martes, agosto 18, 2009

Columna Asimetrías. Calderón, ¿Chivo Expiatorio a la Medida?

Fausto Fernández Ponte







18 agosto 2009

“El sexenio de Felipe Calderón se acabó antes de tiempo”.
Lorenzo Servitje, Dueño de Bimbo y santón de la gran oligarquía mexicana.

I

Pocos no son aquellos panistas que, a la chita callando, consideran que el modelo económico prevaleciente en México desde hace 27 años no es manejado “funcionalmente” por Felipe Calderón, aunque en realidad siempre fue inviable.

Y pocos no son los que, ostentándose dueños de México –identificados como “gran oligarquía” bajo la denominación taxonómica de las ciencias políticas y sociales— y patrocinadores financieros del Espuriato, quéjanse del deficiente manejo del modelo.

Pero son más, numéricamente, aquellos que, desde las trincheras del conservadurismo cupular priísta –ducho en mimetismos para disfrazar su estratificación e inmovilismo filosófico, ideológico y político-- cuestionan la viabilidad del modelo económico.

Y tampoco parecen escasos aquellos que desde las troneras retóricas de los partidos de la izquierda en el espectro ideológico de México y dados, como el PRI, a hacer del patriotismo un gaje lucrativo, preconizan parchar al modelo económico.

Todos ellos –la inapropiadamente llamada clase política, que ni es clase ni mucho menos política, sino burguesía ofertante de gangas de ilusiones mediante politiquerías-- tienen ese denominador común: el gobierno no sabe “funcionalizar” al modelo.

Ese es un denominador común a todos ellos aquí identificados como poderes fácticos y grupos facciosos de presión política que da sentido a otro denominador común: nadie señala al verdadero problema: el modelo nació agotado –senilidad prematura-- en 1982.

II

Esos actores –la gran oligarquía y sus operadores instituciones y mayordomos políticos y voceros en los medios de difusión masiva-- parecen no aceptar el óbito nato de un modelo económico que tras 27 años como cadáver ya está putrefacto.

Un tercer denominador común a todos esos actores en el proscenio de la vida nacional es el que, a partir de los dos anteriores, las propuestas se centran en reformar al modelo, aplicándole oxígeno o poniéndole curitas y prescribirle aspirinas.

Cierto. Ninguna propuesta –del PRI, PAN, PRD, “Verde” o los partiditos-negocio—va orientada a sustituir el modelo económico prevaleciente por otro, uno que sea francamente social y no antisocial, como el actual.

Son millones –de hecho, los 60 millones y pico que no votaron ese domingo comicial— los ciudadanos que, sabiendo lo que se tiene qué hacer y no lo hace el poder político del Estado, parecen anticipar que el modelo, reformado a medias, continuará.

Y la reforma principal, en la que parecen coincidir y converger casi todos los actores políticos (excepto, claro es, los panistas de vena calderonista) implica el cambio de operador político principal, el señor Calderón. Cambiar al gerente, pues, no al modelo.

Reitérese el aserto de “casi todos” en el párrafo anterior. Subráyese que en todos los partidos políticos hay excepciones, las que conforman aquellos convencidos de que sustituir al modelo actual por uno nuevo pasa por una refundación del Estado.

Pero son muy pocos. Es en la conocida como “la bancada del Peje” –los diputados electos que fueron postulados por el PT y algunos, los menos, por el PRD y Convergencia-- en donde se preconiza esa sustitución del modelo económico.

III

Y es que no bastaría ya con sólo modificar la política económica tal como se ha diseñado desde 1982 y aplicado a pie juntillas hasta hoy; tampoco bastaría atenuar las premisas ideológicas y los silogismos políticos del modelo. No.

Esos 60 y pico millones de mexicanos que se abstuvieron de votar en julio sí lo registran sin equívocos: un nuevo modelo económico inspirado en los imperativos de atender primordialmente los intereses populares.

Sin embargo, en la LXI Legislatura ese sentir popular será soslayado por la mayoría del PRI (con el “verde”) y PAN y se optará por reformas leves y, tal vez –sí, tal vez—por la remoción del gerente, el señor Calderón quien, en realidad, no gobierna.

Más no es sólo don Felipe el que no gobierna; nadie, en los hechos, gobierna al país entero; lo que hay son gobiernos de facto (cárteles del narcotráfico y poderes fácticos) y constitucionales (éstos, los de los 31 Estados Unidos Mexicanos). Hay hondos vacíos.

El gerente Calderón ha incurrido, por añadidura, en yerros garrafales, siendo el principal el de subestimar el costo de su guerra contra el “narco” y que las ganancias financieras que dicho conflicto genera son para la industria de armas de Estados Unidos.

Ese altísimo costo financiero de la guerra tiene una base objetiva insoslayable: los pertrechos (transportes, armas, tecnología, etc.) y suministros de toda clase (desde municiones hasta uniformes) se traduce en déficits abisales en las finanzas públicas.

Y si a ello se suman la inviabilidad demostrada del modelo económico –desempleo, caída de la producción y el consumo, devaluaciones, mayor inseguridad, más pobreza, etc..— lo que emerge es un chivo expiatorio a la medida: el señor Calderón.

Un culpable, pues. Aquél que pague los platos rotos. Y que, a la vez, distraiga a la ciudadanía de sus angustias cotidianas por el desempleo brutal y la incertidumbre y desesperanza y sirva, a la vez, como catarsis a la energía de las frustraciones sociales.

Esas frustraciones sociales conforman un potencial revolucionario y su desactivación como detonante reivindicador se nutre de la experiencia histórica. Si no hay pan en suficiencia y accesible precio, que haya circo, mucho circo; éste engaña al hambre.

Y también engañaría, piensan, a la crisis. Los patrones de siempre –la gran oligarquía mexicana y las trasnacionales de Estados Unidos y España-- eso quieren sin tener que sustituir el modelo económico. Pero ello no detendría la descomposición general.

ffponte@gmail.com

www.faustofernandezponte.com

Glosario:

Bancada del Peje: conjunto de diputados electos por los que Andrés Manuel López Obrador hizo campaña de prosetismo.

PAN: Partido de Acción Nacional.

PRD: Partido de la Revolución Democrática.

PRI: Partido Revolucionario Institucional.

PT: Partido del Trabajo.

“Verde”: Partido Verde Ecologista Mexicano.

Lecturas recomendadas:

La formación del poder político en México, de Arnaldo Córdova. Serie Popular Era.

Para alcanzar un criterio público, de Daniel Yankelovich. Publigrafics.

El hombre actual en busca de la realidad, de Francisco Ugarte Corcuera. Panorama Editorial.

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