La gente rodeaba desde temprana hora el campamento del Sindicato Mexicano de Electricistas (SME) en el Zócalo de la Ciudad de México donde un centenar de integrantes realizan una huelga de hambre masiva que hoy cumple veinticinco días de iniciada. Minutos después de las diez de la mañana llegó un Jetta color blanco del que descendió Andrés Manuel López Obrador quien se acercó a la garita de entrada del campamento para solicitar permiso para entrar. Se le invitó a registrarse en el libro de acceso y a que portara el gafete con el que se identifica a los visitantes del campamento del SME.
Andrés Manuel escuchó con atención las palabras de Celestino Ovando y Guadalupe Vargas, ambos participantes de la huelga de hambre, cuando le solicitaron que les apoyara con "el ejército que tiene usted allá afuera, que está convencido que necesitamos un cambio en el país” agregando que necesitan "que la sociedad nos apoye, que la sociedad levante el brazo y diga: Ya estamos cansados de este mal gobierno, ya estamos hartos de que se trate mal a los trabajadores”. Guadalupe Vázquez indicó que es imposible conmemorar el bicentenario de la Independencia “si no hay libertad, si los medios están encadenados al gobierno ilegítimo de Calderón”.
“Venimos a expresar nuestra solidaridad, a decirles que dondequiera que vamos, estamos hablamos de ustedes y de lo justo de su lucha”. López Obrador afirmó también que los ministros deben entender que “no se puede mantener un estado de ilegalidad, de injusticia y de atropello” y que con la extinción de Luz y Fuerza del Centro “es clara la violación a la Constitución, a la Ley Federal de Trabajo y al contrato colectivo de trabajo”.
Recordó como, cuando él era Jefe de Gobierno de la Ciudad de México ningún empresario argumentó que no se podía invertir en la ciudad porque no se garantizaba el abasto de energía eléctrica, y esto era posible gracias al trabajo responsable de los miembros del SME.
Antes de finalizar la reunión comentó que por la mañana habló con los representantes del SME para solicitar su autorización para asistir al campamento, de manera que no fuera considerada su presencia como una intromisión, sino un acto auténtico de apoyo del Gobierno Legítimo de México que el encabeza. En ese momento cientos de brazos se levantaron por lo alto gritando al únísono: "¡ese apoyo sí se ve, ese apoyo sí se ve!"
Al terminar su intervención se despidió de los huelguistas quienes los saludaron con la esperanza en la mirada de que pueda darse un cambio verdadero.
Una gran y nutrida valla humana se había formado desde el acceso del campamento hasta el automóvil de Andrés Manuel, cientos de personas intentaban verlo, saludarlo, felicitarlo por mantener sin claudicar ni rendirse la lucha del pueblo de México a cuatro años del fraude electoral.
miércoles, mayo 19, 2010
"Venimos a expresar nuestra solidaridad"
De la Lámpara de Diógenes:
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