El 1 de febrero se dio a conocer la inminente aprehensión de Jorge Serrano Limón, dirigente histórico de Provida, acusado de peculado por más de 2 millones de pesos.
El personaje, emblemático de la represión sexual, trató de esquivar la acción penal mediante un recurso de amparo, pero, cualquiera que sea el desenlace legal de este asunto, los problemas en que se ha visto involucrado ponen de manifiesto la doble cara de una ultraderecha que pregona un moralismo a ultranza a la vez que es capaz de incurrir en los mayores abusos.
La vida pública de Serrano Limón, que comenzó hace décadas con un agresivo activismo contra las libertades sexuales, ha culminado con su total desprestigio y el de la organización que dirige.
La historia negra de Provida
El Comité Nacional Provida fue fundado a fines de la década de 1970 por el panista Jaime Aviña Zepeda, quien presidió ese grupo de 1978 a 1981; lo sucedió en ese cargo el también panista Alfonso Bravo Mier, de 1981 a 1987, y su tercer presidente fue Jorge Serrano Limón, de 1987 a 2001, cuando se formó la coalición conservadora Cultura de la Vida, a la cual se integró Provida.
Con la falsa bandera de la “defensa de la vida” y de “los valores”, Provida ha buscado imponer al resto de la sociedad la moral sexual más conservadora del catolicismo, con medidas como el encarcelamiento de las mujeres que abortan y la censura de espectáculos “irreverentes”, además de promover la homofobia y oponerse al uso de métodos anticonceptivos.
Antecesor de Serrano Limón en ese activismo fue su hermano Francisco, quien fundó la Juventud Lasallista, un grupo violento que operaba en escuelas de esa congregación.
Significativamente, entre los estudiantes de mentalidad liberal que a mediados de la década de 1970 se opusieron a las agresiones de los ultraderechistas, estaba el hoy jefe de gobierno del Distrito Federal, Marcelo Ebrard, quien desde ese cargo ha apoyado el respeto a los derechos sexuales.
Por su parte, Francisco Serrano ha sido asesor del movimiento Testimonio y Esperanza, grupo de la ultraderecha del cual fue dirigente el actual gobernador de Morelos, Marco Antonio Adame.
Provida, Testimonio y Esperanza y otros grupos, como la Unión Nacional de Padres de Familia y la Asociación Nacional Cívica Femenina, que suelen colaborar en una lucha común contra el Estado laico y a favor de la hegemonía clerical, se consideran hoy membretes de la Organización Nacional del Yunque.
Desde su primera juventud, Jorge Serrano Limón fue fiel al espíritu conservador que pretende llevar a la hoguera a quienes no comparten sus ideas.
Cuando tenía unos 20 años y trabajaba en un centro de cómputo, Serrano le ocasionó graves quemaduras a uno de sus compañeros de trabajo, pues el hoy enjuiciado dirigente de Provida solía colocar pólvora en los ceniceros para evitar que sus compañeros fumaran (el episodio lo relata Enrique Calderón Alzati en un artículo publicado en La Jornada, en abril de 1989).
Muchos años después, Serrano Limón seguía recurriendo a ese tipo de métodos. En agosto de 2008, encabezó una protesta frente a la oficina de la Organización de las Naciones Unidas, en Polanco, donde se quemaron condones y uno de sus acompañantes resultó lesionado al encender la hoguera inquisitorial.
La primera acción notoria de Serrano Limón al frente de Provida fue la toma del Museo de Arte Moderno para protestar por una exposición del pintor Rolando de la Rosa, que incluía un cuadro irreverente según el gusto de Provida.
El episodio, en el que también intervinieron personajes como el hoy muerto José Barroso Chávez, quien fuera el millonario presidente de los Caballeros de Malta y promotor de grupos de la extrema derecha, presagiaba el auge que bajo Salinas de Gortari (1988 a 1994) cobraría la extrema derecha católica.
