blue con 96 habitaciones y un spa de mil 200 metros cuadrados que renta la cadena Eurostars a un dueño mexicano. l

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