lunes, septiembre 06, 2010

Conjeturas

Patricia a Portugal por De Swaan de regreso a la SCT

Álvaro Cepeda Neri

El asunto es muy fácil. Calderón quiere a la expoderosísima jefa de la Oficina Presidencial, Patricia Flores, como su embajadora en Portugal. Y su nombramiento pasa por la aprobación del Senado y su mayoría. Los partidos Verde, Partido del Trabajo, Partido de la Revolución Democrática, Convergencia y Partido Revolucionario Institucional le hicieron saber que el pase depende de una permuta: un toma y daca que consiste en retirar a Mony de Swaan como integrante de la Comisión Federal de Telecomunicaciones (Cofetel), quien, por órdenes de Molinar Horcasitas (el vapuleado en la Permanente durante su comparecencia), fue designado presidente de la Cofetel y desde donde Calderón manipula las concesiones. Entre ellas, haber dado a Televisa el 90 por ciento del espectro radioeléctrico a cambio de unos cuantos pesos, cuando su valor es de miles de dólares, moneda que maneja el imperio de Azcárraga (canales 2, 4, 5 y 9; una cadena de radio y otros negocios multimillonarios).
Televisa es un poder fáctico superior al de la Presidencia de la República, casi como el del narcotráfico, y está imponiéndose más todavía con el pretexto de competir y superar al imperio de Slim, a quien Calderón insiste en presionar para ver si se va del país con sus más de 50 mil millones de dólares. Este viejo pleito tiene sus raíces cuando se veía casi imposible que Calderón tomara posesión del cargo que el Instituto Federal Electoral, el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación y la Suprema Corte le avalaron “haiga sido como haiga sido” y Slim participó en las reuniones para buscarle un interino que sería el exrector de la Universidad Nacional Autónoma de México, Juan Ramón de la Fuente. Esto “enchiló” a Calderón y desde entonces no halla cómo acabar con Slim, al menos fastidiarlo, y lo ha logrado hasta cierto punto, aunque eso es como quitarle un pelo a un gato de angora.
El caso es que cuando Calderón tuvo que despedir a Patricia Flores (“donde manda capitán, no gobierna marinero”, y es que doña Margarita Zavala corrió primero a César Nava y después a doña Paty), de inmediato se dio a la tarea de encontrarle chamba y la propuso para su representante en ese país. Y los senadores, que desde un principio impugnaron la designación de Mony (Manuel) de Swaan (sacado de la novela de Marcel Proust, en su primer capítulo de A la busca del tiempo perdido, con el subtítulo Por parte de Swann), le propusieron a Calderón un cambalache: Patricia por Mony.
Como Calderón y Molinar están encaprichados en no quitar a Swaan de la Cofetel, los senadores se mantienen en su macho de no aprobar la embajada para la señora Flores, quien está muy nerviosa ya que su nombramiento pende de una jugada donde Calderón tiene que sacrificar un peón para avanzar su alfil, en un tablero donde él, como el rey, está en jaque-mate. Así que antes de irse, Calderón tendrá que ceder la plaza de la Cofetel si quiere pagarle los favores a Patricia, o ésta entrará al total desempleo. Todo indica que Mony va para afuera. Y la que fuera poderosa funcionaria en Los Pinos se irá unos cuatro meses cuando mucho a Portugal, llevándose las obras de José Saramago para entretenerse. Cosas de la grilla calderonista y de la política del Senado.
cepedaneri@prodigy.net.mx

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