miércoles, agosto 24, 2011

Inglaterra: criminalización de la protesta social

David Cameron, primer ministro británico.


LONDRES, (apro).- A dos semanas de los peores disturbios, saqueos e incidentes de violencia en Londres y otras ciudades de Inglaterra en casi tres décadas, que terminaron con cinco muertos y cerca de tres millares de detenidos, el impopular gobierno británico del conservador David Cameron optó por criminalizar el estallido y dejar por el momento a un costado el debate sobre las causas sociales de la revuelta.

La administración de Cameron, que enfrenta una de las peores crisis económicas desde la Segunda Guerra Mundial (1939-1945), con un índice de desempleo que trepó en julio pasado al 7,9%, con 2.49 millones de desocupados y las finanzas estancadas, eligió el camino de la “mano dura”, las penas “severas” y darle aún más poderes a la policía, para hacer frente a un problema que parece crecer en el Reino Unido.

Más de 2 mil 800 personas han sido arrestadas en conexión con los saqueos, incendios y destrozos ocurridos entre el 6 y 9 de agosto pasado en la capital británica y otras ciudades inglesas, incluidas Birmingham, Manchester, Liverpool, Nottingham, Gloucester y Bristol, que se iniciaron el sábado 6 tras una protesta en el humilde barrio londinense de Tottenham, en reclamo por la muerte del británico Mark Duggan, de 29 años, asesinado a manos de la policía en un episodio que aún sigue sin esclarecerse.

De los más de dos millares de detenidos, hasta el miércoles 17 habían pasado por los tribunales británicos mil 277 sospechosos, de los cuales un 64% permanecía bajo custodia policial. Esa es una situación sin precedente alguno en la historia del país.

La criminalización del estallido generó incluso más polémica en el mundo político, luego de conocerse las penas que las cortes habían otorgado a los responsables de los disturbios, en su mayoría jóvenes desempleados y totalmente desafectados de la sociedad.

Por ejemplo, el martes último dos hombres fueron condenados a cuatro años de prisión por utilizar el sitio de red social Facebook para incitar a los saqueos y la violencia, en tanto que un tercero recibió una pena de 18 meses tras las rejas por haber robado una televisión de un negocio saqueado.

Otros de los casos más polémicos con penas consideradas “demasiado severas” fueron el de Anderson Fernandes, de 22 años, quien por robar dos cucuruchos de helado enfrenta una pena en prisión, o el de Nicolas Robinson, de 23, quien fue sentenciado a seis meses tras las rejas por robar una botella pequeña de agua mineral de un supermercado.

Ursula Nevin, una madre de dos niñas con residencia en Manchester (norte de Inglaterra), fue sentenciada a cinco meses en prisión luego de recibir de una amiga un par de pantalones cortos que habían sido robados el día previo de un negocio en el centro de esa ciudad.

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