Por otra parte, el activismo de Provida y de grupos similares en otros países encontró terreno fértil en las cotidianas predicaciones sexofóbicas del papa Juan Pablo II, quien varias veces visitó México.
En las décadas de 1980 y 1990, Provida participaba en protestas contra el condón y otros anticonceptivos, fraguaba denuncias contra clínicas que practicaban abortos, entonces prohibida en la ciudad de México; se oponía a la educación sexual y a la planificación familiar; apoyaba las reivindicaciones de la jerarquía católica, y seguía promoviendo la censura de espectáculos.
En aquel tiempo, las huestes conservadoras y la jerarquía católica lanzaban fuertes campañas contra instituciones de educación sexual y contra instituciones dedicadas a la lucha contra el síndrome de inmunodeficiencia adquirida, a la vez que los alcaldes “mochos” del Partido Acción Nacional (PAN) se dedicaban a prohibir escotes, minifaldas, propaganda del preservativo o espectáculos eróticos en Mérida, Guadalajara, Monterrey y Guanajuato.
Era frecuente ver a Serrano Limón en debates televisados, enarbolando un feto en miniatura, para luchar por el encarcelamiento de las mujeres que recurren al aborto. En ocasiones, recibía el apoyo del polémico Onésimo Cepeda y la extitular del Sistema para el Desarrollo Integral de la Familia y de la Secretaría de Desarrollo Social, la panista Ana Teresa Aranda, también exdirigente de la Asociación Nacional Cívica Femenina.
En 1989, se fundó el Centro de Ayuda para la Mujer (CAM), organización gemela de Provida dedicada a tratar de evitar que las mujeres aborten, para lo cual usaba anuncios engañosos en los periódicos y fomentaba sentimientos de culpa entre las mujeres atraídas de esa manera, a quienes les inculcaba que deberían considerarse como “asesinas” si abortaban.
Tanto Provida como el mencionado Centro han establecido relaciones con organizaciones antiabortistas de otros países. Provida ha formado parte de Vida Humana Internacional (VHI), una coalición latinoamericana de grupos similares que cobró auge durante la época de Bush, con quien se identificaban plenamente. VHI tiene su sede en Miami, donde ha contado con el apoyo de personajes del anticastrismo.
Moralismo y corrupción
Cuando el PAN llegó al poder, Provida obtuvo cuantiosos fondos gubernamentales para sus proyectos por mediación de Luis Pazos, otro personaje conocido de la ultraderecha.
En 2003 y 2004, millones de pesos otorgados al grupo encabezado por Serrano Limón fueron desviados para la compra de tangas (supuestamente para uso de las mujeres embarazadas captadas por el CAM), plumas Mont Blanc y otros artículos de lujo, así como a operaciones en la Bolsa de Valores.
El descrédito cosechado por su líder histórico, la despenalización del aborto y el reconocimiento del matrimonio homosexual, medidas aprobadas en la ciudad de México, han sido las principales derrotas históricas del conservadurismo encabezado por la jerarquía católica y por grupos como Provida.
Luego de la legalización del aborto en 2007, Serrano Limón trató de recurrir a métodos importados de los grupos radicales de Estados Unidos, como el bloqueo de clínicas que practican abortos. Sobre todo, la derecha optó por endurecer las penas contra el aborto en los demás estados de la República, apoyada no sólo por Provida, sino por políticos oportunistas del Partido Revolucionario Institucional y de otros partidos.
Provida promueve también la canonización del fallecido Carlos Abascal, quien fuera secretario del Trabajo y de Gobernación con Fox, pues ha sido uno de los políticos más comprometidos con la lucha contra el Estado laico y contra los derechos sexuales.
Serrano Limón tiene en común con Marcial Maciel –ese criminal que vestía de sotana y se codeaba con el papa– encarnar una hipocresía que los llevó a conjuntar los más graves abusos, sean de naturaleza económica o sexual, respectivamente, con el discurso más represivo y mojigato, basado en la castidad y la abstinencia sexual.
*Maestro en filosofía; especialista en estudios acerca de la derecha política en México
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