México SA
*Que alguien le diga a Carstens que ya pasaron las elecciones, ya no es necesario mentir
*Pobreza, desempleo, menos crédito externo, caída en remesas, pronósticos del BM para AL
Aspecto de los mostradores en el aeropuerto capitalino que atienden a clientes afectados por la suspensión de vuelos de Aviacsa. Las autoridades señalaron que, a diferencia de las dos primeras suspensiones, ayer ya no se observaron largas filas para solicitar transferencia de vuelos a otras líneas aéreas.*Que alguien le diga a Carstens que ya pasaron las elecciones, ya no es necesario mentir
*Pobreza, desempleo, menos crédito externo, caída en remesas, pronósticos del BM para AL
Alguien tendría que ser amable con el secretario de Hacienda y pasarle el chisme de que las elecciones ya concluyeron y el PAN obtuvo una estrepitosa derrota; que por favor le digan que ya no es necesario insistir en eso de que ya tocamos fondo”, “lo peor ya pasó” y en 2010 a los mexicanos les espera un “año venturoso” aderezado con una “recuperación vigorosa”. Si fueran tan gentiles de actualizar al doctor Carstens, porque ayer repitió la cantaleta, justo cuando el Banco de México adelantaba su estimación sobre el desastroso resultado en el segundo trimestre de 2009, y la Organización Mundial de Comercio advertía que “los peores efectos de la crisis internacional en materia social y política todavía están por venir, en especial en los países en desarrollo”.
El Banco de México, por medio del subgobernador José Sidaoui, informó que según los cálculos de la institución el producto interno bruto mexicano se desplomó 10 por ciento en el segundo trimestre del presente año, de tal suerte que la caída promedio para los primera mitad de 2009 se ubica en -9.1 por ciento. Para dar un comparativo, en el primer semestre de 1995 (“el año de la gran crisis”) tal promedio negativo fue de 5.65 por ciento. Por lo mismo, el propio Sidaoui se animó a precisar que la recuperación económica en el país “será lenta y gradual”.
Por el contrario, el doctor “catarrito” insistió en que “los pilares de la economía son sanos (y ya que la crisis “tocó piso”), nada evitará una recuperación importante hacia delante”, con un ritmo “más acelerado... 3 por ciento en 2010 y se aumentará en los siguientes dos años (...) con un México mejor”. Pues bien, aún en el supuesto de que esta estimación sea correcta (independientemente de que depende de lo que sucede al norte de la frontera), 3 por ciento de “crecimiento” es lo que el país registra en un año “bueno”, sin crisis, de tal suerte que el pronóstico del titular de Hacienda se ubica en el ya tradicional raquitismo económico que se registra desde hace casi tres décadas, el cual de ninguna manera soluciona el problema de fondo. ¿Dónde, entonces, estaría la “recuperación vigorosa”? Además, para 2009 insiste en que el PIB “sólo” caerá 5.5 por ciento. ¿Cuál tendría que ser el comportamiento económico mexicano en la segunda mitad de 2009 para que la cuenta de Carstens salga? Sencillo de julio a diciembre la caída tendría que ser menor a 4 por ciento en el periodo, para llegar a ese promedio de 5.5 por ciento en el año. ¿De dónde?
Mientras resuelve la ecuación, el Banco Mundial (América Latina, más allá de la crisis; impactos, políticas y oportunidades, julio 2009) ofrece sus propios pronósticos sobre el efecto de la crisis en la región y cinco consecuencias fundamentales: primero, recesión. “El crecimiento promedio de la región pasará de más de 4 por ciento en 2008 a menos de 2-2.5 en 2009. Estos promedios disimulan grandes diferencias entre países, pero muy pocos escaparan la caída en el producto (Panamá, Perú). El crecimiento volverá en 2010, pero es probable que sea lento (1-2 por ciento anual) y no uniforme”.
Segundo, la pobreza se incrementará. “La crisis empujará a ocho millones de latinoamericanos a la pobreza. Para poner ese número en perspectiva, 60 millones de ellos habían salido de la pobreza en el periodo 2002-2008, gracias al crecimiento más rápido, a las mejores políticas sociales, y a las mayores remesas. Pero se espera que la crisis sea inusualmente dura con la clase media por la caída en la demanda por exportaciones no tradicionales que tienden a emplear a trabajadores formales, urbanos y tecnológicamente más avanzados”.
