lunes, noviembre 09, 2009

Plan B. El huracán sindical

Por Lydia Cacho







09 noviembre 2009

Escribo esta columna encerrada en casa mientras el huracán Ida abraza las costas de Cancún. Con Wilma aprendí la lección, la tormenta destruyó mi hogar y pertenencias. Esta vez estoy preparada. He cerrado las cortinas antihuracán; aunque esto parece cueva de lobo, a la luz de las velas me siento segura.

Intuyo que así estará en unas semanas el presidente Calderón. Sentirá que pasó un huracán por casa y al abrir las cortinas no sabrá qué desastre encontrará. Me pregunto qué pensará cuando le entreguen la evidencia de que su aliada Elba Esther Gordillo se ha reunido tres veces con líderes priístas. Las negociaciones han sido duras, el pleito enconado que la lideresa tiene con Salinas no facilita este aparentemente civilizado diálogo. Pero estas son ligas mayores y Beatriz Paredes, quien hace tiempo eligió sacrificar los principios que le quedaban para mantenerse en el poder, hará lo que considere necesario.

Elba no pierde tiempo, se prepara para 2012. El argumento es que no está casada con nadie, por eso tiene su propio partido que le da independencia cuando elija vender al mejor postor su capital electoral, que como bien sabe Calderón, puede significar no sólo el cambio en la balanza de resultados sino de capacidad de operatividad política.

Miguel Ángel Yunes no se queda atrás. Cobijado por su madrina insiste en buscar a toda costa la gubernatura de Veracruz. Es la carta más difícil de Elba pues Yunes tiene enemigos en todos los partidos. Están listas las municiones, entre ellas el grueso expediente de su sobrino que está registrado como agente de la AFI y paralelamente maneja el Garden Club, un prostíbulo de lujo que ha enfrentado al INM, y protege sitios de pelea y apuestas ilegales en el DF.

Todo parece indicar que para Calderón este noviembre no sólo será temporada de tormentas naturales, también pasará a la historia como el mes en que comenzó la muerte de una alianza; de una amistad altamente valorada por el panista que está demasiado ocupado liderando la guerra para la cual Manlio Fabio Beltrones dice tener estrategias de negociación.

La pregunta es ¿qué hará Calderón cuando vea la evidencia? Los actos de corrupción y abusos sindicales de Gordillo están más que documentados, ¿irá tras ella como hizo con el SME?

Los huracanes nos recuerdan la fragilidad de lo que consideramos sólido y seguro. Lo cierto es que no puedo sino pensar que algún día Calderón se arrepentirá de muchas cosas, entre otras de no haber dado prioridad real a la educación, al empleo, al combate a la pobreza y a la transformación del sistema de justicia. Comienza el ocaso del PAN. La maestra le dio la lección a su alumno: el PRI tiene su venia. A mí me recuerda que lo que en verdad transformará a México es el muy, muy lento pero seguro camino del trabajo comunitario de las redes sociales, aquellas que tienen una misión transparente y concreta, que no venden sus principios y valores a nadie.

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