sábado, septiembre 19, 2009

EDITORIAL¿Reelección sin democracia? Broma de mal gusto.

Año 8, número 3112
Sábado 19, septiembre del año 2009

Empezando porque para que haya reelección, forzoso y necesario es que previamente haya habido una elección; y no se puede decir que ninguno de estos diputados ha sido electo democráticamente, toda vez que el 70 % de la población se abstuvo de sufragar.

Y sin omitir que además, durante las elecciones cometen todo tipo de fraudes con los votos, ante la indolencia (complicidad también cabría) del IFE y del TEPJF y de todos los burlados ciudadanos. Se infiere que la perversa intención de aprobar la reelección, es empezar su “reforma electoral” por ellos y los alcaldes, para después seguirse con los senadores, los gobernadores y la presidencia (ya encarrerado el ratón)

Cuando la “reforma” debiera empezar por permitir que los mexicanos que no estén afiliados a ningún Partido, puedan ser electos; toda vez que una democracia en esas condiciones de excepción, es más bien una burla y un circo, que un ejercicio de puntos y voluntades de la mayoría.

De igual forma; cuando se sabe de alguien que va a morir, el hecho, a pesar de ser esperado, duele cuando sucede y se trata de algún amigo o conocido; pues así, aunque ya era sabido (y en este mismo espacio lo advertimos que así sucedería) que en cuanto llegaran los “nuevos” diputados, habiendo tantas cosas importantes que resolver, intentarían imponer la reelección de ellos mismos.

La propuesta hecha ayer por el secretario de Gobernación, Fernando Gómez, quien por lo visto sigue haciéndola de emisario, en su comparecencia ante los diputados, agregó, el que se estudie el asunto de la reelección y que se incluya también a los presidentes municipales, dejando ver lo previsible de nuestra política y lo corrupto y despreciable que es la misma.

¿Proponer la reelección? Cuando Felipe Calderón pegó de gritos el pasado día 15 celebrando el centenario de la Revolución (que fue el crisol en el que se acuñó la frase de “Sufragio efectivo, no reelección”) es una absoluta incongruencia.

¿Reelección? Cuando Emilio Chuayffet, Beatriz Paredes, Francisco Rojas y tantos y tantos más, ya han estado sentados en una curul y no han hecho nada digno de escribirse a casa.

¿Reelección? Cuando tenemos individuos como José Murat (hoy con fuero en el senado) que debiera estar en la cárcel por el auto-atentado que siendo Gobernador de Oaxaca simuló haber sido víctima.

¿Reelección? Cuando en Michoacán ha habido cuatro gobernadores de la familia Cárdenas. Y en Veracruz han soportado dos Miguel Alemán, que literalmente saquearon al Estado (bueno, uno a toda la Nación y el otro nada más al Estado).

A pesar de que el asunto ya está previamente “arreglado”, y se da por descartado que ¡unánimemente! los representantes del Pueblo (¿?) aprobarán semejante abuso de poder (oprobio también cabría) toda vez que la mayoría del Pueblo lo rechaza por principio (y aunque estuvieran equivocados, es el riesgo de la democracia)

No obstante, quienes amamos a México y logramos ver un poco más allá de nuestras narices, debemos oponernos tajantemente a la reelección que tan cínicamente proponen quienes literalmente de por sí ya tienen secuestrado el Poder.

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