Tercero, el desempleo también se incrementará. “Todos los países para los que existen datos puntuales, muestran un aumento de corto plazo en las tasas de desempleo. Pero las razones detrás del aumento varían. En algunos casos (Brasil, Chile, México), son mayormente los trabajadores asalariados los que han perdido su empleo o encuentran menos oportunidades de empleo; en otros (Colombia), son los trabajadores independientes los que parecen estar sintiendo más el impacto de la recesión. Los salarios están cayendo en algunos sectores en términos reales. Se espera que la informalidad se expanda, y la productividad sufra como resultado”.
Cuarto, habrá menos financiamiento externo. “Al momento en que se detonó la crisis global (último trimestre del 2008), los deudores latinoamericanos soberanos, en su mayoría se habían ya asegurado el financiamiento externo que necesitaban para 2009. Las corporaciones, en cambio, enfrentan un panorama financiero mucho más difícil. Esto no es muy sorprendente, pues las proyecciones del flujo neto de capital privado hacia los países emergentes para este año muestran un verdadero derrumbe. Aún más importante, la inversión extranjera directa hacia América Latina tal vez no siga mostrando la estabilidad que tuvo durante crisis anteriores, porque el flujo de fusiones y adquisiciones que la sostenía (“compras de remate”) ya no se harán presentes”.
Quinto, habrá menos remesas. “En 2008, los 20 millones de latinoamericanos que viven en el exterior enviaron unos 60 mil millones de dólares (un tercio de ese dinero fue a México). Esto convirtió a las remesas en una de las más grandes fuentes de divisas de la región. Esos flujos se reducirán entre 4 y 8 por ciento en el 2009, y pueden continuar cayendo mientras no se recupere la industria de la vivienda en los países del G7. Y, si la recuperación global no se materializa en 2010, un número significativo de migrantes latinoamericanos podría volver a casa”.
Si lo anterior no sólo es espeluznante, sino que de ninguna manera coincide con la tesis (por llamarla de alguna manera) del gobierno calderonista, recuérdese que en la perspectiva latinoamericana la economía de México ocupa el último lugar en resultados económicos. ¿De qué tamaño, entonces, es el golpe para los que sobreviven en este país?
Las rebanadas del pastel
Treinta y tres días corridos ha tenido el director general del IMSS, Daniel Karam, para “encontrar” y “organizar” los nombres de los beneficiarios con la subrogación de guarderías de ese instituto, y tres semanas desde que públicamente se comprometió a entregar el inventario. Concluyó la elección intermedia; no pudieron evitar lo inevitable, ya corrieron a la mascota, “humilde” se asoma el inquilino de Los Pinos y tiempo más que suficiente ha transcurrido para “localizar” el expediente y entregarlo. Entonces, agotados los pretextos para que el escudero de Juan Molinar Horcasitas mantenga la negativa, hoy deberá hacerlo en su cita con los integrantes de la Comisión Permanente.
cfvmexico_sa@hotmail.com y mexicosa@infinitum.com.mx
El Banco de México, por medio del subgobernador José Sidaoui, informó que según los cálculos de la institución el producto interno bruto mexicano se desplomó 10 por ciento en el segundo trimestre del presente año, de tal suerte que la caída promedio para los primera mitad de 2009 se ubica en -9.1 por ciento. Para dar un comparativo, en el primer semestre de 1995 (“el año de la gran crisis”) tal promedio negativo fue de 5.65 por ciento. Por lo mismo, el propio Sidaoui se animó a precisar que la recuperación económica en el país “será lenta y gradual”.
Por el contrario, el doctor “catarrito” insistió en que “los pilares de la economía son sanos (y ya que la crisis “tocó piso”), nada evitará una recuperación importante hacia delante”, con un ritmo “más acelerado... 3 por ciento en 2010 y se aumentará en los siguientes dos años (...) con un México mejor”. Pues bien, aún en el supuesto de que esta estimación sea correcta (independientemente de que depende de lo que sucede al norte de la frontera), 3 por ciento de “crecimiento” es lo que el país registra en un año “bueno”, sin crisis, de tal suerte que el pronóstico del titular de Hacienda se ubica en el ya tradicional raquitismo económico que se registra desde hace casi tres décadas, el cual de ninguna manera soluciona el problema de fondo. ¿Dónde, entonces, estaría la “recuperación vigorosa”? Además, para 2009 insiste en que el PIB “sólo” caerá 5.5 por ciento. ¿Cuál tendría que ser el comportamiento económico mexicano en la segunda mitad de 2009 para que la cuenta de Carstens salga? Sencillo de julio a diciembre la caída tendría que ser menor a 4 por ciento en el periodo, para llegar a ese promedio de 5.5 por ciento en el año. ¿De dónde?
