domingo, mayo 09, 2010

Cautivos por perros pastores

Barómetro Internacional

Bruno Peron Loureiro

La responsabilidad es directamente proporcional a la conciencia de las acciones cometidas, dicen los seres queridos que solo quieren que seamos mejores y nos amemos los unos a los otros.

El planeta se enferma mientras se le extrae con todo el poder de la tecnología, la mayor cantidad posible de su savia: la poda indiscriminada de árboles, la polución desmedida, la apropiación y el consumo de las fuentes no renovables de energía, la venta de productos maléficos de consumo.

La humanidad está caminando a largos pasos en la dirección errada. El desarrollo moral no ha acompañado al desarrollo tecnológico. Peor que esto, pocos saben dónde está hoy el buen ejemplo.

El Instituto Nacional Oceánico y Atmosférico estadounidense (NOOA, sus siglas en inglés) informó que en el mes de marzo las temperaturas globales para este período del año, fueron las más altas desde que comenzaron a medirse en 1880.

Toda una derrota para la especie que se cree la más evolucionada del planeta.

Mientras tanto, Barak Obama planea promover los viajes espaciales inyectando dinero en empresas privadas del sector. El estadista quiere enviar una misión tripulada a Marte y enseguida astronautas a algún asteroide. Ya no estamos en el tiempo en que escalar el Everest y otras proezas eran atributos de héroes, hoy la pretensión es abandonar la agonizante Tierra promoviendo paseos millonarios al espacio sideral.

Los seres cautos evitan juzgar a otros, sin embargo es imposible esconder que el débito de los inescrupulosos es colosal. Nos toca preservar lo bueno aunque desconfiemos de que tenga un impacto menor del que provocan los dominadores, que infelizmente tiene mayor visibilidad.

Este pensamiento nos lleva en principio a discutir las acciones antropogénicas en el mundo a fin de señalar la carga de responsabilidades de los líderes estadounidenses, ávidos de destrucción y ganancias, entre otros residuos de la Tierra. Como ciudadanos de países “tercer-mundistas”, el camino que nos queda para superar este estado es el de resistir a los tentáculos de la medusa predadora que, desde su posición de supremacía, fagocita nuestra independencia y nuestra soberanía.

El entorno administrativo de Sebastian Piñera propone, al contrario de lo que se esperaba, un aumento de impuestos a las grandes empresas para que apoyen la reconstrucción de Chile. Frente a la devastación sísmica sin precedentes que asoló a la población chilena de pocos recursos, las actitudes demostraron que, independientemente de cual sea el espectro ideológico de los tomadores de decisiones, es prioritario que las mayorías les exijan más.

A su vez, la puja entre los gobiernos de Colombia y Venezuela arrojó una nueva manifestación, las autoridades colombianas recomendaron precaución a los turistas vernáculos que cruzan la frontera, con el pretexto que oficiales venezolanos pueden interrogarlos o encarcelarlos. La represión a los opositores en Colombia, y el mote de “terrorista” a cualquier individuo o grupo simpatizante de las FARC (Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia) muestran como la oposición es criminalizada en ese país.

El paisaje brasilero requiere parágrafos de tamaño exclusivo, en la carrera galopante de su justicia hacia la ignominia. Algunas figuras públicas serían claramente criminales si ingresaran a otro país, sin embargo internamente andan tan sueltos como buitres que revuelven la carroña.

No existe diversión mayor entre seres concientes que considerar seriamente la creencia de observadores extranjeros de que el Brasil es una “potencia emergente”. Cualquier mirada realista desmitifica este rol y reconoce que el país padece de los problemas sociales más elementales.

Brasil asiste a la disputa precipitada del contenido gaseoso y petrolífero de la recién descubierta capa pre-sal, mientras la Argentina sigue luchando por la recuperación de las Malvinas.

Apenas empiezan a caer las lágrimas celestes y ya los terráqueos disputan quien extenderá las manos para quedárselas. Carecemos del celo por lo colectivo, sin el cual los dominantes se perpetúan en condiciones privilegiadas y nos tratan como animales cautivos por perros pastores. Se nos niega mantener la dignidad.

No se someta al mando de personajes irresponsables.

Reconozca su papel como sembrador de esperanza.

http://www.brunoperon.com.br

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