miércoles, septiembre 30, 2009

Trampas y contradicciones absurdas

Apuntes…
Guillermo Fabela Quiñones
La Secretaría de Gobernación da por hecho que la Cámara de Diputados aprobará la elaboración del Sistema Nacional de Identificación Personal, el cual se encargaría de elaborar la cédula correspondiente, con una inversión de más de 3 mil 500 millones de pesos. El argumento con el que se quiere justificar este negocio es que “eliminaría riesgos a la seguridad pública y nacional”. Semejante absurdo revela que no tiene realmente, el gobierno federal, bases sólidas para demostrar la importancia de la nueva mica, que sustituiría a la credencial expedida por el Instituto Federal Electoral, la cual reúne todos los requisitos para una identificación personal idónea.
Eliminar los riesgos a la seguridad pública no es factible con una credencial, por mucha tecnología que contenga. Si tal fuera el caso, con la de elector bastaría para lograr ese objetivo, de acuerdo con especialistas en la materia. Tal interés de la Secretaría de Gobernación en contar con una nueva, antes de las elecciones del 2012, demuestra la urgencia que tiene la cúpula del PAN en asegurar un triunfo cibernético en las urnas, al contar previamente con los datos indispensables para manipular a su antojo, sin molestos inconvenientes, el padrón electoral.
Lo que hace mucha falta en el país, como lo reconoce Leonardo Valdés Zurita, presidente consejero del Instituto Federal Electoral (IFE), es la modernización del procedimiento de votar, como existe ya en muchas naciones, mediante un confiable sistema electrónico, que evitaría el tener que contar los votos manualmente y con ello los riesgos de fraude por manipulación de las actas correspondientes. Brasil es un buen ejemplo de la eficacia de dicho sistema, el cual sí elimina el peligro que representan los conflictos postelectorales, que muchas veces derivan en violencia y creciente inestabilidad.
Así como no tiene sentido gastar una suma estratosférica en un servicio absolutamente prescindible, a no ser el interés en beneficiar al cuñado de Felipe Calderón, Hildebrando Zavala, sí en cambio lo tiene la implantación del sistema de urnas electrónicas. Significaría un avance significativo en el tortuoso camino hacia la democratización del sistema político mexicano. Sin embargo, esto es precisamente lo que no quiere la oligarquía, pues vive a sus anchas en el sistema neofeudal al que nos condujo casi tres décadas de neoliberalismo a ultranza.
Por otra parte, es una contradicción evidente querer gastar tantos miles de millones de pesos en algo que no le reportará nada a la sociedad, pues si se quisiera realmente eliminar los riesgos a la seguridad pública y nacional, el gobierno federal haría lo más pertinente, que sería frenar las causas estructurales de la pobreza acelerada del país, con su cauda de efectos colaterales, como la marginación, el desempleo, la falta de oportunidades para millones de jóvenes. ¿Por qué hacer un gasto así cuando el gobierno federal está haciendo recortes sustanciales al gasto público en renglones básicos? La única explicación razonable es que algo está tramando para garantizar un fraude electoral “inteligente” en el 2012.
Es claro que el PAN no tiene otra opción para evitar una derrota largamente anunciada por los gravísimos errores de Felipe Calderón al frente del Ejecutivo; por su afán desmedido en servir a la oligarquía, como lo prueba su contumaz interés en que se apruebe un paquete fiscal criminal y totalmente inadecuado; por actuar de manera absolutamente contraria a lo que prometió en su campaña electoral. En Internet está circulando un video de su participación en un debate con los demás candidatos, donde prometió bajar los impuestos para permitir el crecimiento de la economía, así como las tasas de interés, además que apoyaría la educación pública superior. ¿Dónde quedaron esas promesas?
Ahora vemos cómo, con la mayor desfachatez, reniega de la palabra empeñada, incluso sin el más elemental respeto a quienes votaron por él. Ahora se compromete a beneficiar “a los que menos tienen” si se aprueba el paquete fiscal recaudatorio. ¿Por qué habríamos de creerle si nunca ha demostrado tener respeto a su palabra empeñada? Por lo demás, tal palabrerío demagógico no pasa de ser una demostración de que tiene toda la voluntad posible para servir a la oligarquía. Con sus miembros, que son unos cuantos, se muestra enérgico y firme en la defensa de sus intereses. En cambio, con la sociedad en general se muestra muy distante, completamente divorciado de ella, no sólo por el empeño que pone el Estado Mayor Presidencial en mantenerlo alejado del pueblo, sino porque su proyecto no tiene ninguna coincidencia con un proyecto nacional, progresista y democrático. Si ambos proyectos confluyeran en uno solo, el que conviene para favorecer un amplio crecimiento sostenido, no tendría dificultades para eliminar riesgos de violencia social.

gmofavela@hotmail.com

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