Mientras resuelve la ecuación, el Banco Mundial (América Latina, más allá de la crisis; impactos, políticas y oportunidades, julio 2009) ofrece sus propios pronósticos sobre el efecto de la crisis en la región y cinco consecuencias fundamentales: primero, recesión. “El crecimiento promedio de la región pasará de más de 4 por ciento en 2008 a menos de 2-2.5 en 2009. Estos promedios disimulan grandes diferencias entre países, pero muy pocos escaparan la caída en el producto (Panamá, Perú). El crecimiento volverá en 2010, pero es probable que sea lento (1-2 por ciento anual) y no uniforme”.
Segundo, la pobreza se incrementará. “La crisis empujará a ocho millones de latinoamericanos a la pobreza. Para poner ese número en perspectiva, 60 millones de ellos habían salido de la pobreza en el periodo 2002-2008, gracias al crecimiento más rápido, a las mejores políticas sociales, y a las mayores remesas. Pero se espera que la crisis sea inusualmente dura con la clase media por la caída en la demanda por exportaciones no tradicionales que tienden a emplear a trabajadores formales, urbanos y tecnológicamente más avanzados”.
Tercero, el desempleo también se incrementará. “Todos los países para los que existen datos puntuales, muestran un aumento de corto plazo en las tasas de desempleo. Pero las razones detrás del aumento varían. En algunos casos (Brasil, Chile, México), son mayormente los trabajadores asalariados los que han perdido su empleo o encuentran menos oportunidades de empleo; en otros (Colombia), son los trabajadores independientes los que parecen estar sintiendo más el impacto de la recesión. Los salarios están cayendo en algunos sectores en términos reales. Se espera que la informalidad se expanda, y la productividad sufra como resultado”.
Cuarto, habrá menos financiamiento externo. “Al momento en que se detonó la crisis global (último trimestre del 2008), los deudores latinoamericanos soberanos, en su mayoría se habían ya asegurado el financiamiento externo que necesitaban para 2009. Las corporaciones, en cambio, enfrentan un panorama financiero mucho más difícil. Esto no es muy sorprendente, pues las proyecciones del flujo neto de capital privado hacia los países emergentes para este año muestran un verdadero derrumbe. Aún más importante, la inversión extranjera directa hacia América Latina tal vez no siga mostrando la estabilidad que tuvo durante crisis anteriores, porque el flujo de fusiones y adquisiciones que la sostenía (“compras de remate”) ya no se harán presentes”.
Quinto, habrá menos remesas. “En 2008, los 20 millones de latinoamericanos que viven en el exterior enviaron unos 60 mil millones de dólares (un tercio de ese dinero fue a México). Esto convirtió a las remesas en una de las más grandes fuentes de divisas de la región. Esos flujos se reducirán entre 4 y 8 por ciento en el 2009, y pueden continuar cayendo mientras no se recupere la industria de la vivienda en los países del G7. Y, si la recuperación global no se materializa en 2010, un número significativo de migrantes latinoamericanos podría volver a casa”.
Si lo anterior no sólo es espeluznante, sino que de ninguna manera coincide con la tesis (por llamarla de alguna manera) del gobierno calderonista, recuérdese que en la perspectiva latinoamericana la economía de México ocupa el último lugar en resultados económicos. ¿De qué tamaño, entonces, es el golpe para los que sobreviven en este país?
Las rebanadas del pastel
Treinta y tres días corridos ha tenido el director general del IMSS, Daniel Karam, para “encontrar” y “organizar” los nombres de los beneficiarios con la subrogación de guarderías de ese instituto, y tres semanas desde que públicamente se comprometió a entregar el inventario. Concluyó la elección intermedia; no pudieron evitar lo inevitable, ya corrieron a la mascota, “humilde” se asoma el inquilino de Los Pinos y tiempo más que suficiente ha transcurrido para “localizar” el expediente y entregarlo. Entonces, agotados los pretextos para que el escudero de Juan Molinar Horcasitas mantenga la negativa, hoy deberá hacerlo en su cita con los integrantes de la Comisión Permanente.
cfvmexico_sa@hotmail.com y mexicosa@infinitum.com.mx
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