lunes, diciembre 07, 2009

Un paso en el control de emisiones o una oportunidad para la foto

Barómetro Internacional

Cumbre de Copenhague

Ernesto Tamara

La conferencia de las Naciones Unidas sobre el cambio climático, estaba destinada a ser el punto de inflexión para cambiar la actual tendencia del calentamiento global y al menos aplazar o eliminar algunas de sus consecuencias para la vida en este planeta. Sin embargo, debido a los escasos acuerdos alcanzados en las reuniones previas, y sobre todo, a la apuesta de las grandes potencias a mantener el actual modelo capitalista de alto consumo, la Cumbre podría ser otra ocasión para las fotos de líderes mundiales y escasos compromisos.

A fines de noviembre, al presentar en Estados Unidos el documento "The Copenhagen Diagnosis: Updating the World on the Latest Climate Science" (El diagnóstico de Copenhague: actualizando al mundo sobre lo último en ciencia climática), uno de sus autores, Michael Mann, encargado también en 2001 del tercer informe del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC, por sus siglas en inglés), aseguró "No hay política involucrada en el derretimiento de las capas de los hielos. Es lo que es".

Sin embargo, nada más lejos de la verdad, aunque Mann sólo haya pretendido defender los datos que revelan un mayor calentamiento global de lo esperado. Son precisamente las decisiones políticas las que están determinando los modelos de sociedad en que se ordena la población mundial, y, esas decisiones políticas han establecido un modelo capitalista, super consumista, como el ideal a imponer en todo el mundo. Especialmente desde las naciones desarrolladas.

Europa, que critica a Estados Unidos y China por los bajos niveles de reducción de escape de dióxido de carbono y de otros gases que provocan el efecto de invernadero, han establecido una especie de Constitución, el Tratado de Lisboa, que sostiene que los miembros de la Unión Europea deben respetar la economía de mercado y el sistema capitalista como forma de vida.

Aunque los técnicos tratan sólo de mostrar las consecuencias del efecto invernadero, y eluden referirse al modelo económico que lo fomenta, comienzan a surgir algunas voces que reclaman el cambio de esta sociedad basada en el consumo. Ya es una evidencia científica de que si se continúa con estos niveles de consumo, en muy poco tiempo la humanidad necesitaría un planeta y medio más para satisfacer la demanda.

Parece obvio entonces que el sistema capitalista es el principal problema para resolver el calentamiento global, aunque algunos modelos alternativos no han tenido en cuenta las consecuencias para el medio ambiente al desarrollar modelos de desarrollo industrial basado en el consumo indiscriminado de los recursos naturales, especialmente los combustibles fósiles y la utilización irracional de los suelos y el agua potable.
La evidencia del calentamiento global no es aceptado por todos. Hay quienes sostienen que es este fenómeno se produce durante un corto período de la historia, y que ya se han registrados otras etapas de aumento de la temperatura, sin injerencia del hombre en el mismo. Cuestionan además los métodos de medición de la temperatura, del escape de dióxido de carbono y hasta de la medición de la capa de ozono, y concluyen que el aumento de la temperatura es normal en la historia del planeta y que la actividad del hombre no contribuye a esos cambios.

Grupos empresariales norteamericanos, y hasta el anterior gobierno de George W. Bush, contrataron científicos que desarrollaron esas teorías.

Por otra parte, dentro de quienes si consideran probado que la actividad del hombre ha sido determinante para estos cambios climáticos, se dividen al señalar responsabilidad y sobre todo definir un modelo de sociedad que resuelva esos problemas.

Un sector argumenta en favor del llamado “desarrollo sostenible” donde también ha divisiones, ya que unos consideran que ese desarrollo sostenible se puede lograr dentro del modelo capitalista, es decir consumiendo de la misma manera pero optando por otras fuentes de energía fundamentalmente, y quienes concluyen que el capitalismo es opuesto a un sistema racional y equilibrado de consumo.

En este campo recién se está empezando a discutir y presentar teorías, mientras que en la práctica, los pueblos que comienzan a transitar caminos de desarrollo alternativo, tienen que ir resolviendo simultáneamente el desarrollo industrial, el reparto de la riqueza, la justicia social, y el cuidado del ambiente, muchas veces con contradicciones que obligan a priorizar la atención a los más necesitados que al cuidado del planeta.

ernestotamara@gmail.com

Comentario: ¿Alguien en este mundo puede creer que a éstos "líderes mundiales" les importan los pueblos y el planeta ? Esta Cumbre como todas las otras es un mero trámite que aprovechan para darse la gran vida y sentirse importantes. Son de una pobreza interna increíble.

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